lunes, 23 de enero de 2017

Bridging Infinity, antología editada por Jonathan Strahan

Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Building the Infinite Bridge, de The Infinite Bridge (Spotify).

Bridging Infinity es la quinta entrega de lo que ha dado en llamarse The Infinity Project, una serie de antologías de ciencia ficción hard editadas por Jonathan Strahan que, en mi opinión, se han convertido en las más importantes del género en los últimos años. En particular, Reach for Infinity, publicada en 2014, es probablemente una de mis antologías favoritas de todos los tiempos (podéis leer mi reseña detallada para tener más detalles de lo que me encantó del libro). Por tanto, como podéis imaginar, esperaba con muchas ganas este nuevo volumen, especialmente porque el tema, esta vez, es uno que me fascina: grandes estructuras y mega-proyectos de ingeniería.

Bridging Infinity es una sólida antología de ciencia ficción que incluye relatos originales de algunos de los autores más importantes de la actualidad. Por ejemplo, os encontraréis con obras de Alastair Reynolds, Pat Cadigan, Charlie Jane Anders, Larry Niven, Gregory Benford y Ken Liu. Una alineación impresionante, no cabe duda. Pero tras leer el libro, no he podido sentirme un poco (solo un poco) decepcionado, muy posiblemente porque las anteriores entregas de la serie habían puesto el listón muy alto.

Hay muchas historias notables en Bridging Infinity. Disfruté bastante, por nombras algunas, con "Sixteen Questions for Kamala Chaterjee", de Alastair Reynolds, "The Venus Generations", de Stephen Baxter, "Six Degrees of Separation", de Pat Cadigan y "Rager in Space", de Charlie Jane Anders. En especial, las de Reynolds y Baxter tienen mucho de ese sentido de la maravilla que esperaba encontrarme en el libro. Sin embargo, los finales no son completamente satisfactorios y me parecieron un tanto precipitados y anticlimáticos, algo que parece ser un tema común a muchos de los cuentos incluidos en el libro.

Además de esas cuatro, hay otras tres historias que creo que son las más destacables de Bridging Infinity y por las que ya casi merece pagar el precio de la antología.  La primera es "Parables of Infinity", de Robert Reed, una nueva y muy buena historia de la serie de Great Ship (probablemente lo mejor de Reed que he leído en bastante tiempo). 

La segunda es "Apache Charley and the Pentagons of Hex", de Allen Steele, que combina con gran éxito una trama juvenil con un intrigante misterio y una mega-estructura fascinante. El comienzo del cuento es excelente y Steele consiguió engancharme desde la primera página. Pero, una vez más, el final es apresurado y estoy convencido de que el relato habría mejorado mucho de haber sido un poco más largo.

Por último, el mejor cuento del libro es, sin duda, "Seven Birthdays", de Ken Liu (que podéis leer online en Tor.com). Desde que publicó su primera novela, Liu ya no es, ni mucho menos, tan prolífico en el campo de la ficción corta como lo era hace un par de años, pero con obras como esta demuestra que sigue siendo uno de los mejores escritores de cuentos de la ciencia ficción y la fantasía. En "Seven Birthdays", Liu acierta con casi todo: el tono, la especulación, la estructura... Una de mis historias favoritas de 2016.

En resumen, y como mencionaba arriba, Bridging Infinity es una antología de ciencia ficción bastante sólida y que incluye un buen puñado de buenos o muy buenos relatos, pero muchos de ellos necesitarían algunas páginas más para acabar de explotar su potencial. Por todo ello, mi impresión es que este nuevo libro está un peldaño por debajo de Reach for Infinity o Meeting Infinity. En cualquier caso, la antología es ciertamente disfrutable y yo ya espero con ganas la siguiente entrega de la serie.

2 comentarios:

  1. Hola :) Una pena que no lo hayas disfrutado tanto. A mi personalmente la ciencia ficción hard no es mi fuerte, y bueno, sobre ingeniería diría que un poco menos. Eso sí, el de Liu lo tengo apuntado para echarle el ojo, ya que bueno, it´s free y es uno de tus favoritos del año :)

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  2. Es que ni siquiera hay mucho de hard o ingeniería. No sé, está bien pero le falta un algo, un toque más. Dale al de Ken Liu que es bueno :)

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