Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Flash Of The Blade de Iron Maiden (Spotify, Youtube).
La semana pasada mencionaba que, después de leer The Whitefire Crossing de Courtney Schafer, había quedado un poco saturado de novelas de fantasía. Y es que, reconozcámoslo, este tipo de obras, especialmente las enmarcadas dentro de la fantasía épica, muchas veces tienen argumentos indistinguibles, personajes intercambiables y tramas muy similares.
La semana pasada mencionaba que, después de leer The Whitefire Crossing de Courtney Schafer, había quedado un poco saturado de novelas de fantasía. Y es que, reconozcámoslo, este tipo de obras, especialmente las enmarcadas dentro de la fantasía épica, muchas veces tienen argumentos indistinguibles, personajes intercambiables y tramas muy similares.
Es por eso que, desde hace ya algún tiempo, los libros de Joe Abercrombie estaban tanto en mis estanterías físicas como en las virtuales (por algún motivo que ahora no alcanzo a comprender me compré The Blade Itself en ebook en inglés a pesar de tenerlo en papel en su edición española) acumulando polvo. ¡Craso error! Lejos de ser "otra novela de fantasía épica del montón", La voz de las espadas es uno de los mejores libros que he leído en los últimos meses. Dejadme que explique un poco más por qué.
Si bien es cierto que Abercrombie usa más o menos los mismos elementos de casi todas las novelas del género (magos, bárbaros, reinos en lucha, damiselas en busca de venganza...), esta novela es la perfecta demostración de que muchas veces lo importante no es qué se cuenta sino cómo se cuenta. Con los mismos mimbres de siempre, Abercrombie es capaz de tejer una historia emocionante, divertida y ágil (a pesar de que el libro tiene más de 600 páginas) con personajes memorables y gran sentido del humor.
Y es que aunque La voz de las espadas es un claro ejemplo de ese subgénero que se ha dado en llamar grimdark o gritty fantasy (no en vano Abercrombie tiene @LordGrimdark como apodo en Twitter), que se caracteriza por un alto conteo en cuanto a número de cadáveres y una prominente presencia de vísceras y sangre, una de las cosas que más me ha sorprendido de la novela es su capacidad para hacer que el lector sonría e incluso ría en voz alta. Es una apuesta arriesgada: intentar hacer un chiste apenas dos párrafos después de mostrar cómo un personaje recibe una puñalada en un ojo puede arrojar resultados que van de lo grotesco a lo directamente ridículo. Pero Abercrombie sale muy bien parado del lance y consigue realizar esta mezcla inverosímil con una habilidad y una naturalidad que resultan pasmosas.
Como no podía ser de otra manera en una obra de fantasía contemporánea, tenemos un amplio casting al que seguimos a través de una narración que salta frecuentemente de punto de vista. Todos los personajes son francamente interesantes y tienen voces bien definidas y muy diferenciadas entre sí. Este es, sin duda, uno de los aspectos más destacados de la obra y sorprende aún más (para bien, por supuesto) por cuanto se trata de una novela de debut.
La ambientación no va a la zaga de la caracterización de los personajes. De nuevo, el mérito no está tanto en la originalidad como en la forma de sumergir al lector en el universo de la trilogía de La primera ley. Abercrombie huye decididamente del infodump y prefiere ir dosificando la información para que nos vayamos haciendo preguntas y así poder responderlas en el momento de mayor impacto. En este sentido, hay una escena hacia el final de la novela (que no revelaré para evitar los spoilers) que ha venido preparándose durante muchas páginas y que concentra tanto sentido de la maravilla que casi justifica por sí sola la lectura del libro. En cuanto a la construcción del mundo, también es muy destacable la forma en que las distintas intrigas políticas (y económicas) se van entrelazando con las escenas más épicas para formar una historia extremadamente interesante y perfectamente equilibrada.
Como mencionaba más arriba, el ritmo de la trama es muy ágil (sin llegar nunca a ser trepidante o atropellado) y está perfectamente medido (de nuevo una cualidad no demasiado habitual en las novelas de debut y aún menos en las que sirven de inicio a trilogías). Pese a tratarse de una obra de más de 600 páginas, la devoré en unos pocos días y en ninguno momento tuve la sensación de que se hiciera larga. Más bien todo lo contrario.
