lunes, 7 de enero de 2019

Miquel Codony reseña Antisolar, de Emilio Bueso

Hoy tengo el placer de ofreceros la reseña de Antisolar, de Emilio Bueso, realizada por Miquel Codony y publicada originalmente en el episodio 21 del imprescindible podcast Neo Nostromo. ¡Espero que os guste!

Banda sonora de la reseña: Miquel sugiere leer esta reseña escuchando esta conocida canción. 

Hoy os voy a hablar de Antisolar, la segunda parte de la trilogía Los ojos bizcos del Sol de Emilio Bueso, y me gustaría comenzar dejando clara mi ilusión al poder recomendaros esta fantástica novela de ciencia ficción. En el momento de escribir esta reseña hace un año y un par de semanas desde que leí por primera vez Transcrepuscular, la entrega inicial de esta historia, y puedo asegurar, y aseguro, que la continuación mejora a todos los niveles. Y eso no es poca cosa… Chicos, chicas e identidades de género intermedias: si os interesa la ciencia ficción patria… que caramba: si os interesa la ciencia ficción… no podéis dejar pasar este libro.

Tengo que decir que para afrontar en condiciones la lectura de Antisolar he vuelto a leer el primer libro y que he disfrutado bastante más la segunda visita que la primera. Para mi esa es la prueba del algodón de cualquier novela: su comportamiento en segunda lectura. ¿La resiste? La novela vale la pena. ¿Mejora la experiencia? Eso significa que tiene suficiente riqueza y complejidad como para que la trama, el carisma de los personajes, y todos esos elementos que destacan en una primera capa de lectura sean solo una parte pequeña de lo que tiene que ofrecer. Mi valoración de Transcrepuscular mejora en la relectura, y mi valoración de Antisolar es aún mejor.

Lo primero que llama la atención al comenzar el libro es la elipsis que separa el final de Transcrepuscular y el inicio de Antisolar. Voy a evitar la revelación de detalles de la trama de cualquiera de los dos libros, pero no quiero obviar que, aquí, Bueso nos invita a explorar una parte del mundo de la que, hasta ahora, solo habíamos oído hablar en tonos más bien ominosos. Eso le permite profundizar en la naturaleza del planeta y de las sociedades que lo habitan. Más allá de los problemas que pueda haber entre los personajes, a los que aludiré dentro de un rato, a nivel narrativo Antisolar presenta dos grandes conflictos o preguntas: ¿cuál es la conexión entre nuestro mundo y el escenario de la novela?, ¿y qué está pasando entre los seres humanos y… los otros seres? La primera cuestión es el punto de partida de la novela y a su alrededor se articulan las relaciones entre los personajes que ya conocíamos del primer libro y algunos de los nuevos, como la “soldado” (o rikugun-chui) Wing Melin; pero la segunda se va desarrollando progresivamente y se dibuja como un conflicto de fondo que da pie a algunas de las escenas más espectaculares, a nivel imaginativo, de Antisolar. Es esta trama la que va cobrando importancia y desemboca en el clímax con el que acaba el libro, y lo deja todo preparado, aparentemente, para una tercera y última parte que espero como hacía tiempo que no esperaba el final de una trilogía.

Lo que más me gusta de Antisolar (y de su predecesora) no es el componente aventurero, por más que lo disfrute, sino todo lo que oculta detrás de esa primera capa. Lo que me fascina es la habilidad de Emilio Bueso para coger un montón de elementos de la ciencia ficción más pulp y de la fantasía más cercana a la espada y brujería para plantear una serie de cuestiones que ya apuntaba en la primera entrega de la saga. Entre el paréntesis delimitado por los Antiguos colonizadores en el pasado, y la misteriosa Gran Colonia que iremos conociendo a lo largo del libro, la pregunta que resuenta a lo largo del texto es qué significa la idea “civilización” y de qué manera de la combinación de elementos aparentemente incompatibles puede surgir algo. La respuesta a esa pregunta no está clara, aunque en la simpatía que el autor revela hacia sus personajes se intuye una voluntad de subversión bastante explícita. Está claro que los que le gustan a Bueso son los bárbaros. Una virtud de la novela es cómo establece paralelismos entre diferentes tipos de conciencia y las estructuras sociales que de ellos se derivan, más o menos puros, más o menos híbridos, pero sobre eso prefiero no revelar demasiado.

Antisolar me parece una novela más rica, ambiciosa y exuberante que Transcrepuscular, que sube la apuesta y corre más riesgos, pero también me parece más madura a nivel de estilo. Hay momentos puntuales de gamberrismo que harán sonreír al lector pero que no necesariamente son una virtud del texto. También cierta complacencia, o cierto optar por el camino fácil, cuando la novela necesita dar voz a algunos de los personajes más “alienígenas” del libro, pero en conjunto me parece un texto con una prosa más disciplinada y rigurosa que su predecesor. Los personajes siguen hablando como si vinieran del extrarradio de una gran urbe española, pero diría que incluso ahí el autor ha “domado” —dicho sea con todas las comillas posibles— los diálogos y consigue un efecto más personal y fluido. Tal vez se deba a que el lector se acostumbra, pero diría que Bueso ha afinado mejor la voz de todos los personajes y, aunque el alguacil sigue siendo el personaje que monopoliza la práctica totalidad de la focalización del texto, evoca con eficacia y de forma bastante profunda la personalidad de todos los personajes, ya pertenezcan al nuevo reparto o al elenco que ya conocíamos. El tratamiento de los personajes es uno de los elementos que más destaco en la mejora de esta segunda entrega. Hay algunas soluciones argumentales y detalles muy concretos que quizás cuestionaría, pero son elementos menores. Me sigue dando la sensación, y es algo que valoro mucho, de que Bueso se lo pasa bomba escribiendo esto.

Y no tengo mucho más que decir. Me parece una novela de ciencia ficción tremenda, compleja y potente, y tengo toda la confianza en la futura novela final. Brutal.

2 comentarios:

  1. Mi pequeño problema con la segunda parte es cierto tramo central que se vuelve un torbellino alocado de acciones sucesivas. También puede ser que leyera a toda mecha por que estaba deseoso de saber más tras todo lo que se oculta tras este mundo que Bueso va destejiendo para nosotros de su velo de realidad, y no pudiera apreciar tanto esta segunda entrega (que aún así me gusto mucho). Tras lo que has dicho, y aunque ya lo tenía en mente de cara a Subsolar, creo que la relectura de los dos volúmenes será interesante para encarar el final. Yo no sé tu, Miquel, pero espero sorpresas y una buena bofetada. Un abrazo :)

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  2. ¡También espero sorpresas! Ves, a mi en la segunda parte la acción me parece muy bien tramada y creo que el ritmo funciona.

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