lunes, 27 de febrero de 2017

Antonio Díaz reseña A Closed and Common Orbit, de Becky Chambers

Antonio Díaz reseña hoy A Closed and Common Orbit, de Becky Chambers, novela situada en el mismo universo que The Long Way to a Small, Angry Planet, de la que ya nos habló el año pasado. Y permaneced atentos, porque Antonio nos traerá pronto una sorpresa relacionada con Becky Chambers. ¡Espero que os guste!

Banda sonora de la reseña: Antonio sugiere leer esta reseña escuchando I am ?, de los estudiantes de la Laura Jeffrey Academy (YouTube).

Becky Chambers debutó el pasado 2014 con The Long Way to a Small, Angry Planet, una space opera coral reminiscente de Firefly que te atrapa con su fantástica prosa. La autora posee una capacidad de transmitir conceptos y sentimientos que hace que su ópera prima siga destacando entre mis lecturas de los últimos años. Por ello, cuando A Closed and Common Orbit salió, no dudé en hacerme con ella.

Esta segunda novela está también ambientada en el universo Wayfarers y está cronológicamente situada después de The Long Way to a Small, Angry Planet. Sin embargo, aunque hay menciones a los personajes de la primera parte y algunos cameos, podemos decir que son historias mayormente independientes. En la primera novela, Chambers dividía su atención entre los nueve tripulantes de la nave Wayfarer (incluyendo la IA), con sus características, necesidades y voces propias. En cambio, en A Closed and Common Orbit nos encontramos con tan sólo dos historias entrelazadas a varios niveles y una lista de personajes secundarios más limitada. Además, en The Long Way to a Small, Angry Planet Chambers nos mostraba diferentes razas, sociedades y localizaciones mientras que esta segunda novela está más acotada y tiene un alcance mucho más personal (y 150 páginas menos).

En A Closed and Common Orbit, Lovey, una IA que ha sido diseñada para estar dentro de una nave espacial (a lo HAL 9000) se despierta trasplantada a un cuerpo de imitación humanoide. Chambers realiza un trabajo de primera categoría dando forma a la muy particular voz de una inteligencia artificial con problemas de despersonalización y una fuerte sensación de irrealidad. Lovey tiene muchos problemas para adaptarse después de haber sido creada para vivir en una nave (en la que no tenía que sentir nada, podía estar conectada a la red en todo momento y también ser consciente de todo lo que ocurría a su alrededor gracias a las cámaras de seguridad) a un único cuerpo humano. Posiblemente Chambers no esté inventando la rueda, pero reconozco que personalmente nunca había leído una aproximación a las IAs como ésta y me ha dado bastante en qué pensar.

Esta historia está entrelazada con otra un poco más típica, de la cual no quiero dar ningún detalle para maximizar el disfrute del descubrimiento por parte del lector, salvo decir que se complementan muy bien a varios niveles. No sólo por los elementos conceptuales en común, sino porque le da una tensión al libro que la historia de Lovey (más de autodescubrimiento) carece en su mayor parte. En esta novela no aprenderemos mucho más sobre el universo de Wayfarers, con lo que esperemos que Chambers nos siga conduciendo de la mano por este fantástico tapiz que está tejiendo.

Chambers posee un estilo particular que le separa de otros autores de ciencia ficción. Es un toque que me resulta difícil de definir pero que impregna a la novela de un sentimiento que te atrapa y te une irremisiblemente a los personajes. Las novelas de Chambers, aunque agridulces, siempre dan la impresión de que tienen una nota esperanzadora que levanta el ánimo. Es una sensación parecida a la que dan películas como Amelie o Big Fish.

En The Long Way to a Small, Angry Planet realizábamos un viaje por el espacio exterior y en A Closed and Common Orbit viajamos al espacio interior. Chambers analiza, despieza y compara los diferentes caminos que hacen dos seres sentientes para encontrar su yo, su razón de ser para quizás aceptarse o quizás cambiar cómo son para alcanzar cómo deben ser.

No puedo hacer más que recomendar esta novela, aunque indicaría al lector que comenzase por The Long Way to a Small, Angry Planet (por evitar algún destripe menor de trama) y porque pienso que resulta más dinámica que A Closed and Common Orbit. Esta segunda novela, aunque en ningún momento resulta aburrida, tiene un ritmo más pausado (propio de ese viaje interior).

(You can also read this review in English/También puedes leer esta reseña en inglés)

5 comentarios:

  1. The Long Way to a Small, Angry Planet fue un título que me llamo poderosamente la atención el año pasado cuando vi varias reseñas por algunos blogs. Me parecía interesante y a destacar que todos alababan su prosa y sus aires a firefly. Pues bien, esta segunda parte me sigue llamando la atención mucho, y si hay dos historias bien entrelazadas diría que mucho más. Esta creo que me la voy a comprar en inglés e intentar leerla, que veo difícil que salga por aquí :)

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    1. Échale un vistazo al preview de Amazon para ver cómo lo encuentras tú (porque claro, cada persona es un mundo). Por supuesto, te recomiendo que empieces por The Long Way to a Small, Angry Planet (por los motivos expuestos arriba). Ya nos contarás qué tal :)

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    2. A mi "The long way to a small, angry planet" me pareció super asequible en cuanto a inglés. Dale la oportunidad que mola muy mucho ;)

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  2. Gran reseña. Yo estoy a la espera de que salga en paperback la edición de hodder y entonces me lanzaré. No sabía que era más cortita y, la verdad, le acaba de dar más puntos, porque a priori la trama no me interesa tanto y mi ritmo de lectura en inglés me supondría invertir bastante tiempo si fuese tan larga como la primera.

    Ojalá siga sacando libros en este universo, que mola mucho :)

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    1. Muchas gracias. Aunque son novelas bastante distintas, sí que se nota el toque de Chambers (que es una cosa muy particular) en ambas. Me parece que de lenguaje es incluso más asequible que la primera. Ya nos contarás qué tal :)

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