lunes, 25 de febrero de 2013

The Boolean Gate de Walter Jon Williams

Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Wardenclyffe Tower de Allan Holdsworth (Spotify, Youtube)

The Boolean Gate es una magnífica novela corta de Walter Jon Williams que conjuga fragmentos de la vida de dos personajes reales con un leve elemento de ciencia ficción para dar una interpretación "diferente" de ciertos sucesos históricos, en concreto los que rodearon al proyecto de construcción de la Torre Wardenclyffe por parte de Nikola Tesla.  

Así que, por un lado, nos encontramos con Tesla, auténtico paradigma del científico loco, y que últimamente se ha convertido en un icono del steampunk casi tan habitual como los zepelines o las gafas de aviador. El tratamiento que de Tesla hace Williams es, sin embargo, extremadamente fiel a la realidad histórica, huyendo en todo momento de la exageración esperpéntica y de los aspavientos innecesarios. De hecho, con un personaje como Tesla no es necesario ir más allá de lo estrictamente histórico para transmitir su peculiar personalidad. Así, el autor sabe escoger perfectamente los detalles que debe contar (y el momento en que debe contarlos) para definir al personaje:

They had come to Thirty-third Street again, and Sam realized they’d walked completely around the block. He made ready to turn into the hotel, but Tesla kept walking on, and Sam made a little run to catch up.
“Are we not going into the hotel?” he asked.

“I can’t,” Tesla said. He offered an apologetic smile. “I must walk around the block three times.”

Sam raised his eyebrows. “Why?” he asked.

“Because it’s the smallest number divisible by three.”

Pero aunque Tesla proporciona la excusa, el elemento extraño necesario para crear la tensión que moverá la trama, el verdadero protagonista de la historia es Samuel Clemens. Ojo, Samuel Clemens y no Mark Twain, que en realidad es un personaje tan ficticio como Tom Sawyer al que Clemens interpreta para beneficio del público que le idolatra, de los periodistas que le persiguen y de su propio y maltrecho amor propio. Y es que una de las mayores virtudes de The Boolean Gate es la elegancia y la sencillez con la que Williams desnuda a Clemens del disfraz de Twain para mostrarnos una profunda insatisfacción vital y una amarga culpabilidad que serán, junto a las excentricidades de Tesla, el motor de la narración.


Torre Wardenclyffe (imagen de Wikipedia)
Precisamente ese conflicto interior que vive Clemens y del que somos partícipes más y más según avanza la trama, hace que lleguemos a dudar de la pureza de las motivaciones del personaje e incluso de su cordura (papel que parecería más apropiado para Tesla, ¿verdad?). Clemens es un hombre que bajo una fachada de aparente éxito (al fin y al cabo, es "el hombre más citado del mundo") vive atormentado por una serie de fracasos de los que se siente responsable (quizá irracionalmente) y que busca una oportunidad de justificarse ante sí mismo y sentirse merecedor de la admiración popular que despierta. Necesita una causa, una oportunidad de redención, sea ésta real o no.

A esta ambivalencia del personaje contribuye decisivamente el espectacular trabajo de documentación y ambientación histórica de Williams. La aparición de personajes secundarios tan interesantes como J.P. Morgan u Oscar, el maitre del Waldorf-Astoria, y la abundancia de detalles costrumbristas (como el origen de los huevos a la Benedict o el precio del cigarro habano a principios del siglo XX) contribuyen a crear un contexto prácticamente perfecto, pero sin apabullar ni aburrir al lector. Por lo que he podido comprobar, el contenido del relato es históricamente correcto al 99% lo que hace que ese 1% ficticio, que Williams fusiona de forma magistral con los hechos reales, pueda ser interpretado bajo distintas ópticas. No quisiera desvelar detalles relevantes de la trama, pero no sé si intencionalmente o no, da la impresión de que The Boolean Gate admite una segunda lectura semejante a la que es posible hacer con Among Others (Entre Extraños) de Jo Walton.

En cuanto al tono de la narración, el trabajo de Williams es, simplemente, magnífico. Como ejemplo más destacable, la brillantez y el ingenio de los diálogos de Mark Twain contrastan de manera perfecta con la apatía, la inseguridad y la melancolía que definen los pasajes dedicados al monólogo interno de Clemens. Es un cambio de registro sutil, manejado de forma asombrosamente natural por el autor, pero que no puede ser más adecuado para definir a un personaje sin necesidad de apoyarse en recursos artificiosos. 

En resumen, The Boolean Gate es un estupendo relato, con unos personajes magistralmente desarrollados, un tono cuidadosamente elegido y trabajado y la dosis suficiente de misterio para atrapar al lector durante toda la lectura. Una novela corta que recomiendo vivamente y que puede ser leída de forma gratuita dentro del número de invierno de 2013 de la revista  Subterranean.

6 comentarios:

  1. Sí, es nominable porque aunque aparece en el número de invierno de 2013 de Subterranean, ya había sido publicado antes como "chapbook": http://www.isfdb.org/cgi-bin/title.cgi?1465688

    De hecho, es muy posible que lo incluya en mi papeleta, aunque aún me quedan algunas cosas por leer y este año la "cosecha" de novelas cortas es muy, muy buena.

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  2. ¿Vas a hacer un post con tus nominados de novelas cortas? Para hacer un pequeño plagio...

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  3. Lo tengo pensado, pero creo que voy a apurar hasta el final. Ahora estoy con una lectura "obligada" y quería leer alguna novela corta más antes de dar la lista definitiva.

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  4. Gracias por atraer atención sobre este libro. Tiene una pinta estupenda. ¡A #laPila!

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  5. Creo que a ti te gustará, Cristina. Además es cortito, por lo que se lee en un par de tardes.

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