miércoles, 21 de enero de 2015

The Just City, de Jo Walton

Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Castles In The Sand, de The Philosopher Kings (Spotify, YouTube).

¿Qué harías si tuvieras los poderes de un dios, una copia de las obras completas de Platón y una máquina del tiempo? Si tu respuesta es intentar crear una sociedad perfecta gobernada por reyes filósofos (como la de La república), entonces tienes que leer urgentemente The Just City, la nueva novela de Jo Walton. En otro caso, bueno, quizá quieras echarle un vistazo de todas formas, porque es un libro suficientemente interesante y de esos que hacen pensar.

La premisa de la novela, como la propia ciudad ideal de Platón, es bastante arriesgada y podría haber hecho aguas por distintos sitios. Sin embargo, Walton hace que (en su mayor parte) funcione centrándola en un tema pertinente y siempre relevante: el libre albedrío. The Just City es, obviamente, una utopía ambigua y el conflicto entre la libertad individual y lo que es Bueno para la sociedad en conjunto es central en la trama. Ésa es una pregunta (a cuánto estoy dispuesto a renunciar por el bien común) que está en el núcleo de cualquier contrato social y los personajes son conscientes de ello:
"It's so great that the masters get to pick things for us, things that we're really good at and that suit us," Laodike said, earnestly. "I'd hate to have to choose. And think how limited it is in other places, where people are mostly stuck doing what their parents did whether they want it or not." 
Una de las cosas que más me han gustado de The Just City es cómo Walton explora este conflicto desde diferentes perspectivas y a todos los niveles: los dioses, los meros mortales e incluso los robots, todos tienen que enfrentarse con el problema de aceptar las consecuencias de las decisiones y cómo afectan al otro. Ése es el misterio que se presenta desde la primera (y hermosa) frase del libro: ¿Por qué se convirtió Daphne en un árbol? Un misterio cuya solución puede ser evidente para el lector, pero que los personajes tienen que descubrir por sí mismos, mientras que Walton maneja las piezas de un modo casi perfecto.

Otro tema importante en The Just City es la diferencia entre los distintos tipos de amor, según los entiende Platón: eros, philia y agape. Esta distinción es explorada a través de la relación entre Apollo (en su forma humana) y Simmea, convirtiendo a la novela también en una historia de amor, aunque no precisamente una típica. No creí que me fuera a interesar demasiado esta parte de la historia, pero la verdad es que está muy bien desarrollada, haciendo que Apollo y Simmea sean los verdaderos protagonistas del libro.

Y aquí es donde surge mi principal problema con la novela. La historia está contada en primera persona por tres personajes distintos, los dos mencionados arriba y un tercero, Maia, con capítulos que alternan entre las perspectivas y proporcionan tres puntos de vista muy necesarios: el dios (Apollo), la estudiante (Simmea) y la maestra (Maia). Mi queja viene de que el personaje de Maia tiene muy poca relevancia y parece emplearse solamente para explicar algunos de los problemas de organización de la ciudad a los que se enfrentan sus diseñadores. Aparte de eso, casi no hay interacción entre Maia y los otros dos protagonistas y el poco desarrollo que tiene el personaje me recordó demasiado a My Real Children, una novela que apenas me resultó interesante (aquí se puede leer mi reseña). 

Otro problema menor es que hay poca especulación sobre ideas filosóficas más allá de los conceptos de justicia y agape. Entiendo que el foco principal del libro es la posibilidad de una implementación práctica de la ciudad ideal imaginada por Platón, pero, vamos, que aquí hay filósofos traídos de todas los puntos de la Historia por una diosa; no me puedo creer que no indaguen mucho más en temas como la naturaleza del tiempo y del espacio, por ejemplo. Y tampoco debemos olvidar que en La república es donde Platón nos presenta el famoso Mito de la caverna, algo que no recuerdo que se mencione para nada en la novela.

Globalmente, me ha gustado bastante el libro y me ha hecho pensar mucho sobre la justicia y el libre albedrío, que supongo era uno de los propósitos principales de la autora. Recomiendo su lectura, aunque intuyo que no será del gusto del todo el mundo, especialmente en el caso de aquéllos que estén buscando tramas de acción. Sólo en los últimos días me he enterado de que The Just City es parte de una trilogía (la segunda entrega, The Philosopher Kings, se publicará a mediados de año). En mi opinión, el final de la novela es suficientemente satisfactorio y es posible disfrutar el libro sin recurrir a continuaciones, pero supongo que leeré también el siguiente para ver a dónde decide llevarnos Walton esta vez.

3 comentarios:

  1. Pues mira, me has convencido de ponerla en La Pila. Ahí puede pasar meses, pero al final acabaré llegando a ella. ¡Gracias por una interesante reseña!

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  2. Coincido con Miquel. Cuando esté disponible la compraré. Veo que su salida se ha retrasado...

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  3. Pues ya me contaréis qué tal si lo leéis.

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