Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Travel by Dreams, de Mike Rowland (Spotify, YouTube)
11,4 sueños luz es una novela de ciencia ficción escrita por Nicholas Avedon y publicada el año pasado. Desde entonces, ha hecho cierto ruido por las redes sociales y me había encontrado con unas cuantas reseñas bastantes positivas. Animado por ello, me decidí a darle una oportunidad y, aunque no puedo decir que me arrepienta de haberlo hecho, la verdad es que no me ha convencido del todo. Paso a explicar un poco por qué.
Una de las cosas que llaman la atención de 11,4 sueños luz es que aúna varios elementos en principios dispares. Por un lado, tenemos todo el tema de los "sueños vívidos" en los que trabaja el protagonista. Por otro, una sociedad claramente distópica, con estratos sociales marcados por el poder adquisitivo. Finalmente, una de las subtramas tiene que ver con la selección de tripulantes para una nave generacional. Como veis, ingredientes bien distintos que están desarrollados con distinto grado de éxito.
El que más me ha gustado de todos ellos, con bastante diferencia, es el relacionado con la tripulación de la nave. Varios de los protagonistas, por diferentes motivos, se ofrecen como voluntarios para viajar a otra estrella y deben pasar una serie de pruebas para demostrar su idoneidad. Esta subtrama me ha parecido bastante original, sobre todo porque no se dan respuestas claras a cuáles deberían ser las reacciones correctas para poder ser admitido como tripulante y porque se valoran cualidades como el trabajo en equipo o la capacidad de negociación por encima de otras que normalmente suponemos en un astronauta (forma física, inteligencia, liderazgo...).
Sin embargo, los otros dos elementos principales me han dejado bastante más frío. Por un lado, el comienzo del libro se centra sobre todo en el trabajo de Ariel, el protagonista principal en la producción de sueños vívidos, y recuerda por momentos a Jacintos, de Chelsea Quinn Yarbro. Sin embargo, creo que no se profundiza demasiado en esta faceta y, según va avanzando la novela, el hecho de que Ariel trabaje en este tipo de entretenimiento y no en otra cosa va perdiendo importancia hasta el punto de que pasa a ser una mera anécdota.
La parte distópica tampoco acaba de cuajar del todo. En ningún momento me ha dado la impresión de Avedon describa una sociedad completa y compleja. Más bien parece que hay un armazón más o menos desarrollado, pero en el que faltan rellenar muchos detalles para que nos los consigamos creer del todo.
Esta falta de definición se extienda también a los personajes. A pesar del intento de aportarles profundidad con algunos flashbacks no demasiado bien colocados, ninguno de ellos resulta suficientemente real. Sus motivaciones, por ejemplo, son demasiado variables y volubles y, como el trabajo en sueños vívidos de Ariel o su adicción al trank, que al principio parece que van a ser capitales en el desarrollo de sus personalidades, pero que luego se desdibujan y quedan en meras anécdotas. Tampoco ayuda el hecho de que aparezcan ciertas contradicciones en lo que se nos cuenta, como que se diga de un personaje que nunca hablaba de trabajo para, pocas páginas después, afirmar que siempre estaba discutiendo temas laborales.
En definitiva, una obra de la que rescato la parte de las naves generacionales, que me ha sorprendido gratamente, pero que no me ha acabado de convencer en su conjunto. Sin embargo, si la sinopsis os llama la atención, tampoco quiero desaconsejar su lectura, porque parece que mi opinión es minoritaria y que la mayor parte de los lectores han quedado mucho más satisfechos que yo.
Hola :) Me lo cogí para el kindle hace poco, justo por la sinopsis. Como bien dices, ha cosechado buenas opiniones. El tema de las naves generacionales es interesante, sobre todo si esta bien plasmado. Veremos que me parece a mi ese mundo que ha desarrollado. Un abrazo^^
ResponderEliminarA ver qué te parece. Lo comentamos en el Celsius :)
ResponderEliminar¡Todos al Celsius! Ya tengo ganas de poneros las caras a todos ��
ResponderEliminarLa nave generacional habrá que verla en la 2ª parte. Por lo que entraña a esta primera, yo me encuentro en una situación similar a l tuya. Lo lei, lo pasé bien, con unos desarrollos secundarios que tienen mucho potencial, pero la historia principal me dio más igual.
Como te digo, habrá que esperar a la segunda parte para ver en qué termina el viajecito.
No sabía que iba a haber segunda parte, pero ahora que lo dices tiene bastante sentido.
ResponderEliminar¡Nos vemos en el Celsius!