viernes, 23 de septiembre de 2016

Antonio Díaz reseña A City Dreaming, de Daniel Polansky

¡Regocijaos! Antonio Díaz vuelve con una nueva reseña. En esta ocasión, nos habla de A City Dreaming, de Daniel Polansky. ¡Espero que os guste!

Banda sonora de la reseña: Antonio sugiere leer esta reseña escuchando We Come Together, by Goldfish (YouTubeSpotify). 

Daniel Polansky es el autor de la maravillosa novela corta The Builders, nominada al Hugo, premio que, en mi opinión, merecía bastante más que Binti, de Nnedi Okorafor. Tras la lectura de The Builders, una obra teatral sobre animales antropomórficos en busca de venganza, añadí a Polansky en mi lista de autores a seguir de cerca. Mi oportunidad llegó con A City Dreaming, una novela de fantasía urbana ambientada en Nueva York, aunque la equivocadísima sinopsis me hizo esperar algo muy distinto a lo que finalmente me encontré.

A City Dreaming se centra en M, un mago poderoso pero con una mentalidad muy viva la virgen, que a la vez es la clave de su longeva existencia. M sabe que cada acción mágica tiene una reacción opuesta e igual. Cada vez que un mago altera las probabilidades o incluso la realidad para doblegarla a su antojo, corre el riesgo de que la realidad decida devolvérsela, con terribles consecuencias. Por eso, como M nos cuenta en el primer capítulo, él prefiere “llevarse bien con la Dirección”. Pasar desapercibido y acumular una especie de “karma positivo” que le garantiza una “buena suerte” más o menos permanente. M no tiene que preocuparse por donde va a dormir cada noche o por si tiene más o menos dinero en el bolsillo, porque “la Dirección”, o sea, la Realidad, proveerá. Bien encontrará una chaqueta en la calle con un fajo de billetes de cien o una inesperada nueva amante que le ofrecerá su casa e incluso le ayudará a encontrar trabajo. Este espíritu neutral, de flotar a la deriva y donde la marea te lleve realza el resto de elementos de la obra.

La novela tiene un estilo tipo fix-up. Cada capítulo es una historia corta y más o menos independiente en la que M y una suerte de secundarios bastante interesantes viven aventuras, se enfrentan a peligros o simplemente pasan un buen rato. Es importante tener en cuenta este punto antes de leerse la novela. No existe una trama central que se vaya desarrollándose, ni siquiera entre bambalinas. Es más fácil encarar este libro como una suerte de antología con el mismo protagonista (como lo fuera Los viajes de Tuf, de George R.R. Martin o El último deseo de Andrzej Sapkowski), más que como una novela con presentación, nudo y desenlace. Además, en cada capítulo/historia hay una pequeña lección o reflexión que la neutral personalidad de M no empaña y llega íntegramente al lector.

Sin duda habría disfrutado más de la novela si este punto se me hubiera aclarado antes, pero, aun así, nos encontramos ante un caso donde lo importante es el camino y no el destino. A City Dreaming es una oda a Nueva York y a los elementos que la hacen una ciudad tan variada y especial. M es un mero conducto, el vehículo para que el lector explore una realidad mágica y particular en la que vive el protagonista, y para que conozca a la extraña serie de personajes que lo acompañan.

A City Dreaming me ha recordado hasta cierto punto a las antologías de Neil Gaiman, porque algunos de los relatos comparten los elementos de fantasía urbana del inglés, como lo extraordinario en lo cotidiano y lo peligroso en lo aparentemente inofensivo. Otras historias, como la del sacrificio humano, me han recordado mucho a la obra corta de Tim Pratt (una reseña que tengo pendiente), con un humor negro evidente.

Daniel Polansky aprovecha la oportunidad para realizar una cierta cantidad de sátira. M y el resto de personajes son muy conscientes de los tropos típicos de la fantasía y hacen gala de ello. Esto da lugar a algunas escenas desternillantes, por ejemplo una con M ignorando absolutamente un peligro evidente, porque sabe que ciertos estereotipos jugarán a su favor, u otra con el protagonista rechazando participar en una aventura porque el desenlace es más que previsible. Además de estas dos hay muchas, muchas más. Polansky no pierde oportunidad de cebarse y poner en evidencia algunas situaciones y estereotipos más que trillados.

A City Dreaming es un libro ligero e inmensamente entretenido. Polansky sabe perfectamente cómo manejarse en el medio y nos rodea con una prosa muy acertada, una voz de M, el absoluto protagonista, muy particular, pero constante y coherente consigo misma. Todos estos ingredientes me han hecho disfrutar de esta obra que, además, es autoconclusiva (debido a la propia ausencia de trama).

También he podido disfrutar de Those Above, la primera novela de la bilogía de fantasía épica del mismo autor, y espero poder traeros pronto una reseña.

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