Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Take Out to the Ball Game en la versión de Lonestar (Spotify, Youtube).
Al encontrarse con un título como Zombie Baseball Beatdown es fácil sacar la conclusión precipitada de que se trata de una obra menor, de una pequeña broma o incluso, como he llegado a ver comentar en alguna red social, de un libro meramente alimenticio. Sin embargo, aunque es evidente que Paolo Bacigalupi se lo ha pasado muy, pero que muy bien escribiendo esta novelita (y consigue que el lector también se lo pase estupendamente), no ha renunciado a darle una dimensión bastante más profunda de lo que podría parecer a simple vista.
Y es que tanto los zombies como el baseball son sólo dos de los elementos, y no los más importantes, de Zombie Baseball Beatdown. El tema principal de la novela es, en realidad, una crítica descarnada (pun intended) a la industria cárnica y sus más que cuestionables métodos de producción, muy en la línea que ya seguía Fast Food Nation, por ejemplo. Y, casi al mismo nivel de importancia, encontramos también un interesante retrato de la realidad de la inmigración y el mestizaje en Estados Unidos. Cualquiera lo diría viendo la portada, ¿verdad?
Todo esto está tratado en apenas 300 páginas, de forma amena (no hay que olvidar que el libro está dirigido a un público juvenil) pero suficientemente seria y rigurosa y evitando (casi siempre) caer en el discurso simplista y moralizante. De hecho, Bacigalupi juega en Zombie Baseball Beatdown al mismo tipo de juego que Cory Doctorow propone en novelas como Little Brother, pero de modo más sutil y sin que se le note tanto el cabreo.
Por supuesto, tampoco es que este sea un libro profundo o mortalmente serio. Para nada. Aunque los temas de fondo tienen una alta carga social, Bacigalupi consigue equilibrarlos perfectamente con un ritmo ágil, un tono tremendamente divertido, una trama repleta de situaciones hilarantes y unos diálogos divertidísimos. En ese sentido, el balance entre reflexión y entretenimiento funciona de manera prácticamente perfecta y el libro, globalmente, me parece bastante más atractivo que Shipbreaker (El cementerio de barcos), por comparar con otra obra juvenil de Bacilagupi, en la que el autor se decantaba claramente por lo melodramático.
Uno de los aspectos más destacados de Zombie Baseball Beatdown es la voz de los protagonistas principales. Me alegra encontrarme, por una vez, con personajes de quince años que hablan como hablan los jóvenes de quince años y que no parecen ni superdotados resabidos ni viejos prematuros. Diálogos reales y frescos, con algunas respuestas francamente divertidas. Además, los protagonistas no son todopoderosos: tienen miedo, caen en contradicciones, cometen errores (bastantes) y están muy lejos de ser los protagonistas pluscuamperfectos de otras novelas juveniles. Un sobresaliente en este apartado.
En cuanto a los zombies y el baseball, ambos hacen sus apariciones justas. Los muertos vivientes protagonizan varias escenas muy bien llevadas, en las que Bacigalupi utiliza algunos de los tópicos más habituales sin desgastarlos y, además, añade algún destello de originalidad que se agradece mucho. El baseball es un elemento mucho más secundario, aunque es cierto que el primer capítulo puede resultar un tanto desconcertante para el que no esté habituado a la terminología de este deporte (en momentos así, las horas pasadas jugando al R.B.I. en sus distintas encarnaciones ya no parecen un tiempo tan desperdiciado). En ambos casos, Bacigalupi dosifica estos aspectos lo suficiente para que el comprador que haya adquirido el libro por el título no se sienta estafado con el contenido y como para que el lector al que estos temas le sean más indiferentes no se sienta hastiado con ellos.
En resumen, Zombie Baseball Beatdown es un libro ágil, que se lee en apenas un par de días, divertido sin renunciar a la reflexión sobre temas de gran importancia y que hace un tratamiento más que notable de los personajes juveniles. La novela no pasará a la historia como una de las obras claves del género, pero sin duda es una lectura refrescante, entretenida y muy, muy recomendable, tanto para jóvenes como para los que ya no lo somos tanto.
Uaps, estupenda noticia que sea tal y como dices. ¿Crees que podría venir por estos pagos?
ResponderEliminarFer
Pues no sé. Si no me equivoco, primero tendrían que traducir The Drowned Cities, que creo que todavía está pendiente.
EliminarApuntado queda. ¿No estará escrito en tiempo presente como La chica mecánica?
ResponderEliminarNo, es un estilo bastante diferente: de hecho, está narrado en primera persona.
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