lunes, 30 de julio de 2018

Alexander Páez reviews Summerland, by Hannu Rajaniemi

It is a great pleasure to have Alexander Paéz reviewing for us Hannu Rajaniemi's latest novel: Summerland. Hope you enjoy it and remember that you can read the review in Spanish at Alex's blog, Donde acaba el infinito.

Review soundtrack: Alex suggest reading this review while listening to In The Summertime, by Mungo Jerry (YouTube, Spotify).

I do hold some respect before reading a book by Hannu Rajaniemi. The Quantum Thief was a tough book, full of hard to understand ideas. But it was thrilling and full of that sense of wonder. I did not discover that in his Collected Fiction that I read some years ago, which for me was a little bit weird. Some short stories were really good, and some others not that much. Added to this, I’ve decided since some months ago not to review books that I dislike. But with Summerland I’ll do and exception because I think it holds some great ideas that you may find interesting.

Summerland takes place during the Spanish Civil War and it is told as a chronicle or a story about some secret wars played by the most powerful European countries at the time. So yes, it is a novel about spies. But then fantasy comes in, they have discovered that life and death have no meaning whatsoever. They can communicate with the Dead using some mediums through a possession. A fight to possess and control the Summerland begins.

Hannu Rajaniemi mixes real history events and people with characters, and this gives a perspective to the story and a point for the reader to hold to reality and to certain events. The bad part (and there is always a bad part to every story) is that the characters felt really misused or unused. Some of them feel like tools, some other like “hey, look at this guy, he appears here”. I can’t restrain myself in doing a (maybe unfair) comparison between Summerland and The Last Days of Paris by China Mieville, which blew my mind when I read it. Mieville book does everything right where Summerland just fails.

Summerland was a long awaited project by Rajaniemi, and science takes a huge role in the book. It is Marcone and no one else who discovers this world beyond Dead or Alive. And yes, it is fantasy at its purest, but the huge elements of science work really well in the story. Rajaniemi also takes part in the ongoing gender discussion, but for me it just felt like “agenda”. It’s not elegant at all and it feels like some characters just screaming to the reader “hey, we think women are not weak, you see us? We really think that!”. I wished for a cleverer way to put it. Rajaniemi works best at criticizing politics and some ways the System works.

Some other interesting ideas in Summerland are the safe way to travel to this world beyond with a ticket so the soul can fix itself to the world in order to not disappear. And the interesting idea of a god, or the absolute force. Sadly, I do not recommend this book whatsoever. I felt it was pretty boring for the most part of it, and I had the impression that it was just spinning around. There are a lot of ideas and story parts that I did not enjoy at all, but let’s just leave them aside. I will be waiting for the next Rajaniemi book, overall I think he is a really interesting author to follow.

jueves, 26 de julio de 2018

Pablo Bueno reseña Escatología de andar por casa, de Bandinnelli, y Alan Smithee no salvó el mundo, de Sergi Álvarez

Pablo Bueno nos ofrece hoy una reseña doble. Por un lado, Escatología de andar por casa, de Bandinnelli, y, por otro, Alan Smithee no salvó el mundo, de Sergi Álvarez, dos novelas que Pablo presentó conjuntamente en el pasado Festival Celsius 232, como podéis ver en el vídeo que publicamos este lunes

¡Espero que os guste!

Hace unos días terminó la séptima edición del Festival Celsius de Avilés. Allí, entre otras muchas experiencias memorables (léase el encuentro con amistades, charlas y eventos muy interesantes propios y ajenos, placeres gastronómicos y un largo etcétera), tuve el honor de presentar una mesa sobre humor de género que tenía por protagonistas a los enormes Bandinnelli (@Bandinnelli) y Sergi Álvarez (@MURCIELAGOROJO). 

Aunque la presentación comenzó hablando acerca de sus dos últimas obras, que son las que hoy reseñaremos aquí, la charla derivó hacia temas más amplios, todo ello con un marcado matiz humorístico, por lo que recomiendo echar un ojo al canal de youtube de Sense of Wonder, donde podréis escucharla completa.

Al igual que en dicha ocasión, comenzaremos hablando de Alan Smithee no salvó el mundo, publicado por Orciny Press. Y lo primero, sin ningún género de dudas, es hacernos eco de la advertencia que el propio autor sitúa en el prólogo del libro: Sergi Álvarez no escribió este libro. La obra corresponde al personaje (¿de ficción?) Alan Smithee, que le invitó a copas hasta llevarlo a un estado de embriaguez para hacerle firmar un contrato entre borrachos, el documento vinculante más poderoso que existe. En virtud de dicho acuerdo, Sergi se comprometía a figurar como el autor de esta obra.