En cuanto a los aspectos negativos, quiero señalar un par de problemas menores. Por un lado, el constante monólogo interior en cursiva de Sand dan Glotka (y que sólo presenta este personaje) me parece un recurso no demasiado acertado y, en muchas ocasiones, innecesario, puesto que la construcción del personaje es suficientemente buena para que podamos adivinar lo que está pensando sin necesidad de que se nos diga explícitamente. Por otro, si bien es verdad que en la novela suceden bastantes cosas, a falta de leer el resto de entregas de la serie da la impresión de que algunas de ellas son intrascendentes para el desarrollo global de la historia. Es, por supuesto, muy pronto para hacer una afirmación así y ojalá cuando reseñe las dos siguientes partes tenga que arrepentirme de mis palabras, pero esa es la sensación que me ha quedado en vista de los acontecimientos que cierran (es un decir) La voz de las espadas.
Sobre la traducción diré que, en general, me ha parecido correcta y creo que capta perfectamente el tono ligeramente irreverente que Abercrombie adopta para esta novela. Sin embargo, no puedo dejar de mencionar un detalle que afea un poco el resultado global. He detectado varios puntos en los que el traductor (o el revisor, no podría decir quién es el responsable final) cae en el laísmo o el leísmo. Por ejemplo, en la página 644 podemos leer un "No la quitaré ojo" que resulta casi tan sorprendente como molesto. Es el caso más flagrante, pero por desgracia no el único.
En resumen, y obviando estos pequeños detalles, La voz de las espadas es un libro extraordinario en todos los sentidos y lo recomiendo encarecidamente tanto a lectores habituales de fantasía como a aquellos que no suelen frecuentar el género. Eso sí, cuidadito porque es adictivo. Yo, personalmente, lo estoy pasando bastante mal para no dejar esta reseña a medias y ponerme ya a leer Antes de que los cuelguen.
Nota: En espera de su presencia en el Festival Celsius 232 de este año, os animo a que echéis un vistazo (si no lo habéis hecho ya) a la interesantísima charla de Joe Abercrombie con Diego García Cruz en la edición del año pasado.
Como mencionaba más arriba, el ritmo de la trama es muy ágil (sin llegar nunca a ser trepidante o atropellado) y está perfectamente medido (de nuevo una cualidad no demasiado habitual en las novelas de debut y aún menos en las que sirven de inicio a trilogías). Pese a tratarse de una obra de más de 600 páginas, la devoré en unos pocos días y en ninguno momento tuve la sensación de que se hiciera larga. Más bien todo lo contrario.
En cuanto a los aspectos negativos, quiero señalar un par de problemas menores. Por un lado, el constante monólogo interior en cursiva de Sand dan Glotka (y que sólo presenta este personaje) me parece un recurso no demasiado acertado y, en muchas ocasiones, innecesario, puesto que la construcción del personaje es suficientemente buena para que podamos adivinar lo que está pensando sin necesidad de que se nos diga explícitamente. Por otro, si bien es verdad que en la novela suceden bastantes cosas, a falta de leer el resto de entregas de la serie da la impresión de que algunas de ellas son intrascendentes para el desarrollo global de la historia. Es, por supuesto, muy pronto para hacer una afirmación así y ojalá cuando reseñe las dos siguientes partes tenga que arrepentirme de mis palabras, pero esa es la sensación que me ha quedado en vista de los acontecimientos que cierran (es un decir) La voz de las espadas.
Sobre la traducción diré que, en general, me ha parecido correcta y creo que capta perfectamente el tono ligeramente irreverente que Abercrombie adopta para esta novela. Sin embargo, no puedo dejar de mencionar un detalle que afea un poco el resultado global. He detectado varios puntos en los que el traductor (o el revisor, no podría decir quién es el responsable final) cae en el laísmo o el leísmo. Por ejemplo, en la página 644 podemos leer un "No la quitaré ojo" que resulta casi tan sorprendente como molesto. Es el caso más flagrante, pero por desgracia no el único.
En resumen, y obviando estos pequeños detalles, La voz de las espadas es un libro extraordinario en todos los sentidos y lo recomiendo encarecidamente tanto a lectores habituales de fantasía como a aquellos que no suelen frecuentar el género. Eso sí, cuidadito porque es adictivo. Yo, personalmente, lo estoy pasando bastante mal para no dejar esta reseña a medias y ponerme ya a leer Antes de que los cuelguen.
Nota: En espera de su presencia en el Festival Celsius 232 de este año, os animo a que echéis un vistazo (si no lo habéis hecho ya) a la interesantísima charla de Joe Abercrombie con Diego García Cruz en la edición del año pasado.
Muy buena reseña, comparada con otras, veo que te has extendido y la has hecho larga, demuestra lo que te ha gustado. Además Abercrombie siempre da mucho de si para hablar. Espero tus siguientes reseñas de la trilogía y de más novelas del hombre!
ResponderEliminarSí, me he extendido un poco más, porque sí que tenía más cosas que contar. Y a ver cuándo puedo reseñar más cosas de Abercrombie.
