jueves, 14 de julio de 2016

Antonio Díaz reseña La piedad del Primero, de Pablo Bueno

Antonio Díaz vuelve a la carga con sus interesantísimas reseñas y hoy nos habla de La piedad del Primero, la novela de debut de Pablo Bueno. ¡Espero que os guste!

Banda sonora de la reseña: Antonio sugiere leer esta reseña escuchando Sword and Sorcery, de Majesty (Spotify, YouTube).

La piedad del Primero es el debut de Pablo Bueno, una novela de fantasía a caballo entre la espada y brujería y la fantasía épica. En una sociedad medieval, los niños con capacidades especiales son arrancados de manos de sus padres para ser sometidos a un entrenamiento inhumano. Muy pocos sobreviven, pero los que lo hacen, sirven al Imperio y a mayor gloria del legado de Thomenn, el Salvador.

La novela tiene un inicio y estructura clásicos en el mundo de la fantasía: protagonista arrancado de sus padres de joven, enviado a una suerte de “escuela”, entrenado más allá de los límites humanos, etcétera. Sin embargo, Bueno no se deleita especialmente en esta parte de la novela y se la ventila con relativa rapidez y eficiencia.

Este “entrenamiento del héroe” es sucedido por una fase más aventurera y mucho más divertida que ha sido mi parte favorita del libro. Sin entrar en el terreno del spoiler, he de decir que las aventuras narradas en esta parte central de la novela se desvían un tanto del tronco principal de la trama, pero que tienen un sentido y una utilidad que no acerté a discernir en un primer momento. Esto atestigua la habilidad del autor, que ha sabido introducir cierta variedad en la novela, dar más dimensión a los personajes principales y plantar semillas que dan o darán sus frutos más adelante.

El worldbuilding es sencillo pero sólido. Pablo Bueno escribe sobre un mundo medieval de inspiración europea, con los detalles justos y en ningún momento abrumador. En el reino principal de la novela existe una religión en la cual Thomenn, un trasunto de la clásica figura del salvador de leyenda, da lugar a la creación de un Imperio con dos principios: luchar contra las brujas y otros horrores sobrenaturales y extender la fe en Thomenn y el primer Emperador. Además de esta religión, que está íntimamente relacionada con el poder ejecutivo, también se trata el tema de la organización social, económica y política. El autor hace un buen trabajo diseminando la información sin causar empacho en ningún momento.

Los personajes principales están bien construidos y son claramente diferenciables. Alguno cae un tanto en el cliché, como el enorme y bonachón guerrero Philippe; pero otros resultan más intrigantes y guardan unas cuantas sorpresas. El protagonista, Marc, está también muy estereotipado, pero es más por su naturaleza como conducto de la trama. Los secundarios, que son bastante abundantes, están correctamente perfilados, como Melquior, el Caballero Ferdinand o el barón de Mulars (me habría agradado que este último contara con un par de páginas más dedicadas a él).

El mundo de La piedad del Primero no está exento de magia y criaturas sobrenaturales. Esto se agradece en una época donde la low fantasy, un subgénero de la fantasía donde la magia es rara o inexistente, se va volviendo más y más presente. Aunque todo el tema de seres sobrenaturales está bien llevado (me he llevado más de una sorpresa en este campo), el tema de la magia se me antoja un tanto caprichoso. En ningún momento da la impresión de que quede lo suficientemente definida, pero el autor se saca de la manga un par de deus ex machinas gracias a la misma que no me satisficieron en absoluto.

La novela finaliza con un tremendo cliffhanger y no es de ninguna manera autoconclusiva. La única manera en que Pablo Bueno pudiera haber conseguido un efecto más dramático habría sido cerrando la novela a mitad de frase. Es cierto que se denosta mucho hoy en día a las trilogías, echando de menos una mayor presencia de libros autoconclusivos. Y es una queja con la que estoy de acuerdo hasta cierto punto; sin embargo, hay ciertas historias que necesitan varios libros para poder ser contadas (especialmente cuando ya se planea una estructura que abarca varios volúmenes desde un primer momento), como es el presente caso. Además, en el proceso de edición ya se han recortado todas las páginas que pudieran haber sobrado y, con 576 páginas, La piedad del Primero es un libro compacto.

Mi principal queja es que la novela, en general, recorre senderos que están un tanto trillados, usando de forma más o menos evidente la mayoría de los tropos del género fantástico. Si bien en la ciencia ficción esto no me llama tanto la atención porque no tengo tanto bagaje, en la fantasía esto es harina de otro costal. La piedad del Primero es un libro escrito con oficio (punto sobre el cual hay que hacer mucho hincapié porque es, después de todo, un debut). Pablo Bueno tiene claro lo que quiere hacer y lo hace con elegancia y soltura. Sin embargo, es una novela que no experimenta lo suficiente. Este es un rasgo que le resta puntos si el lector es veterano en los tópicos de la fantasía.

A pesar de ello, es una novela entretenida que he leído en poco más de una semana. Mérito extra cuando ha sido muy difícil que me sorprendiera. No descarto leer su continuación, La hora de los desterrados, con la esperanza de que Pablo Bueno se arriesgue un tanto para alejarse de estos tópicos y con la seguridad de que, en cualquier caso, pasaré un buen rato.

2 comentarios:

  1. Hola :) Desde la presentación en el Celsius del año pasado (con esos gropie fans locos gritando a todo meter) la novela me intereso, fantasía clásica pero patria y que pintaba bastante bien, además luego vi alguna reseña y me termino de convencer. Lo malo fue que cuando lo fui a comprar no lo tenían ni me lo pudieron conseguir, y la verdad que me fui olvidando hasta ahora mismo que salio la segunda parte. Es una de mis prioridades de compra en el Celsius, este cae fijo :)

    ResponderEliminar
  2. Pues me parece que te vas a llevar lo que esperas: una novela de fantasía patria, sólida, clásica y bien construida.

    Ya nos cuentas :)

    ResponderEliminar