lunes, 25 de julio de 2016

Relojes de hueso, de David Mitchell


Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Takin' Care of Business, de Bachman-Turning Overdrive (Spotify, YouTube).

Relojes de hueso, de David Mitchell, es un libro que, antes de su lectura, se presentaba con unas credenciales prácticamente perfectas: ganador del World Fantasy Award, alabado por Stephen King, aclamado por crítica y público, recomendado por personas cercanas con las que suelo coincidir en gustos... Es más, leí Slade House, novela de estructura similar y situada en el mismo universo el año pasado y me gustó mucho, así que la cosa parecía una apuesta segura. 

Por desgracia, y a pesar de que iba muy motivado y con ganas de disfrutarla, la novela no me ha gustado y ni siquiera he sido capaz de terminarla. En concreto, abandoné la lectura cuando llevaba aproximadamente dos tercios del libro, casi finalizando el cuarto capítulo, tras bastantes páginas de encontrarme aburrido y completamente falto de interés en saber qué pasaba con los personajes o hacia dónde avanzaba la historia. 

Como mencionaba antes, la estructura de Relojes de hueso es parecida a la de Slade House, y se organiza como novelas cortas más o menos independientes pero que comparten personajes y ciertos hechos de fondo, cada una de ellas situada en el futuro con respecto a las anteriores. Mi problema en la lectura no se debe a esta estructura, que me gusta y que Mitchell maneja perfectamente, sino a que a las historias en sí mismas me han parecido terriblemente anodinas y manidas. 

En estos primeros cuatro capítulos nos encontramos, por ejemplo, con una adolescente que sufre un desengaño amoroso y se escapa de casa, un joven estudiante experto en estafar y engañar a sus amigos, un corresponsal de guerra con problemas de adición al trabajo y un escritor con un ego enorme pero en el declive de su carrera literaria. De vez en cuando, aparece algún pequeño elemento sobrenatural, pero el contenido, hasta donde yo he leído, es prácticamente por completo el de una novela realista (o "literaria", si queréis llamarlo así). No digo que eso sea algo malo, y evidentemente la novela ha gustado mucho y a mucha gente, pero de haberlo sabido nunca me habría embarcado en su lectura: si quiero leer, digamos, sobre autores resentidos por sus bajas ventas, me basta con abrir Facebook o Twitter (perdón, no lo he podido resistir).

Según me han dicho, poco a poco la parte fantástica (que es lo que realmente me interesa) cobra mayor protagonismo, pero la verdad es que tras leer cuatrocientas páginas y no encontrar apenas nada que despertara mi atención mi paciencia se agotó y decidí emplear el tiempo en otras cosas. 

Otro factor que ha influido muy negativamente en mi experiencia lectora ha sido la traducción. Ya desde las primeras páginas empecé a encontrar expresiones extrañas y frases que chirriaban un poco. Nada especialmente notorio, pero si una sensación continua de lenguaje forzado, poco natural. Por desgracia, la cosa no se quedó en eso y al poco tiempo comencé a encontrar claros errores como un "thirteen" que se convierte en "treinta", un "glasses" traducido como "gafas" en lugar de "vasos" (la protagonista estaba lavando los platos, así que no había gran posibilidad de confusión) o un "espadas" para referirse a "spades" en medio de una partida de póquer. Esa acumulación de frases extrañas y errores llegó a sacarme por completo de la lectura en muchos momentos, haciendo que me preocupara más por ver si lo que estaba leyendo era correcto que por la historia en sí misma, algo que es verdaderamente molesto. 

En definitiva, un libro que me ha decepcionado bastante, sobre todo porque esperaba que me encantase, y que no he podido siquiera terminar. Es muy posible que las razones que me han llevado a abandonarlo no sean extrapolables a otros lectores, y está claro que la mía es, en este caso, una opinión muy minoritaria, pero Relojes de hueso es un libro con el que no he conectado en absoluto. Personalmente, he disfrutado muchísimo más con Slade House, que siguiendo un esquema parecido tiene un componente fantástico mucho mayor y un ritmo infinitamente más ágil. 

4 comentarios:

  1. Creo que en este caso sí ha sido una cuestión más de manías personales (todos los lectores tenemos las nuestras), que del libro en sí.
    Es cierto que el elemento fantástico se queda prácticamente para los dos últimos capítulos.
    A mí es el libro que más me ha gustado en lo que llevó de año.

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    1. Es muy posiblemente cosa mía, como digo en la reseña, pero es que me ha aburrido infinito.

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  2. Dejo mi opinión sobre el libro (soy un cutrelector no un experto como muchos por aquí): La primera mitad del libro es episódica y espaciada en el tiempo (capítulos en los años 80, 90, 00) protagonizada por diferentes personajes pero hay uno que aparece en todos aunque sea de forma tangencial. Exceptuando una parte dedicada a un escritor que se me hizo poco interesante el resto va bien. No cuenta mucho pero está bien escrito, ritmo normal aunque no pasen muchas cosas pero al llegar al 60% cambia. Aunque ya tenía una idea de por dónde podía ir la trama eran todo interpretaciones y conclusiones que uno elaboraba. Al llegar a ese porcentaje se explica todo mascadito para que nadie se pierda y todos los elementos fantásticos ocasionales que habían aparecido nos los explican y empieza una orgía de fantasía con un final acorde. Pero no acaba ahí. Existe una parte final, casi un epílogo aunque no lo sea por extensión pero si por distancia temporal ya que transcurre 25 años más tarde, que se mea en la boca de La carretera de Cormac McCarthy como final apocalíptico.

    Reconozco que no es un libro para todos y que tiene fallos pero para mí es excelente

    Aclaración: Ya había leído un libro del autor así que más o menos confiaba en él. El de Jacob de Zoet que no es de género fantástico

    Fdo: tor

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    1. A mí es que un 60% para entrar en materia me resulta excesivo. Sobre todo siendo un libro tan extenso como éste. Pero ya digo que es muy posiblemente una manía mía.

      ¡Gracias por comentar!

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