EliminarPD: Respecto a lo que comentas que hay cosas intrascendentes ya verás que no. En el final de la saga incluso la tontería más nimia del primer libro tiene su rincón en las paginas. Es una sensación creo yo, creada a propósito por Abercrombie, para dejarte más alucinado en el final.
ResponderEliminarMe lo imagino, me lo imagino. Pero esta primera novela de la trilogía te deja con demasiada sensación... de que es la primera novela de una trilogía. Queda todo demasiado abierto, sin muchos visos de que ciertas cosas se vayan a cerrar o de que ciertas tramas vayan a concluir.
EliminarQue me parece perfecto, ojo, si luego se cierra todo en los tres libros. Pero como aún no puedo leerlos, me tiene en ascuas :)
Mmmmm... a mí no me molestaron esos monólogos interiores de Glotka...
ResponderEliminarOs explicaré una cosa muy curiosa sobre estos libros (que me gustan muchísimo) y su caracterización de Glotka. Yo los conocí a través de su versión en audiolibro (una costumbre que he perdido, por cierto) y la verdad es que no me arrepentiré nunca de haberlo hecho así. El lector era Steve Pacey y es... magistral. Una experiencia impresionante. El lector era excelente, se llamaba Steve Pacey y podéis escuchar una muestra aquí (http://www.audible.com/pd/ref=sr_1_1?asin=B003LZ8PMG&qid=1369903974&sr=1-1 ) y la página web de Steve Pacey aquí (http://stevenpacey.com/audiobooks/fiction-a-l/joe-abercrombie/#1 )
Al grano: el caso es que el lector, no sé si con permiso de Abercrombie o no, decidió caracterizar a Glotka con un ceceo bastante pronunciado, un elemento que por lo que he oido no está presente en los libros y... Glotka TIENE que cecear. Cada vez que salía su monólogo era un festival para los oídos y juro que el efecto no era nada cómico. Un 10 a la interpretación.
Y fin de la anécdota. Cuando he empezado a escribirla pensaba que haría más gracia :-)
Hombre, claro que tiene que cecear. Se supone que casi no le quedan dientes, ¿no?
EliminarSí, la verdad es que le pega. Y la anécdota está muy bien, Miquel :) De hecho, creo que es un buen tema de conversación para el Celsius. Para decírselo al propio Abercrombie, me refiero.
EliminarInteresante, porque no he oído el audio libro (hasta ahora, magnífica voz) pero sí que pensé que tendría que notarse que le faltan los dientes.
EliminarA mí no me molestaron esas cursivas (en la versión original en inglés aparecen también), pero coincido en que el recurso no es necesario, es bastante evidente cuándo estamos leyendo las elucubraciones de Glotka.
Hola de nuevo:
ResponderEliminarA mí me encantó esta saga. Y coincido con ALEXANDER, lo que parece anecdótico y sin sentido al final toma cuerpo, dejándonos con la boca abierta y la sensación de que el autor lo tenía todo controlado desde el principio. Es muy recomendable leer la saga seguida para no olvidar estos detalles.
Añado la recomendación del volumen "La mejor venganza" del mismo autor, que comparte mundo (aunque no continente) y que en un solo libro saca lo mejor del escritor.
A mí también me chirrían la "leismos" que encuentro a veces en las traducciones.
Un abrazo y espero que disfrutes con la saga entera
MIGUEL ANGEL
En cuanto pueda leeré el resto de novelas de la trilogía, porque realmente me ha enganchado. La cuestión es que tengo muchas lecturas "obligadas" que no me dejan demasiado tiempo :(
EliminarY me apunto La mejor venganza, que lo tengo también. ¡Y Los héroes!
pues en mi opinión la saga mejora especialmente en su última entrega. Muy recomendable. ahora que ha pasado un tiempo la valoro aún más que en su momento.
ResponderEliminarsaludos
¡Estoy deseando leer esas continuaciones!
EliminarAyer me pusiste los dientes largos con tu recomendación en el capítulo de los VerdHugos y ya tengo la trilogía en el iPad esperándome, pero es que después de leer este post las ganas no han hecho más que aumentar. Tiene muy buena pinta.
ResponderEliminarYo no soy muy lector de fantasía, pero este libro realmente merece la pena. Espero que te guste :)
EliminarLo sé, por eso me tomo doblemente en serio la recomendación. A mí la fantasía me tira bastante, así que seguro que me gusta.
EliminarLo he comprado hoy, y no puedo esperar a leerlo si es tan bueno como decís! Yo tampoco lo conocía, pero mi librero me lo ha recomendado :)
ResponderEliminarEspero que te guste tanto como a mí :)
ResponderEliminarLo peor el laísmo en la traducción, insoportable.
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