viernes, 9 de diciembre de 2016

Pablo Bueno reseña Hyperion, de Dan Simmons

Siempre es una gran noticia para este blog que Pablo Bueno vuelva con una de sus estupendas reseñas. Pero cuando, además, se trata de una obra como Hyperion, de Dan Simmons, la buena noticia se convierte en excelente. ¡Espero que os guste!
Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Cantos, de Manticora (Spotify, YouTube) (Más información sobre el Hyperion, el disco de Manticora basado en la obra de Simmons, aquí). 
Hace ya unas cuantas semanas, LEKTU puso en oferta la versión digital de Hyperion. El libro, que llevaba años en mi estantería, se me había resistido, por unas cosas o por otras, hasta ese momento: casi el mismo día en que lo compré, me puse con él. De hecho, hace tiempo que lo terminé, pero todavía no tenía claro cómo enfocar esta reseña.
Recuerdo haber comenzado por primera vez Hyperion hace mucho, probablemente cuando tenía doce o trece años, y abandonarlo sin el menor reparo. No me enganchó, no me interesó o, simplemente, como el tiempo ha demostrado, no era el momento. Es algo que da que pensar porque, en estos días, sin embargo, me ha cautivado. Paradójicamente, no me ha resultado fácil encontrar las palabras para escribir esta reseña. Qué decir, al fin y al cabo, de una obra que ha conquistado a tantas personas de tantas generaciones distintas desde que se publicara, allá por 1989. Pues, en primer lugar, que es una obra extraordinariamente contradictoria, sobre todo porque que no me queda claro en qué medida es una obra de ciencia ficción.
¡Tranquilidad! Me apresuraré a explicarme antes de que comiencen a aullar todas las alarmas antiherejía: nadie puede dudar que Hyperion es una gran obra de ciencia ficción, sin duda una de las importantes. No sé si la mejor, como he leído por ahí, pero, desde luego, merece estar en lo más alto del panteón. Pero es que, de hecho, no tengo claro qué porcentaje de la novela podría extraerse de la misma y venderse como un escrito bien distinto centrado en cuestiones filosóficas, de conflictos personales, familiares o interculturales, por ejemplo. Me refiero a que gran parte de esta novela podría suceder en Hyperion o en un pueblecito de la meseta castellana. Mariano Villarreal explica esto mil veces mejor que yo pero, en definitiva, el meollo del asunto es que, muchas veces, algunas de las mejores historias de la ciencia ficción tratan los grandes temas de la humanidad. Con un trasfondo futurista o que extrapola algún elemento, pero hablando siempre de los grandes asuntos que preocupan de forma universal.
Como decía el poeta de Hyperion, hay escritos que “trascienden el vestido para ir directamente a la verdad, a lo que está al fondo, a lo profundo” y, por Crom, que esta novela lo consigue. Simmons va a la verdad del sentimiento humano, del conflicto, ofrece un pensamiento tan cierto y creíble como si fuera una persona real la que lo está contando. Nos habla de cuestiones que son universales, inherentes al ser humano y lo hace, además, cambiando sensiblemente el estilo en cada uno de los relatos: hay una historia de detectives; otra que podría compararse con la investigación antropológica que un misionero hiciera en el amazonas; está la lucha de un padre por salvar a su hija y también una historia de amor que se prolonga a lo largo de una vida entera, pero con solo unos cuantos días de coincidencia entre los amantes. Sin querer desvelar más de lo recomendable, diré que, solo poniendo esto en la balanza, Hyperion es un monumento a la literatura.
La novela es, por tanto, y casi sin matices, una recopilación de seis novelas cortas, tantas como los personajes ―menos uno― que aglutina una curiosa peregrinación al planeta que da nombre a la novela y ante el temible Alcaudón. Y es aquí cuando llegamos a lo más impresionante de la novela porque, cuando creemos que una de las historias es buena, la siguiente la mejora; cuando vemos que el conflicto, o lo que un personaje ha sufrido es impresionante y está narrado de manera magistral, llega el siguiente y te da de bofetadas hasta que te hace consciente de que está a la altura o lo supera.
Simmons también se despacha a gusto en el campo de las ideas puras, pero es que las biografías de los personajes y el modo de narrarlas lo eclipsan todo. La historia del clérigo y el descubrimiento de esa curiosa tribu es impresionante; la acción y el misterio que destila la narración de la detective nos deja sin habla. Pero… ¡La del poeta! ¡Y la del erudito! Pocas novelas ―realistas o no― consiguen tocarnos la fibra de la paternidad de un modo más certero y original que esta última, por cierto.
Solo hay un pero y es que, desde un punto de vista meramente formal, casi se trata de un prólogo de la historia que ha de venir. Realmente no sabemos casi nada del elemento central de todas las historias, el Alcaudón y Las Tumbas del Tiempo. Esto no sería algo malo si no fuera porque, mucho me temo, la segunda parte, que estoy deseando devorar, lo tiene muy difícil para estar a la altura de una novela que, paradójicamente, no trata de sí misma.
En todo caso, la experiencia ha sido sumamente positiva: como no puede ser de otra manera, el libro se lleva cinco estrellas y va directo a la carpeta de favoritos, el más alto galardón que este humilde reseñista puede otorgar.

5 comentarios:

  1. Acierta: ni la segunda parte, ni la tercera ni la cuarta están a la altura.

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  2. La segunda es una novela decente (un 7/10 o 3-4 estrellas) lo que no está mal, lo que pasa es que tiene una montaña muy alta que subir al compararla con la primera.
    Las continuaciones esas de Endimion son una tomadura de pelo directamente.

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  3. Estoy de acuerdo con la mayoría. Pero es que me temo que Simmons no puede superar la que, a mi juicio, es posiblemente su obra maestra.

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  4. Siempre defenderé a Simmons. Incluso la denostada saga de Ilion me parece más que recuperable. Hyperion, para mi, la mejor Space Opera jamás escrita.

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