Aprovechando que estamos inmersos en la lectura grupal de Blue Remembered Earth recupero una reseña de otro libro de Alastair Reynolds, publicada originalmente en Estación de Nieblas. Al igual que ocurre con la reseña de Médula que rescaté la semana pasada, han pasado ya unos añitos desde que la escribí, así que algunos datos (sobre todo referidos a la publicación de las obras de Reynolds en español) están un poco desfasados. Sin embargo, mi opinión sobre esta obra es básicamente la misma, así que reproduzco la reseña sin cambios.
Alastair Reynolds es conocido en nuestro país por sus dos novelas Espacio Revelación y Ciudad Abismo, situadas en el mismo universo.
Ambas tienen una considerable longitud y presentan varias subtramas que
se van entrelazando hasta llegar a un resolución común de todas ellas.
Sin embargo, Reynolds también se prodiga en extensiones más reducidas. Y
con gran maestría, como demuestran las dos novelas cortas que tienen
lugar en el universo de Espacio Revelación y se encuentran recogidas en Diamond Dogs, Turquoise Days.
El punto de partida de "Diamond Dogs" es el descubrimiento en el
lejano planeta Golgotha de la Espira de Sangre, una misteriosa torre de
origen desconocido y seguramente alienígena. En un comienzo al más puro
estilo del mejor cine de aventuras o de ciertos cómics (como La liga de
los hombres extraordinarios), el excéntrico y casi literalmente
diabólico Richard Childe reúne a un grupo de personajes con distintas
habilidades: una mercenaria, un piloto espacial, una brillante
matemática, un especialista en implantes cibernéticos... Juntos
emprenden una expedición - que recuerda a la de los peregrinos de
Hyperion - para intentar desvelar los secretos de la Espira, una
construcción repleta de trampas y enigmas que hace pagar caros los
errores de cualquiera que se aventura dentro de ella.
El argumento es semejante a El laberinto de la luna de Algis Budrys, o
películas como Cube o Indiana Jones, inspiración que el propio autor
reconoce en una serie de inteligentes guiños y complicidades con el
lector. Sin embargo, Reynolds consigue en esta historia un resultado
mucho más satisfactorio que la (¿por qué no decirlo?) aburrida e insulsa
novela de Budrys.
El inconfundible estilo del autor, en el que se mezclan terror,
ciencia-ficción y escenarios góticos alcanza aquí cotas de auténtica
perfección. El ritmo es vertiginoso, la sensación de misterio está
excelentemente conseguida, los momentos de tensión y terror están
perfectamente dosificados. La ambientación es inmejorable, con una torre
amenazante, que resulta claustrofóbica, que parece viva porque
seguramente lo está, que es sin duda inteligente pero carece de
cualquier sentimiento de piedad. Los personajes también son fascinantes,
especialmente el intrigante y retorcido Doctor Trintignant, que encarna
lo mejor y lo peor de esa alianza impía de naturaleza y tecnología, de
lo vivo y lo mecánico que rezuman todas las obras de Alastair Reynolds.
Este siniestro personaje está obsesionado en grado superlativo con
realizar implantes cada vez más extremos y sus modificaciones van
transformando a los miembros del equipo para adaptarlos a los nuevos
retos de la Espira de Sangre. El autor aprovecha este proceso para
elaborar las imágenes más impactantes de toda la narración, en la que se
suceden peligros insospechados, acertijos matemáticos y descubrimientos
sorprendentes, hasta llegar a un final de los que se quedan grabados en
la memoria.
El aficionado a Reynolds encontrará, como aliciente extra,
apariciones laterales (que sirven de ambientación, más que otra cosa) de
algunos elementos de otras novelas, como los Ultras, la Plaga o el
Monumento a los Ochenta. Todo ello se conjuga para lograr una historia
que se disfruta desde la primera a la última página, de esas que es
prácticamente imposible dejar una vez que se ha comenzado a leer.