Dicho esto, la historia nos narra las desventuras del propio Alan Smithee, que decide salir de casa un buen día para comprarle a su novia un perrito que aplaque o difumine al menos sus ansias de tener descendencia. Puede que no sea el punto de partida más noble, pero es que, entre las virtudes que reúne el protagonista, no se encuentra la empatía. De hecho, algunos de los adjetivos que mejor lo describen tienen que ver con un carácter ruin, mentiroso, cobarde, egoísta y maleducado. Como guinda, también está lleno de prejuicios.

Por si fuera poco, Alan es un plagiador profesional, aunque dicho defecto nos ha regalado la espectacular bibliografía que aparece al final de la obra, que tuve que leer varias veces, interrumpido por mis propias carcajadas.

La historia está contada de un modo que resulta muy ágil y divertido. Por si no fueran suficientes particularidades para un libro tan breve, hay que añadir que mezcla con sorprendente éxito elementos tan dispares como películas ochenteras, películas clásicas, novela negra, novela detectivesca, una cierta herencia pulp, mucha crítica social llena de acidez, guiños a Stephen King, Tolkien, Marvel, Akira y, seguramente, me esté dejando algo.

Muy diferente, aunque igual de disfrutable, es la obra con la que presentamos a Bandinnelli, Escatología de andar por casa, publicada por la editorial Pez de plata en su colección La risa floja. Se trata, en este caso, de una antología que recoge una serie relatos con una característica común: el punto de partida casi siempre es una situación más o menos cotidiana o que, al menos, no reviste una especial fantasía: una persona que entra en prisión; un hombre que se apunta a una agencia de citas para encontrar pareja; un padre de familia que intenta llegar a su trabajo, etc. Pero, claro, estamos hablando de un autor que es experto en tomar lo mundano y elevarlo a la categoría de extraordinario. Y lo hace, es importante señalarlo, con una imaginación que nos deja asombrados. De este modo, habría que completar los anteriores ejemplos diciendo que en la susodicha prisión hay dos bandos enfrentados a muerte: los tolkienitas y los martinitas; que esa empresa de citas en ocasiones trata de emparejar al protagonista con seres que van de lo más terrible a lo más divino que el lector pueda imaginar; que dicho padre intenta llegar a su trabajo, sí, pero mientras a su alrededor se desarrolla el Apocalipsis.

Así, Bandinnelli nos presenta una serie de situaciones rocambolescas que llevan al absurdo más cómico las premisas de partida de sus relatos. Sin embargo, una de las principales virtudes de su obra, aparte de las carcajadas, es la crítica que consigue a través de escenas que, sin pretender una representación fiel de la realidad, la reflejan en ocasiones mucho mejor que una fotografía.

Esto nos lleva, sin duda, a uno de los puntos coincidentes en los dos libros de los que hoy hablamos: tanto Alan Smithee no salvó el mundo como Escatología de andar por casa poseen una evidente carga crítica en su interior. Sus autores señalan y se ríen (y nosotros con ellos) de un bueno número de temas que están en la sociedad que nos rodea. Bien es cierto, no obstante, que lo hacen de un modo distinto: Sergi Álvarez señala lo absurdo en las situaciones cotidianas. Toma lo existente y lo convierte en un gag, a menudo a través de los defectos de su personaje protagonista. Bandinnelli, en cambio, también parte de lo cotidiano, pero lo retuerce hasta llevarlo al absurdo más hilarante.

Otra de las características comunes de estos dos autores es su versatilidad. Los trabajos de Sergi nos han traído obras no solo literarias, sino también en forma de cómics. Bandinnelli, por su parte, mantiene una segunda línea centrada en su labor como historiador, especialmente en la versión más divertida a través  del equipo de Ad Absurdum del que forma parte.

Como conclusión tengo que recalcar lo evidente: que ambos nos ofrecen aquí dos obras divertidas, interesantes, de lectura rápida y que se pueden recomendar, con sus diferencias, sin temor. Ojalá nos traigan muchas más. 

lunes, 23 de julio de 2018

Vídeo: El humor en la literatura de género nacional (Celsius 2018)

Hoy os traigo otro vídeo del pasado Festival Celsius 232: la presentación de Escatología de andar por casa, de Bandinnelli, y de Alan Smithee no salvó el mundo, de Sergi Álvarez, que se llevó a cabo en una mesa redonda titulada "El humor en la literatura de género nacional", con la participación de ambos autores y de Pablo Bueno.

Espero que os guste mucho (y estad atento, porque pronto habrá más contenido relacionado con este vídeo)


jueves, 19 de julio de 2018

Vídeo: Presentación de La astucia del vencido, de Pablo Bueno (Celsius 2018)

El vídeo de hoy corresponde a la presentación de La astucia del vencido, de Pablo Bueno, en el Festival Celsius 232. Participa el propio autor acompañado de Eduardo Vaquerizo. 

