Antonio Diaz nos ofrece hoy una reseña de Cold Counsel, de Chris Sharp, una novela de fantasía clásica muy ágil y divertida. ¡Espero que os guste!
Banda sonora de la reseña: Antonio sugiere leer esta reseña escuchando Jötunheimr, de Adrian von Ziegler (Bandcamp, YouTube)
Cold Counsel es la segunda novela del autor de origen americano Chris Sharp. Es una novela de alta fantasía con un corte clásico en la que los trolls son masacrados por una alianza entre elfos y goblins. Sólo un bebé se salva, Slud, y es criado durante veinte años por Aunt Agnes con el objetivo de convertirlo en un instrumento de muerte y venganza.
Chris Sharp busca con Cold Counsel volver a la fantasía primigenia de, por ejemplo, La espada rota de Poul Anderson. En Cold Counsel también se habla de profecías y destinos y se trata a los dioses como seres volubles e inconstantes. Fafhrd y el Ratonero Gris de Fritz Leiber son una fuente de inspiración (por ser una de las primeras parejas de aventureros, mercenarios y héroes por accidente de la literatura fantástica moderna). Sharp presenta también un toma y daca, mucho más oscuro pero igual de divertido, entre los personajes de Slud y Neither-Nor. Hay mucho del Corum de Moorcock en Cold Counsel e incluso de Conan, al que Slud recuerda en ciertos aspectos. Es una historia llena de mitos, criaturas más viejas que el tiempo mismo, magia antigua y olvidada y razas de fantasía que todos conocemos. No sorprende a nadie cuando Sharp indica que el origen de sus personajes se haya en una partida de rol en la que él y su grupo han invertido años de esfuerzos.
Cold Counsel sigue, a la vez, las últimas corrientes del género presentando una ambientación oscura, grimdark, en el que los buenos no son tan buenos y los malos son tan o más malos. No hay elementos redentores en los trolls de Cold Counsel. Cuando la alianza de razas se unió para acabar con ellos, lo hizo porque eran un peligro para la civilización. No nos encontramos ante una historia como El último anillo de Yeskov, en el que los orcos son, en realidad, una raza pacífica e industriosa que se ve abocada a una guerra que pierden. Y como todo el mundo sabe, son los vencedores los que escriben la historia. Slud no es un héroe, pero tampoco lo pretende. Nos encontramos ante una lucha de poder, del mal enfrentado al mal.
Según el autor la novela se encuadra en el género Asgardpunk, en el que los roles entre gigantes y dioses están revertidos. Sharp presenta a los gigantes/titanes de la mitología nórdica como criaturas semi-pacíficas, mientras que los dioses son tiranos, crueles y déspotas, que conquistaron sus tierras a sangre y fuego. A pesar de estas afirmaciones, no se percibe demasiado en Cold Counsel. La novela se centra más en objetivos inmediatos, mientras siembra semillas para futuras entregas.
Los personajes de Cold Counsel son, probablemente, lo que distingue la novela de sus contrapartidas más clásicas. Sharp invierte tiempo en entrar en la psique de cada uno de los personajes principales, tanto de un bando como de otro (no se puede hablar de héroes y villanos en esta obra), para dotarlos de motivaciones y trasfondo. Uno de los personajes en particular parece existir para que Sharp cree worldbuilding a través de él. No obstante, aunque se pueda percibir el truco, no es por ello menos disfrutable. De hecho, todo en la novela tiene bastante sentido y los arcos de personaje son claros y directos. Hay, sin lugar a dudas, un atractivo en la sencillez.
El estilo de Sharp se mueve entre la floritura de las obras en la que se inspira y un enfoque más directo y actualizado. Especial mención a la complejidad de los diálogos, no por lo hermoso, sino por lo barriobajero del lenguaje, que nos recuerda que la mayoría de personajes no han recibido más educación que la que hayan podido arrebatar de otros. Particularmente, Slud me obligó a releer más de una frase para tratar de entender su significado. Aunque con un poquito de paciencia uno puede darse cuenta de que en realidad son transcripciones fonéticas de otras palabras.
Cold Counsel es una novela breve de aventuras (288 páginas según mi lector electrónico) que no pretende revolucionar el género, y que dará al lector exactamente lo que le está prometiendo: violencia extrema, el primer paso de una amarga venganza y personajes a cual más malvado. No confundir con Beyond Redemption, con el que comparte este subgénero grimdark, pero cuyos personajes se engañan pensando que pueden ser héroes o, por lo menos, no ser despreciables. Esa moralidad gris es inexistente en Cold Counsel, donde sólo hay un color: el negro.
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