Sencillamente una de las mejores novelas cortas que he leído nunca.
En "Turquoise Days" el ambiente gótico es sustituido por un entorno
más poético, pero igualmente subyugante. Turquoise es uno de los
planetas oceánicos en los que habitan los misteriosos Malabaristas de
Formas, una especia alienígena que vive en el agua. La mente de aquellos
que se sumergen a nadar en su proximidad es copiada y asimilada por los
Malabaristas de Formas, formando una suerte de entidad comunal. Además,
en muchas ocasiones los Malabaristas transforman a la persona que nada
con ellos, a veces de manera sutil, a veces radicalmente, dándole
capacidades especiales. Y en otras, el nadador simplemente desaparece
sin dejar rastro.
Naqi Okpik vive en Turquoise y se dedica, junto con su hermana
Mina, a investigar a los Malabaristas de Formas. Un día, descubre una
formación especialmente extraña de Malabaristas y convencida por Mina,
se sumerge junto a ella en el océano. La experiencia es maravillosa y
excitante, pero cuando sale del agua se da cuenta de su hermana ha
desaparecido. Años más tarde, Naqi sigue investigando a los Malabaristas
cuando a Turquoise llega una nave espacial. Es un suceso infrecuente,
ya que Turquoise es un mundo que ha elegido vivir en un relativo
aislamiento. La llegada de esta nave y de su tripulación, también
interesada en el estudio de los Malabaristas, trastocará completamente
la vida del planeta con una serie de intrigas, conspiraciones y
traiciones. En todo ello, Naqi se verá involucrada mientras aún intenta
superar la pérdida de su hermana.
A diferencia de "Diamond Dogs" donde trama y decorado acaparan el
protagonismo a partes iguales, en "Turquoise Days" el principal
atractivo viene de las descripciones de los Malabaristas de Formas. Esta
raza extraterrestre ya aparece en Espacio Revelación, rodeada de un
halo de misterio. El reto para Reynolds, por tanto, es penetrar en ese
misterio sin romper el encanto. Y lo consigue, porque "Turquoise Days"
transmite perfectamente la sensación del encuentro con los Malabaristas,
con esa mezcla de reverencia, curiosidad y temor ante lo desconocido y
maravilloso. Así, la ambientación se convierte en el punto fuerte de
este relato, en el que los acontecimientos son meras excusas para
presentar un planeta bucólico, con sus ciudades flotantes y su océano
inmenso, envuelto en el aura de fascinación de una intrigante especie
alienígena.
Dos novelas cortas, en resumen, que vuelven a poner de manifiesto
la capacidad de crear mundos sugerentes y la fecunda imaginación de
Alastair Reynolds. Un lectura absolutamente recomendable para los que ya
han conocido a este autor a través de sus novelas y una forma
inmejorable de iniciarse en el fascinante universo de Espacio Revelación para aquellos que aún no lo conocen. Yo, por mi parte, estoy
deseando leer cuanto antes Redemption Ark.
Éste va a caer bastante pronto, Odo, justo después de que lea 'The Dervish House' de Ian McDonald.
ResponderEliminarEstoy seguro de que te gustará, especialmente Diamond Dogs.
ResponderEliminarEn cuanto a The Dervish House, no es mi novela favorita de McDonald, pero sí que es muy recomendable.
Ya he leìdo todos los libros de Reynolds en español y me he quedado con una sensaciòn de vacio que intentarè llenar con algunas de las recomendaciones que has hecho aquì,odo.La verdad es que no conocì a este autor hasta el año pasado y fue una màs que grata sorpresa el hacerlo.Làstima que mi nivel de inglès no me permita leer sus otros libros con la fluidez que me gustarìa.
ResponderEliminarCreo haber leído que La Factoría tiene algún otro libro de Reynolds en preparación. En cualquier caso, yo siempre recomiendo animarse a leer en inglés. Al principio cuesta, pero merece la pena por el mundo de posibilidades que abre.
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