¡Que lo disfrutéis!


lunes, 16 de julio de 2018

Vídeo: Presentación de la revista Windumanoth (Celsius 2018)

Terminado ya el Festival Celsius 232 de este año, comienzo con la publicación de los vídeos de las charlas que pude grabar. La de hoy es precisamente la que abrió el festival: la presentación de la revista Windumanoth, en la que participaron Laura S. Maquilón, Daniel Pérez Castrillón, Javier Miró e Isa-Janis González. 

¡Espero que os guste!



lunes, 9 de julio de 2018

Cinco relatos para empezar a leer a... Alastair Reynolds

Puesto que esta misma semana se pondrá el nuevo número de SuperSonic, aprovecho para compartir con vosotros el segundo artículo que publiqué en la entrega anterior de la revista. ¡Espero que os guste!

Recuerdo una ocasión, hace ya algunos años, en que alguien en Twitter lanzó una pregunta al aire: ¿quién es vuestro autor de ciencia ficción favorito? Como supongo que os pasará también a vosotros, me es imposible responder a este tipo de cuestión de manera categórica e, inmediatamente, acuden a mi mente varios nombres distintos. Sin embargo, aquella vez razoné de una manera distinta, y respondí diciendo que Alastair Reynolds quizá no fuera mi favorito (aunque está sin duda entre los que más me gustan), pero sería posiblemente el más completo, porque destaca tanto en la novela como en la ficción corta. 

Y es que aunque el autor galés es sobre todo conocido en nuestro país por series como la de Espacio revelación, su producción de relatos es tan destacable como la de obras largas. Para demostrarlo, quiero ofreceros hoy cinco muestras de esa maestría, que además pienso que pueden servir especialmente para iniciarse con esta faceta de Reynolds si es que aún no la conocéis. 

Comienzo mi selección, que presentaré por orden cronológico, con “Merlin’s Gun”, relato publicado originalmente en la revista Asimov’s Science Fiction, pero que yo tuve el placer de leer en la estupenda antología The Mammoth Book of Extreme Fiction, de Mike Ashley. En este cuento, Reynolds nos presenta a Merlin, que no es el mago de las leyendas artúricas, sino un personaje recurrente en su obra (es el protagonista, por ejemplo, de la reciente The Iron Tactician). Pero el principal interés de esta historia no es solo Merlin, sino el arma a la que se hace referencia en el título. Un arma que hará las delicias de cualquier buen aficionado a la space opera, y que es solo uno de los muchos elementos del relato que apelan al más puro sentido de la maravilla. 

Mi siguiente recomendación es Diamond Dogs, que no solo me parece de lo mejorcito de Alastair Reynolds, sino que está sin duda alguna entre mis cinco novelas cortas favoritas de todos los tiempos. Situada en el universo de Espacio revelación, pero de lectura totalmente independiente, esta historia es una perfecta muestra de cómo Reynolds es capaz de mezclar el terror y los ambientes góticos y opresivos con la ciencia ficción puramente futurista. Una auténtica maravilla que no deberíais perderos de ninguna de las maneras. 

Completamente distinta pero igualmente extraordinaria es “Zima Blue”. Este cuento nos presenta a uno de los robots más entrañables y, ¿por qué no decirlo?, humanos del género de la ciencia ficción. Que ya es decir. Se trata de un relato corto, por lo que poco puedo decir sin desvelar parte de su encanto, pero estoy seguro de que si lo leéis, lo recordaréis con tanto cariño como yo en el momento de escribir estas líneas. 

Uno de los mejores cuentos recientes de Reynolds es, posiblemente, “Vainglory”, publicado originalmente en 2012 en la antología Edge of Infinity, de Jonathan Strahan. Ha pasado un tanto desapercibido dentro de la producción del autor, quizá porque no pertenece a ninguna de sus sagas, pero me parece que conjuga perfectamente lo mejor de la ciencia ficción clásica, con una humanidad que ha colonizado todo el Sistema Solar, con un desenlace inteligente y sorprendente. 

Para finalizar mi selección, vuelvo a las novelas cortas y al universo de Espacio revelación. “The Last Log of the Lachrimosa” opta de nuevo por la combinación de terror y ciencia ficción que tan bien maneja Reynolds. La búsqueda de una nave desaparecida, la Lachrimosa del título, llevará a los protagonistas de esta historia a hacer ciertos descubrimientos tan aterradores como fascinantes. Se publicó en la tristemente desaparecida Subterranean Online, donde todavía puede ser leída de forma gratuita. 

Y eso es todo por esta vez. Espero que os haya gustado, que os animéis a leer a Reynolds también en su producción corta y que disfrutéis mucho de las obras que he escogido si es que no las conocíais. En el próximo número de SuperSonic os traeré otros cinco relatos y una pequeña sorpresa. ¡Hasta entonces! 

lunes, 2 de julio de 2018

Borja Bilbao reseña 84K, de Claire North

No es ningún secreto que en Sense of Wonder somos muy fans de Claire North. Por eso, seguimos con expectación cada nueva novela que publica. Hoy, Borja Bilbao nos habla de la más reciente: 84K. ¿Habrá estado estado a la altura de lo esperado? ¡Seguid leyendo para averiguarlo!

