Ecos, de Víctor Conde

Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Echoes, de God Is An Astronaut (Spotify, YouTube).

Es curioso como en la producción de literatura de ciencia ficción y fantasía en español hay algunos géneros que parecen ser mucho menos abundantes que otros. La ciencia ficción dura, por ejemplo, o, al caso del libro que quiero comentar, la space opera. Seguramente sea mi falta de conocimiento, pero echo en falta que más autores españoles se decanten por este subgénero. Así que cuando una sinopsis interesante se junta con reseñas positivas, como con Ecos de Víctor Conde, sólo me hace falta encontrar un poco de tiempo para darle una oportunidad al libro, algo que en esta ocasión ha sido una decisión más que acertada.

La primera parte de la novela se centra en la educación de cuatro niños, los cuatro protagonistas principales de la historia, en un misterioso complejo secreto. Aunque el ritmo podría haber sido un poco más rápido, las distintas personalidades de los "hermanos" son muy interesantes y la intriga por saber cuál es su destino y para qué se les está preparando hacen que el lector se enganche desde el primer momento. Además, Conde va dosificando perfectamente la información, apuntando de vez en cuando detalles, pinceladas de la situación en el mundo exterior, a través de escenas protagonizadas por otros personajes que son un perfecto complemento a la historia principal.

La segunda parte, una vez que todos las subtramas confluyen, es aún mejor. El ritmo se vuelve mucho más vivo, con algunas excelentes escenas de acción, y se empiezan a desvelar algunos de los misterios (unos algo más predecibles que otros). Aunque los primeros capítulos me gustaron mucho, es en este tramo final de la novela donde se presentan las mejores ideas y donde realmente se explota el potencial del escenario construido por el autor, hasta llegar a un más que adecuado final que, además, me ha parecido un bonito homenaje a algunas historias clásicas de la ciencia ficción.

Mención especial merecen los extraterrestres imaginados por Conde, que en en el comienzo de la novela se nos presentan como una presencia amenazante y misteriosa, pero que guardan muchas más sorpresas de las que se podría esperar en un principio. En relación con esto, es también muy interesante el papel del lenguaje (o de los distintos lenguajes) a través de toda la novela, tanto en la formación de los cuatro niños como en otros aspectos fundamentales de la trama.

El libro también tiene algunos problemillas menores. Como mencionaba arriba, la acción tarda un poquito en arrancar, para mi gusto, y aunque el uso del lenguaje es mucho más sobrio y contenido que en otras obras del autor, es verdad que en algunos párrafos el cambio, sin solución de continuidad, de un estilo tirando a florido a uno mucho más coloquial me chirrió un poco. Además, las explicaciones científicas en algunos casos se acercan más a la fantaciencia que al rigor de la ciencia ficción dura, lo que quizá pueda sacar de la narracción a algunos lectores (yo, sin embargo, entré sin dificultad en el juego y lo veo como un recurso más, elegido conscientemente por el autor y bastante bien medido).

En definitiva, una buena novela de ciencia ficción, con fuertes elementos de space opera y de especulación, interesantes personajes protagonistas y buenas dosis de acción, sobre todo en la parte final de la historia, además de un bonito y adecuado epílogo. Un libro que recomiendo sin reservas a los aficionados al género y, sin duda, una de las mejores novelas de autor español del año.