Recupero hoy un artículo que publiqué hace unos meses en la tristemente desaparecida hibernada Literatura Prospectiva. Mi intención es comenzar a reseñar números concretos de esta y otras publicaciones, así como escribir algunos artículos más de introducción a revistas de género actuales.
Estamos en el año 2012. Toda la literatura
prospectiva está ocupada por sagas inacabables formadas por novelas de
miles de páginas… ¿Toda? ¡No! Unas cuantas revistas pobladas por
irreductibles escritores de relatos resisten todavía y siempre al
invasor…
Y es que, aunque hemos escuchado por activa y
por pasiva que las antologías no venden y que todas las revistas de
género cierran a los pocos números, lo cierto es que la ficción corta
vive un momento muy dulce, al menos en lengua inglesa (y esperemos que,
con las iniciativas existentes y las que están surgiendo, también en
español a no mucho tardar). Lo más curioso es que algunas de las
propuestas más interesantes y muchos de los mejores relatos están
apareciendo no en las revistas con más tradición como Asimov’s o Fantasy & Science Fiction, que también gozan de muy buena salud, sino en revistas online que ofrecen sus contenidos de forma gratuita. Me refiero a publicaciones como Lightspeed, Clarkesworld, Subterranean Online o Beneath Ceaseless Skies.
En
esta serie de artículos queremos repasar algunas de estas revistas,
presentándolas al aficionado que quizá no haya oído hablar antes de
ellas. Pretendemos, de esta forma, hacer justicia a la ficción corta,
uno de los campos que más está contribuyendo a la renovación de la
literatura de ciencia ficción, fantasía y terror. Para comenzar, hemos
seleccionado una de las revistas más representativas e interesantes del
momento: Clarkesworld.
Clarkesworld
es una de las revistas online más veteranas en lo que a literatura
prospectiva se refiere. Comenzó su andadura en Octubre de 2006 y se ha
venido publicando de forma mensual ininterrumpidamente desde entonces.
Son ya 64 números, todos ellos siguiendo siempre una línea editorial muy
clara y característica marcada por su fundador y editor en jefe (Neil
Clarke) y por sus editores de ficción (Sean Wallace desde el comienzo y
Nick Mamatas durante dos años) y no-ficción (anteriormente Cheryl Morgan
y, desde Diciembre de 2011, Jason Heller).
La característica principal de Clarkesworld
es su apuesta por los relatos que, aun bebiendo de la más pura
tradición de la ciencia ficción y de la fantasía, son decididamente
modernos e innovadores. Relatos que rompen barreras entre géneros, que
no se aferran a formulismos, que no tienen miedo de abandonar los
estilos clásicos. Todo ello con un compromiso férreo con la calidad que
hace que en sus páginas nos encontremos a autores consagrados como
Jeffrey Ford, Mike Resnick, Robert Reed o Elizabeth Bear, junto con
algunos de los jóvenes talentos más prometedores: Ken Liu, Yoon Ha Lee,
Kij Johnson o An Owomoyela. Cada número de Clarkesworld
contiene sólo dos o tres historias (de unos meses a esta parte este
número se ha asentado en tres), pero todas ellas de la más impecable
factura. También es de destacar la gran diversidad que se aprecia entre
los escritores publicados en la revista, con autores procedentes de gran
cantidad de países y culturas diferentes. Por mencionar sólo algunos
entre muchos de los habituales en las páginas de Clarkesworld,
Nnedi Okorafor es nigeriana, Lavie Tidhar es israelita y Aliette de
Bodard de ascendencia franco-viernamita, mientras que E. Lily Yu procede
de China (y su ficción se traduce específicamente para la revista, caso
extremadamente inusual en el mercado anglosajón).
En cada número, los relatos se completan con
contenido de no-ficción. Entrevistas con escritores, artículos de
opinión, reflexiones sobre temas científicos… Estos textos casi siempre
tienen relación, directa o indirecta, con el contenido de ficción de la
revista y, aunque no son el punto más destacable de la publicación,
constituyen un agradable contrapunto a los cuentos.
Otra seña de identidad de Clarkesworld
son sus portadas. Una rotulación minimalista cede totalmente el
protagonismo a ilustraciones tremendamente sugerentes, con
ambientaciones a veces surrealistas y siempre llenas de sentido de la
maravilla, que reflejan perfectamente el contenido. Acompañando a este
artículo se puede ver una pequeña muestra de las mismas, pero lo cierto
es que todas ellas son espectaculares.
La firme apuesta de Clarkesworld por la
calidad se ha visto recompensada con el reconocimiento tanto de lectores
como de críticos y con una buena cantidad de nominaciones y premios. En
sus 6 años de vida, la revista ha sido finalista varias veces en la
categoría “semiprozine” de los Hugo (ganando en los dos últimos
años) y también ha estado nominada en el Locus y en el World Fantasy
Award. Sus relatos han sido finalistas y han resultado ganadores en la
mayor parte de los premios del género: Hugo, Nebula, Locus, BSFA,
Shirley Jackson, Bram Stoker… Incluso sus portadas se han visto
destacadas con nominaciones en el Premio Chesley.
Como hemos mencionado, todos los contenidos de Clarkesworld
desde el primer número hasta el más reciente están publicados de forma
gratuita en su página web. También están disponibles en una edición
mensual en formato electrónico (tanto epub como mobi), que se puede
adquirir puntualmente o bajo subscripción, constituyendo esta la
principal fuente de financiación de la publicación junto con las
donaciones. Además, a partir del número 21 se edita un podcast con parte
de sus historias (en los números recientes, todas ellas) en formato
audio. Los dos primeros años de la revista se encuentran recogidos en
las antologías Realms y Realms 2, disponibles tanto en ebook como en papel.
Si esta pequeña semblanza ha capturado la atención del lector, le recomendamos que pruebe el sabor de Clarkesworld a través de alguno de sus relatos. Un buen lugar para comenzar puede ser las premiadas y multinominadas “The Things” de Peter Watts y “Spar” de Kij Johnson, esta última también disponible en español como “Contienda” en el extraordinario número 50/51 de la revista Cuásar. Si se quiere disfrutar de un número completo, el 52, de Enero de 2011 con relatos de Yoon Ha Lee y Ken Liu es una apuesta segura.
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