Antonio Díaz nos trae hoy otra interesante reseña. En este caso, se trata de The Interminables, la novela de debut de Paige Orwin, que Angry Robot tiene previsto publicar a principios del próximo mes. ¡Espero que os guste!
Banda sonora de la reseña: Antonio Díaz sugiere leer esta reseña escuchando Immortals, de Fall Out Boy (Spotify, YouTube).
The Interminables es la novela debut de Paige Orwin, ambientada en
una Tierra alternativa donde una gran guerra ha arrasado el mundo. Lo novedoso
del asunto es que se trata de una guerra mágica, la Wizard War, y que se ha
librado para acabar con Shokat Anoushak, un ser prácticamente todopoderoso que
despertó tras miles de años. Este “principio tras el final” que utiliza Orwin
me recordó agradablemente a Sólo el acero de Richard Morgan, que también
plantea una historia que comienza tras una invasión de una raza de lagartos
antropomórficos.
Es el año 2020, la Tierra está maltrecha y asolada por las consecuencias de
la guerra. Mucha gente ha muerto, los supervivientes hacen lo que pueden y el
continente americano ha sido alterado permanentemente y de maneras insondables.
Tenemos las spellscars, alteraciones sobrenaturales en la geografía que generan
monstruosidades, varios estados que luchan por sobrevivir, alguna organización
más o menos secreta, magos y el cráter de Providence (lugar donde se derrota a
Shokat Anoushak). Nadie va nunca a Providence.
El worldbuilding prometía. Orwin coge unas cuantas ideas interesantes, las
mete en la batidora y nos sirve una combinación de futuro postapocalíptico,
fantasía urbana, enemigos más-grandes-que-la-vida, un amor perdido y una
amistad inquebrantable entre dos seres inmortales con un pasado que quieren
dejar atrás. Sin embargo, la ejecución no ha conseguido meterme del todo en ese
mundo que se presentaba tan interesante. En lugar de dibujar un lienzo
detallado y envolvente en el que sus personajes pudieran ser importantes
detalles, el autor ha elegido apoyar el peso de la novela en ellos, dejando que
el fondo se difumine. Desgraciadamente, pienso que ha sido en detrimento de la
calidad global de la novela.
Efectivamente, The Interminables
es más una novela de personajes que otra cosa. Orwin dedica bastante espacio a
analizar a los dos personajes principales. Edmund, llamado Hour Thief, que
resulta ser inmortal por métodos tan reprobables como obvios. Istvan es, como
Orwin no se cansa de repetir, la representación fantasmal de la Primera Guerra
Mundial, un receptáculo de odio y violencia desmedidos y como nunca se han
conocido. Aunque es mayormente temido, en realidad es el fantasma de un
cirujano húngaro un tanto apocado.
El problema es que ambos personajes son más interesantes en la teoría que
en la práctica. Orwin gasta mucha energía en insistir en los mismos puntos una
y otra vez. Puedo comprender que en dos protagonistas inmortales no haya ni
evolución ni un arco de personaje marcado, pero tanta repetición resultaba muy
cansina. Finalmente, y a mi pesar, no he conseguido empatizar con ninguno de
los dos. Existe un reducido abanico de secundarios, pero me temo que se
desaprovecha mucho espacio presentando personajes que luego resultan tener poca
relevancia. Orwin reconoce en el propio libro que los personajes principales
son transposiciones de uno que crearon para el MMORPG City of Heroes y eso quizás ha sido parte del problema.
La trama de la novela es, posiblemente, el punto más flojo. Hay muy pocos
elementos que sean originales y parece más bien un cóctel de ideas gastadas
mezcladas sin mucho tino. Orwin se ha leído varias páginas de TV Tropes y ha
decidido implementarlas a pies juntillas. Tenemos la pistola de Chekhov, Who Wants to Live Forever?, Nominal Hero y Explosive Leash entre otros (que no cito para evitar spoilers).
El problema con estas cosas es que, aunque muchas veces son inevitables (en
definitiva no hay nada realmente nuevo bajo el sol), se le ve demasiado el
plumero. La obra pierde la magia cuando ves el andamiaje que hay detrás.
Normalmente, la suspensión de la credulidad se ocupa de esto, ya que ser
demasiado crítico con una obra puede arruinarte una experiencia que con un poco
más de permisividad sería excelente, pero en el caso de The Interminables me ha resultado imposible.
El estilo de Paige Orwin es funcional en general. Sin embargo, en las
escenas de acción se ha decantado por frases cortas que describiesen
indirectamente lo que estaba pasando. Esa elección dificulta la lectura sobremanera
y al principio tuve que releer pasajes enteros. Posteriormente, en cuanto
empezaba la acción he realizado todo mi esfuerzo en seguir por dónde iban los
tiros, pero me ha resultado innecesariamente dificultoso, lo que choca con ese
estilo directo y sin ambages del que goza el resto de la novela.
Finalmente, no puedo recomendar The Interminables. Me parece un caso en el que las partes sueltas son más que el todo que forman. La novela tiene una buena idea central con elementos interesantes pero la ejecución flojea demasiado.
Finalmente, no puedo recomendar The Interminables. Me parece un caso en el que las partes sueltas son más que el todo que forman. La novela tiene una buena idea central con elementos interesantes pero la ejecución flojea demasiado.
Hola :) La verdad que no conocía la novela para nada, y eso que la portada me parece bastante atractiva. Me gusta la idea de comenzar tras una guerra mágica donde terminan con un ser todopoderoso, pero como dices, creo que sería más interesante el fondo que centrarse tanto en esos personajes inmortales. Es una pena la verdad, al igual que lo que comentas del estilo. Un abrazo^^
ResponderEliminarA mí la sinopsis me atraía, pero con la reseña la verdad es que se me han quitado un poquito las ganas. No sé.
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