Todos sabemos que Antonio Díaz es un lector y reseñador tan incansable como certero. Hoy nos trae su análisis de Las fuentes perdidas, de José Antonio Cotrina, en la nueva y reciente edición de Alianza, que incluye además el relato "Entre líneas". ¡Espero que os guste!
Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Walk of Life, de Dire Straits (YouTube, Google Play).
José Antonio Cotrina, autor nacional con una magnífica producción orientada fundamentalmente a la fantasía (aunque ha hecho muy exitosas incursiones en la ciencia ficción), ha decidido rescatar una de sus primeras obras para deleite del público (por lo menos para el mío propio). Las fuentes perdidas ha recibido una corrección exhaustiva para librarla de una serie de fallos y errores que contenía la edición anterior (según el propio autor).
Délano Gris es un explorador, mercenario y buscavidas con un misterioso pasado. Amante inconstante y hombre cauto e ingenioso, ha recorrido a lo largo, ancho y profundo éste y otros mundos. Al comienzo de Las fuentes perdidas le hacen una oferta que no puede rechazar: unirse a una expedición en busca de “las fuentes perdidas”, donde todas las fuentes legendarias se encuentran (incluyendo, pero no limitándose a, la de la vida eterna y la de la eterna juventud). Délano se unirá a un variopinto elenco de personajes (una especie de Compañía del Anillo Único versión fantasía urbana) en un viaje doble hacia otros planos de existencia y hacia el interior de su propia persona.
Cotrina destaca por su desbordante imaginación, que en este caso está controlada y dirigida a la creación de un universo fascinante. El mundo en el que vive Délano es el mismo que el nuestro y, a la vez, es muy distinto. Hay magia por todas partes, oculta a los ojos del común de los mortales pero evidente para cualquiera que ponga algo de atención. Hay librerías con volúmenes arcanos y existen reflejos sombríos de los lugares terrenales. Hay casas que te permiten viajar grandes distancias en un suspiro y portales que te llevan a territorios inexplorados. Y hay fantasmas, nigromantes, médiums, criaturas imposibles sin una forma definida, una especie de policía sobrenatural, magos, dioses oscuros y multitud de objetos mágicos y artefactos arcanos. Las fuentes perdidas tiene detrás un gran trabajo de creación deliciosamente decantado para inundar la novela de puro y destilado sentido de la maravilla.
Las fuentes perdidas está escrita con una prosa exquisita. Cotrina moldea las palabras a su voluntad para poder describir con tan solo unas pocas frases y crear un entorno entero con un puñado de palabras. En otras obras posteriores que he leído lo he encontrado más contenido, pero personalmente disfruto casi más con este Cotrina más barroco, que deja suelta la muñeca para agasajarnos con frases para el recuerdo.
Délano es un personaje interesante y con mucho fondo. Es el protagonista absoluto y toda la novela está escrita desde su perspectiva. Sin embargo, también es un personaje débil y cobarde en muchas ocasiones y resulta difícil ponerse de su lado. Los extractos de su pasado que se van revelando a cuentagotas no terminan de conducir a ningún lado, y echo de menos una segunda parte que concluya definitivamente el arco del personaje. No sé si es intencional o accidental, pero provoca un contraste curioso encontrarnos ante este universo maravilloso de la mano de un protagonista en ocasiones tan débil.
Las fuentes perdidas tiene una cierta cantidad de escenas oníricas. Confieso que es uno de los recursos que menos me gusta de la fantasía. Interpretar los sueños de los personajes, normalmente muy alocados y con una lógica relativa, me aburre sobremanera. No sé si será porque nunca recuerdo mis propios sueños, pero todos tenemos filias y fobias. Cotrina consigue que estas narraciones no tomen el control, y no es una parte que me moleste particularmente.
El elenco de secundarios, formado principalmente por los miembros de la expedición hacia las fuentes perdidas, es impactante e ingenioso. Personalmente me he convertido en fan de Álex, el lector, y su pequeño oso de peluche, al que no deja de apuñalar. Sin embargo, el resto añaden niveles de extrañeza y sobrenaturalidad a un mundo ya rebosante, y se combinan para mantener al lector siempre con ganas de más.
El ritmo de la novela es un tanto irregular y, posiblemente, su pega principal. En algunas ocasiones pausado y en otras frenético, los cambios de velocidad pueden provocar una cierta pérdida de interés. Sin embargo, la historia que cuenta y la misteriosa naturaleza de las propias fuentes espolea a continuar hasta el final.
Como extra en la edición de Alianza, Las fuentes perdidas incluye el relato corto “Entre líneas”, protagonizado por Álex. A pesar de encontrarse al final del libro, yo casi sugeriría leerlo antes, ya que sirve como una suerte de precuela y no desvela nada sobre la novela. Además, permite al lector aprender un par de cosas sobre la habilidad sobrenatural de leer entre líneas, tan presente en Las fuentes perdidas. Con respecto a la calidad del propio relato, baste decir que es tanta o más que la de la propia novela, y lo he disfrutado soberanamente.
Según el autor, Las fuentes perdidas forma parte del universo Entre líneas, donde también se sitúa La canción secreta del mundo. Confieso que compré este último en el Celsius del 2014, tras leer los dos primeros volúmenes del Ciclo de la luna roja recomendados por mi hermana, y con la intención de llevármelo firmado por el propio Cotrina (de nuevo mi vena mitómana acecha). Sin embargo, preocupado porque estuviera situado cronológicamente después de Las fuentes perdidas, nunca lo leí. Ahora con esta reedición de esta fantástica novela ya no tengo ninguna excusa y ansío lanzarme a por él.
Muy buena reseña. Lo tenía apuntado como lectura próxima, pero has conseguido que suba un par de puestos en la lista.
ResponderEliminarPor cierto, La canción secreta del mundo me pareció un libro muy bueno, así que te lo recomiendo.
Saludos
Gracias :) La verdad es que ya no tengo excusas.
EliminarAquí lo tengo, en la estantería, y con bastantes ganas de leerlo tras varias reseñas. He de confesar que no he leído nada de Cotrina en solitario, siempre han sido colaboraciones. Tomo nota del detalle del relato y te haré caso, me lo leeré primero. Un abrazo^^
ResponderEliminarLlevo mucho tiempo queriendo leer este libro, así que la reedición me pareció una de las mejores noticias de este año. Todavía no me he topado con él, pero en cuanto lo vea lo compraré. Yo sí que he leído ya 'La canción secreta del mundo', y si Las fuentes perdidas me gusta al menos la mitad ya habrá valido la pena.
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