jueves, 19 de mayo de 2016

The Aeronaut's Windlass, de Jim Butcher

Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando el tema principal de Final Fantasy, compuesto por Nobuo Oematsu e interpretado por la Orquesta Filarmónica de Londres (Spotify, YouTube).

The Aeronaut's Windlass es la primera entrega de una nueva serie de fantasía, titulada genéricamente The Cinder Spires, del popular escritor Jim Butcher. En ella se conjugan muchos elementos distintos: magia, aventura, toques de steampunk, fantasía bélica... Una combinación que, por momentos, resulta sumamente atractiva pero que también tiene algunos problemas bastante evidentes. Vayamos por partes. 

Lo primero que llama la atención en The Aeronaut's Windlass es el worldbuilding. La novela se desarrolla en un mundo dividido en Spires, grandes ciudades en forma de torre de varios kilómetros de altura y organizadas en sectores. Varias de estas ciudades se encuentran históricamente enfrentadas por motivos políticos y económicos y la tensión entre ellas es uno de los elementos centrales tanto en la construcción del escenario como en la trama de la historia. Además, y quizá éste es el elemento más característico de la novela, las Spires disponen de barcos flotantes que constituyen su medio de transporte (y defensa) principal. No es una idea precisamente original (recuerda, por ejemplo, a videojuegos como Skies of Arcadia o a algunas entregas de la serie Final Fantasy), pero sí que es tremendamente atractiva y Butcher la utiliza de forma más que notable. 

El otro elemento principal del mundo de The Aeronaut's Windlass es la magia. Una magia basada en el ether, que se canaliza a través de los codiciados cristales etéricos y que sirve tanto para hacer que los barcos surquen los aires como para lanzar rayos destructores, entre otras cosas. Una de las cosas que más me han gustado de la novela es cómo Butcher organiza toda la economía alrededor de la creación y comercialización de estos cristales y como su uso se asemeja más a una ciencia o una técnica que a una disciplina mágica. Por ejemplo, se siguen investigando y descubriendo nuevas aplicaciones del ether, lo que da una sensación de un mundo vivo y dinámico además de que estoy seguro de que nos deparará sorpresas en siguientes entregas de la serie. 

Los personajes también me han resultado muy interesantes. Algunos son claros estereotipos, pero creo que es un efecto buscado y que funciona muy bien, sobre todo por el contraste entre unos y otros. Especialmente destacables me parecen algunos de los secundarios, como los eterealistas Efferus Effrenus Ferus y Folly, o Rowl, el gato parlante, aunque los personajes principales (Grimm, Bridget y Gwendolyn) tampoco les van a la zaga. 

Con todo lo dicho hasta ahora, podría parecer que The Aeronaut's Windlass es un libro estupendo, quizá no demasiado profundo u original, pero sí muy entretenido y divertido de leer. Y lo es. Pero también tiene problemas, como mencionaba arriba, que la hacen bajar unos cuantos enteros en mi valoración. El primero y principal es la excesiva longitud de la obra. La versión en audiolibro se dispara hasta casi las 22 horas (para que os hagáis una idea, una novela "normal" suele estar alrededor de las 13 o 14) y confieso que cuando ya llevaba un mes escuchando capítulo tras capítulo, no veía el momento de que se terminara. 

El segundo problema que le encuentro a la novela es lo irregular de su ritmo. El comienzo es vertiginoso, con una serie de escenas que no sólo sirven de presentación de los protagonistas sino que tienen muchísima acción y nos permiten conocer los elementos principales del worldbuilding sin que casi nos demos cuenta de ello. Pero se trata sólo de un espejismo. Enseguida, Butcher mete el freno de mano y durante muchas páginas (o muchas horas de escucha) apenas sucede nada relevante. Cada escena por separado tiene su interés (sobre todo las de las luchas con las arañas), pero llega un momento en que es demasiado evidente que la trama apenas avanza. Lo peor del caso es que creo que es algo muy deliberado por parte del autor, que ha metido relleno con el solo propósito de alargar artificialmente la serie. De hecho, en una entrevista declaró que de momento tiene contratados tres libros, pero que ha organizado la historia como para llegar hasta nueve, que es lo que realmente le gustaría. 

En resumen, The Aeronaut's Windlass es un libro con un soberbio worldbuiding y unos personajes interesantes, pero en el que la trama apenas avanza y la paginitis que aqueja a buena parte de la fantasía moderna se hace tremendamente evidente. Lo recomiendo, pero con reservas. Por mi parte, creo que echaré un vistazo a la siguiente entrega, pero espero que el ritmo sea más vivo o me temo que mi paciencia no dará para mucho más.

Nota: Podéis leer la reseña de Alexander Páez, publicada de forma simultánea, en Donde acaba el infinito

2 comentarios:

  1. Hola :) Veo que tu y Alex habéis coincido bastante. A mi peculiarmente me atraía ese mundo steampunk con el que vi que se vendía la novela, y lo que comentáis de que todo parecían aventuras sin parangón y personajes interesantes aunque fueran estereotipos buscados. Creo que la "paginitis" como tu lo denominas, es un mal que esta asolando a casi toda la fantasía y ciencia ficción, sobre todo de la que se quieren hacer trilogías, sagas y demás, perdiendo las novelas ese buen ritmo que podrían tener si no sé fueran por los cerros de Úbeda. Gracias por dárnosla a conocer, un abrazo^^

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  2. Yo es que ya tengo una edad y la paciencia se me ha ido acabando. Las series me dan cada vez más pereza, sobre todo cuando están infladas artificialmente.

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