Crooked Kingdom, de Leigh Bardugo

Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Ruben's In, compuesta por David Holmes para la banda sonora de Ocean's Eleven (Spotify, YouTube).

Después de la agradabilísima sorpresa que me supuso la lectura de Six of Crows (Seis de cuervos) de Leigh Bardugo, su continuación, Crooked Kingdom, era uno de los libros que con más ganas esperaba este año. Reservé el audiolibro tiempo antes de que se pusiera a la venta y le di prioridad en la pila de escuchas. Por desgracia, y a pesar de que hay muchos elementos que son tan buenos o incluso mejores que en el primer tomo, no he podido evitar quedarme con una cierta sensación de decepción. Dejadme que me explique con más detalle. 

Crooked Kingdom retoma la historia a continuación de los sucesos de Six of Crows (que no desvelaré por si aún no lo habéis leído) y con Kaz Brekker ya desarrollando uno de sus famosos planes. En este sentido, el libro es muy satisfactorio porque volvemos a encontrarnos con golpes y asaltos de lo más arriesgado y con un Kaz aún más inteligente y astuto que en la primera parte. Sin duda, éste es uno de los puntos fuertes de la novela. 

También me ha gustado mucho la forma en que se desarrollan varios de los personajes que tenían menos protagonismo en Six of Crows. Así, nos encontramos con que muchos de los capítulos tienen como punto de vista principal los de Wylan o Jesper y, en ellos, llegamos a conocer muchos sucesos importantes de su pasado. Además, las relaciones entre todos los miembros del grupo se siguen desarrollando, en algunas ocasiones por caminos insospechados. 

Otro de los aspectos destacables de Crooked Kingdom es el gran reto moral y físico al que se enfrenta Nina después de lo acontecido en la primera parte de la historia. Creo que Bardugo acierta de pleno con la evolución del personaje y con el tono de los capítulos que protagoniza, sin caer en el drama fácil pero manteniendo la tensión en todo momento. Por otro lado, la introducción de una antagonista para Inej es una incorporación muy de agradecer (aunque pienso que quizá se le podría haber sacado más jugo). 

Pero, si la novela tiene tantos elementos positivos, ¿por qué decía al principio de la reseña que me había sentido decepcionado con ella? Bueno, si os habéis dado cuenta, todo lo que he mencionado hasta ahora se refiere principalmente al tratamiento de los personajes. Pero una de las cosas que mejor hacía Bardugo en Six of Crows era mantener el equilibrio entre la caracterización de los protagonistas y las partes de acción y desarrollo de la trama. Sin embargo, en Crooked Kingdom este último aspecto queda demasiado en segundo plano. 

De hecho, en muchos de los capítulos, y precisamente cuando los acontecimientos se antojan más interesantes, no encontramos con largos flashbacks que rompen el ritmo para explicar un pequeño detalle del pasado de uno de los personajes. Esto ya sucedía en Six of Crows, es cierto, pero en aquel libro estaba mucho más medido que en Crooked Kingdom. 

Es más, hay algunas de las subtramas que no llegan a tener una resolución satisfactoria, que se comienzan para dejarlas morir sin más explicación, lo que no deja de ser paradójico precisamente por ser esta la novela que se encarga de cerrar la historia de Kaz y su banda. Por ejemplo, un cierto elemento que se presenta en los primeros capítulos y que tiene que ver con el mundo de los Grisha, apenas llega a tener relevancia en la resolución de la trama, un poco como una "anti-pistola" de Chéjov.

Sé perfectamente que, si os gustó Six of Crows, poco de lo que diga os puede hacer descartar la idea de leer también Crooked Kingdom, aunque sea por saber cómo se resuelve finalmente todo. Es más, en ningún momento quiero que se entienda que siquiera llego a insinuar que el libro es malo. Pero, quizá por las altas expectativas, la verdad es que he disfrutado de esta novela mucho menos de lo que esperaba y, en ocasiones, hasta se me ha hecho larga. Por todo ello, mi valoración final es bastantes enteros inferior a de Six of Crows. Pero quizá vuestra experiencia sea muy distinta, quién sabe.