Banda sonora de la reseña: Borja sugiere leer esta reseña escuchando Dystopia, de Megadeth (Spotify, YouTube)

Desde la aparición en castellano de Las primeras quince vidas de Harry August, somos muchos los que pusimos nuestra atención en Claire North. Sus siguientes novelas, entre las que se encuentra la reciente ganadora del World Fantasy Award, La súbita aparición de Hope, no hicieron más que reafirmar nuestra posición. Sin embargo, también es bastante común la opinión de que El final del día, publicada el pasado año, supuso un ligero freno en dicha popularidad. El cuarteto de novelas centradas en los súper poderes que ciertas personas adquieren sin desearlo se cerró en falso momentáneamente el año pasado, aunque algo me dice que no tardaremos mucho tiempo en ver una historia relacionada en poco tiempo. 

84K, la nueva obra de Claire North, se aleja de estos parámetros y se adentra claramente en el terreno distópico. Al menos en su concepción inicial. Me entenderéis más adelante. Theo Miller, el protagonista de la novela, es una especie de auditor de crímenes. Su trabajo consiste en cuantificar, monetariamente, el valor de los delitos que se cometen en el Londres en que se sitúa la historia. Hace un tiempo ya que el gobierno de Inglaterra llegó a un acuerdo con una corporación para que sea ésta la que regule la vida diaria de los ciudadanos, privatizando hasta lo más mínimo, y haciendo que la dependencia del dinero sea clave ya no para vivir mejor, sino para la vida mismamente. 

Capitalismo en su máxima expresión. Llevado hasta el límite. Cualquier servicio, acceso o delito tiene un precio. Y si no puedes pagarlo, no lo tienes. Si has cometido un delito y no tienes dinero, tu destino será un centro de trabajo de donde no podrás salir hasta que la corporación lo considere. Pero, ¿y si puedes pagarlo? Entonces eres libre de matar, robar o cualquier otro acto violento o de cualquier tipo. 

En un momento dado, a Theo Miller le caerá un caso que no va a poder rechazar por claros motivos personales y que le va a llevar a indagar en las cloacas de la corporación y sacar los trapos sucios que se cuecen allí dentro. Para contarnos esta investigación, la novela se sirve de dos líneas temporales, una actual y otra situada en torno a 15 años en el pasado. La trama del pasado es la que más texto ocupa, dado que es donde veremos todo el relato de lo sucedido durante la investigación de Theo Miller. La del presente se centra más en las consecuencias de aquellos hechos.

Ahora que ya conocéis un poco más de qué va 84K diré que mi sensación final es que la novela me ha aburrido sobremanera. Pero con matices. 

Dividiría mi opinión en dos partes. En la primera, incluiría casi toda la primera mitad de la novela y la definiría como magnífica. Un reencuentro con la mejor Claire North, detallando hasta qué extremos llega el capitalismo salvaje de este Londres que, por otro lado, es altamente reconocible. Conoceremos con detalle el trabajo de Theo, su relación con el caso que marcara el resto de la novela y, en definitiva, una construcción de mundo que me atrapó rápidamente. 

Sin embargo, una vez tenemos el mundo, tenemos el caso, y comienza la investigación, la novela se vuelve extremadamente aburrida. Por un lado, la cada vez más predominante trama situada en el presente, que no aporta nada significativo a la historia y que entorpece y ralentiza la lectura una barbaridad. Por otro, la propia investigación del caso, que no termina de cuajar. 84K se convierte en un thriller correcalles que olvida toda la profundidad del mundo creado en el inicio de la novela. Y, claramente, eso no es lo que la novela prometía. Todo el entramado familiar, lleno de parentescos, traiciones, persecuciones, etc., hace perder el interés ganado a una velocidad impensable durante la primera mitad. Y lo peor es que dado el embrollo argumental en el tramo final conviene no dejar la lectura para más adelante porque puede resultar casi imposible reengancharse. 

Dicho todo esto, está claro que mi opinión sobre 84K no es buena. O, al menos, no lo es en el global, porque el inicio es prometedor y el estilo de North sigue ahí, con sus frases inconclusas, sus idas y venidas temporales, y esa informalidad en la manera de contar las cosas que tanto me gustó en anteriores obras. Sin embargo, esta nueva entrega no remonta el nivel dado en su anterior novela, lo que supone una decepción para todos los que la venimos siguiendo desde hace tiempo y que buscábamos una novela redonda. Seguiremos a la espera de volver a leer a la mejor Claire North.