Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Odino & Valhalla, de NanowaR of Steel (YouTube, Spotify).
Mi primera reacción al conocer la publicación por parte de Fantascy de El dios asesinado en el servicio de caballeros, la novela de debut de Sergio S. Morán, fue un sonoro "WTF??!!". Ése título, esa sinopsis, esa portada en colores chillones... Sé que tener prejuicios está mal, pero tardé menos de un segundo en clasificar el libro como un claro "no para mí". Sin embargo, poco a poco, fui viendo alabanzas del libro en las redes sociales, leyendo reseñas muy positivas... y terminé por decidir darle una oportunidad, cosa de la que me alegro infinitamente.
El dios asesinado en el servicio de caballeros es una novela de fantasía urbana completamente fiel al estilo, la estructura y los tropos del género y, por tanto, es difícil decir que sobresale por su originalidad. Sin embargo, lo compensa con creces con una ejecución sólida y, especialmente, con grandes dosis de humor y diversión. La trama es más o menos previsible, pero el ritmo es extremadamente ágil y no decae en ningún momento, lo que contribuye a que los capítulos se lean prácticamente solos y en un abrir y cerrar de ojos.
Otro elemento muy destacable es la mezcla de distintas mitologías que hace Morán en esta novela. En El dios asesinado en el servicio de caballeros encontramos dioses griegos y dioses nórdicos, vampiros y minotauros, gorgonas y centauros. Esta variedad, que en otras manos podría haber sido un desastre, funciona aquí prácticamente sin fisuras, contribuyendo a construir un universo rico y atractivo, pero al mismo tiempo con una notable coherencia interna. En ese sentido, hasta me ha recordado a algunas de las novelas de Marla Mason escritas por Tim Pratt y, la verdad, me ha sorprendido muy gratamente.
A esto se une un estupendo manejo por parte del autor de la Pistola de Chéjov. Hay multitud de detalles que se van introduciendo en la primera parte de la novela y que, discretamente, pasan a segundo plano sólo para hacer su reaparición en momentos clave sin que en ninguna ocasión parezca forzado. No puedo hacer otra cosa que felicitar a Sergio S. Morán por la habilidad con la que ha manejado este aspecto, algo, además, poco común en novelas de debut.
Además, como decía más arriba, la novela rebosa humor por los cuatro costados, lo que hace que se lea con una sonrisa casi constante en la boca. También me alegra ver que Morán huye casi por completo (quizá salvo algún caso puntual) de lo chabacano, acercándose más al surrealismo de un Eduardo Mendoza que a los chistes fáciles y al humor de sal gorda (y no, por mucho que aprecie a Alexander Paéz, no puedo estar de acuerdo con su comparación con José Mota).
En el apartado negativo, tengo que decir que hay algún personaje que no me ha acabado de convencer del todo (especialmente el propietario del Rainbow's Arse) y del que creo que se podría haber prescindido puesto que no participa demasiado activamente en la trama, aunque me consta que es una cuestión de gusto personal y posiblemente no sea compartida por todo el mundo. Por otro lado, hay alguna casualidad demasiado conveniente para la resolución de la trama en ciertos momentos. Nada especialmente molesto, pero sí que le resta un poco de limpieza a la, por otro lado, estupenda ejecución de Morán.
En definitiva, un libro ágil, fresco y, sobre todo, tremendamente divertido que recomiendo a casi cualquier tipo de lector, incluso a los que no leen habitualmente fantasía urbana. Es más, creo que para esta época veraniega es un libro perfecto que llevarse a la playa o a la piscina. No pasará a los anales de la historia de la literatura, pero os aseguro que pasaréis un muy buen rato con su lectura. Y eso no es poca cosa.
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