lunes, 4 de diciembre de 2017

Pablo Bueno reseña Detrás de sus ojos, de Sarah Pinborough

Pablo Bueno nos trae hoy la reseña de Detrás de sus ojos, la novela de Sarah Pinborough (invitada ya confirmada para el próximo Festival Celsius 232) que recientemente ha sido publicada en España por Runas. ¡Espero que os guste!

Banda sonora de la reseña: Pablo sugiere leer esta reseña escuchando Sweet Dreams, de Eurythmics (YouTube, Spotify)

El año pasado tuve la oportunidad de ver a Sarah Pinborough en persona en la EasterCon celebrada en Manchester. De ella me llevé, sobre todo, la impresión de que, tras una apariencia encantadora y siempre sonriente, tras un carácter siempre presto para el humor, había una cabeza con una lucidez más que notable. Sus respuestas eran ágiles y sus comentarios certeros. Tras leer este libro, confirmo y subo a «es capaz de concebir ideas sumamente macabras y disimularlas tras una cortina de cotidianeidad y conversaciones aparentemente casuales». Macabras, insisto.

No suelo hablar mucho del argumento de las obras en mis reseñas. Creo que el descubrimiento acostumbra a ser uno de los grandes valores de las mismas, pero en este caso sí haré referencia brevemente a las primeras páginas.

La historia comienza con una serie de misterios que jalonan unas vidas, por lo demás, bastante normales. Nos encontramos desde algo tan tristemente cotidiano como la muerte de una mascota, hasta lo que esconde la relación entre Adele, una de las dos protagonistas, y su marido David. El lector es consciente enseguida de que hay algo tirante, afilado, entre ellos; que les ha pasado algo tan grave que condiciona su matrimonio. 

El mismo acercamiento entre Adele y la otra protagonista, Louise, resulta misterioso y nos hace alzar una ceja en cuanto se produce. Quizá porque David tuvo un breve encuentro amoroso días atrás con la que posteriormente descubriría que es su secretaria en su nuevo trabajo. Casualmente, esa secretaria resulta ser Louise. ¿Muchas coincidencias juntas? No, porque la autora tiene un plan bien hilado que iremos descubriendo poco a poco. 

Siempre he dicho que el misterio es uno de los motores más potentes de las historias. Si conseguimos que nuestros lectores estén ávidos de respuestas habremos hecho un gran trabajo. Pinborough usa aquí el misterio como el combustible de un vehículo diesel que mantiene una velocidad de crucero hasta que decide acelerar, ya cerca del final: apenas se van aclarando unos flecos cuando ya están asomando los siguientes, teniendo siempre en el horizonte el gran misterio que percibimos pese a la aparente normalidad que emana, sobre todo, de Louise.

Uno de los elementos que más brillan en este libro son los diálogos. Pinborough tiene un talento extraordinario para las conversaciones. No es solo que estén bien escritas, ni siquiera que salgan con una aparente (y envidiable) naturalidad. Es que, además, fluyen como si las escucháramos en directo. Por si fuera poco, cada una de las dos protagonistas tiene una voz propia. Voces, por cierto, tan distintas que al principio pensé que, seguramente, una tendría más fuerza que otra, más peso en la historia. No es así. Cada una muestra una personalidad propia pero sólida y creíble. Es imprescindible, por tanto, mencionar a la traductora, Pilar Ramírez Tello, que ha hecho un trabajo sobresaliente.

Adele se encarga de abrir la historia con unos pensamientos arrolladores. Nos hace partícipes de su dolor, de su miedo, de la angustia que le generan los problemas de su matrimonio de una forma tan clara como si una amiga se estuviera desahogando con nosotros. Sin embargo, aun en dicha situación, la percibimos fuerte y segura de sí misma, consciente de su vida sofisticada y llena de lujo aunque se haya tornado también fría y contenida. Louise, por el contrario, nos muestra los sinsabores de una mujer de su tiempo que ha vivido una separación cuyas cicatrices todavía le duelen, que se preocupa por su hijo, que tiene dificultades económicas, de familia y de organización. Es, en fin, una persona que pasaría desapercibida en medio de los millones de habitantes de Londres, pero que, sin embargo, resulta extraordinaria en su sencillez. Y algo más. 

De este modo, Pinborough nos presenta dos mujeres contrapuestas: Adele personifica la belleza, la sofisticación y la seguridad en sí misma; Louise se muestra torpe y ramplona bajo su propia opinión, con baja autoestima y un cierto sentimiento de rechazo por lo que sucedió en su anterior matrimonio.
Son ellas las encargadas del avance de la trama, narrando en primera persona lo que va aconteciendo. Sin embargo, pronto nos daremos cuenta de que algunos capítulos intercalan poco a poco la historia del pasado de Adele, lo que nos irá acercando de forma inmisericorde al conocimiento de los misterios que allí se gestaron.

En gran medida será a través de estos capítulos como iremos comprendiendo dónde está el componente fantástico de esta historia, que al principio es tan leve que ni se intuye, aunque está presente si uno sabe dónde buscarlo. Sin embargo, a la postre resultará ser la clave de todo. Quizá incluso soporte el peso de la trama de una forma demasiado solitaria, pues todo girará, al final, en torno a ese pequeño detalle que apenas tiene trascendencia aparente durante toda la novela, aunque no se puede negar que acaba por encajar como un guante.

En cualquier caso, la idea central de esta historia está para mí en lo diferente que es a veces la imagen que se ofrece de cómo se es en realidad. El misterio y la satisfactoria resolución del final son magníficos, pero el estudio que hace Pinborough de las personalidades de Adele y Louise (y de David en menor medida), contraponiéndolo con la fachada que percibimos como espectadores, es magistral. No solo eso: da que pensar.

Por último, quiero resaltar la valentía de la autora para llevar la historia y las propias condiciones que se impone a sí misma hasta las últimas consecuencias, brindándonos no solo unas últimas escenas mucho más duras de lo que nos esperábamos, sino también infinitamente más sorprendentes.

2 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo con esta pedazo reseñaza. No lo podría describir mejor. Detrás de sus ojos es todo un estudio de la personalidad, de lo que ocultamos, de nuestras mascaras sociales ¿Quién somos en realidad? ¿Cuánto somos capaces de ocultar al mundo? Como bien resaltas, los diálogos son sublimes, son claves. Y creo que con una relectura sacaríamos a relucir aún más detalles que anticiparían ese giro final que te tira de la silla. Un abrazo^^

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  2. Esta ya estaba en mi lista para el Celsius, porque quería intentar leer algo de la autora antes del festival. Sube puntos :) Gran trabajo Pablo

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