jueves, 15 de junio de 2017

Antonio Díaz reseña Waking Gods, de Sylvain Neuvel

Echabais de menos a Antonio Díaz, ¿verdad? Pues aquí lo tenemos de nuevo, en esta ocasión para hablarnos de Waking Gods, la continuación de Sleeping Giants, de Sylvain Neuvel. ¡Espero que os guste!

Banda sonora de la reseña: Antonio sugiere leer esta reseña escuchando Zankoku no Tenshi no Teeze, el "opening" de Evangelion (Spotify, YouTube)

Waking Gods es la continuación de Sleeping Giants, segunda en la trilogía de novelas The Themis Files. Sylvain Neuvel responde en esta entrega a muchas preguntas que inevitablemente el lector se plantea durante la primera.

El formato sigue siendo epistolar… y sigue funcionando. Aunque inicialmente pensé que quizás otra entrega entera con ese curioso compendio de conversaciones transcritas, informes, entradas de diarios personales y demás sería cansino, no ha sido ése el caso. El formato se mantiene fresco y esta novela cayó en tan sólo un par de días gracias a la agilidad que imprime a la lectura. Sin embargo, el propio Neuvel se encuentra atrapado dentro de las limitaciones del estilo elegido y lucha fieramente por expresar lo que desea con un resultado bastante tramposo. Hay alguna conversación grabada que resulta ser más un soliloquio muy conveniente para hilar el argumento y alguna conversación excesivamente descriptiva de la situación. Quizá es cierto que me he dado cuenta de las trampas de Neuvel porque las estaba esperando, pero no puedo sino restarle medio punto por no saber permanecer dentro de las barreras autoimpuestas.

La principal ventaja de Waking Gods frente a Sleeping Giants, y que contrarresta en cierto modo la pérdida de frescura típica del segundo libro, es la incertidumbre. En la primera novela, una vez metidos en harina, es fácil prever por dónde van a ir los tiros (a veces literalmente). Aunque Neuvel hace cierto esfuerzo por girar el argumento y sorprender, sobre la novela sobrevuela una sombra de previsibilidad que lo impregna todo. En Waking Gods esa sombra ha sido totalmente desterrada y el lector vuela a ciegas. De hecho, Neuvel rompe con éxito ciertas convenciones del género y lleva la acción hasta puntos ciertamente extremos con excelentes resultados.

Por otro lado, el principal inconveniente de la novela, amén de las limitaciones del formato epistolar, es la barrera tecnológica. Durante el primer libro Neuvel se dedica a explorar la tecnología superior hallada por aquella niña que se cayó por aquel agujero y los personajes realizan una serie de afirmaciones y descubrimientos basados en sus experimentos. En esta segunda novela se amplía la información dada en la primera entrega, pero persiste la trampa. Éste es un caso del llamado “efecto Harry Potter”. Cuando J.K. Rowling comenzó a escribir las novelas de Harry Potter planificaba una, la escribía, la publicaba y planificaba la siguiente. Este “ir a salto de mata” tiene la ventaja de la velocidad (es evidente que es más fácil planificar y escribir una novela que una saga entera del tirón) y la pega de la conservación de la lógica interna de las novelas. Una vez escritas tres o cuatro novelas, Rowling tenía devanarse los sesos cada vez más para mantener la verosimilitud de la historia, seguir sorprendiendo al lector y no romper la continuidad. Hay muchos hechizos y efectos mágicos que Rowling introdujo en los primeros libros y que han marcado cómo han de desarrollarse los siguientes. Es posible que Rowling tomara otras decisiones distintas si volviese a escribir la saga desde el principio sabiendo lo que sabe. Personalmente no me cabe la menor duda de que habría decidido no dotar a su protagonista de: una capa de invisibilidad, un mapa capaz de decirte donde está la gente en cada momento, la capacidad de teletransportarte a voluntad y, mi favorito personal, una máquina del tiempo que cabe en la palma de una mano, mientras que otros hechiceros muchísimo más poderosos no tienen acceso a estos artefactos arcanos. 

A Neuvel le pasa un tanto de lo mismo (aunque obviamente a menor escala) y da la impresión de que las soluciones a las que ha recurrido para evitar contradecirse dañan un poco la verosimilitud de la trilogía.

El autor sigue jugando fuerte con una historia cada vez más global. Hechas las presentaciones de los personajes en la anterior entrega, se sumerge de lleno en una exploración psicológica más profunda. Y le sienta muy bien a la novela. El enfoque cambia ligeramente y se acentúa la mirada sobre personajes distintos a los del primer libro. También Neuvel ahonda en lo difícil que es ser fundamentalmente bondadoso y en el clásico dilema de si el fin ha de justificar los medios o si, en cambio, hay líneas que no deben cruzarse.

En Waking Gods el autor culmina con un cliffhanger aún mayor que en el primer libro (si es que tal hazaña es posible), pero me temo que el final un poco precipitado y las circunstancias poco creíbles que conducen a dicho final casi me sacan de la novela.

En resumen, Waking Gods es una novela extremadamente entretenida, un tanto más profunda que la primera pero no exenta de sus propios problemas. No tengo ninguna duda de que me haré con la tercera cuando salga. Neuvel todavía me tiene atrapado bajo su influjo. Si a vosotros os gustó la primera, posiblemente también os guste la segunda.

6 comentarios:

  1. A ver si la editorial Stella Maris se decide a publicarla de una vez!!! :( Ahora, tras leer tu reseña, me han entrado más ganas aun de continuar la historia xD Gracias! :D

    ResponderEliminar
  2. Joe, pues que ganas de leer la continuación. Tiene pinta de un aperitivo veraniego de gama alta, pese a sus fallitos. Me encanta Stella Maris y sus anuncios, siempre llegan 4 o 5 meses después de lo que dicen. En fin, a ver si la vemos por aquí de verdad. Un abrazo^^

    ResponderEliminar
  3. Pues si chicos, a ver si la sacan porque es lectura veraniega total.

    ResponderEliminar
  4. ¡Hola!
    Genial la reseña de Antonio :) Tengo aún el primer libro para leer en la cola de pendientes y seguramente caiga para verano, que tiene pinta de ser uno de esos libros de leer al lado de la piscina.
    Por cierto, muy cierto el comentario sobre Harry Potter. Se nota que a partir del 4to libro Rowling tiene que empezar a hilarlo todo y hay algunas soluciones que son un poco pilladas con pinzas, pero bueno, eso no quita todo lo bueno de la saga. Ya cuando lea estos dos libros (o al menos el primero) veré que me parecen :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias por el comentario maja. Pues sí que se tienen que leer muy bien estos libros al ladito de la piscina. Estoy de acuerdo contigo respecto Harry Potter (los primeros libros que me leí en inglés, por cierto). A pesar de las dificultades, Rowling sale bien parada y sigue dando lugar a una saga muy muy disfrutable con, especialmente, unos secundarios para el recuerdo.

      Eliminar
  5. Hoy hemos catalogado la publicación de este libro en español http://www.tercerafundacion.net/biblioteca/ver/ficha/30610

    ResponderEliminar