Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Part of the Queue, de Oasis (Spotify, YouTube).
Parece que esta semana la cosa va de decepciones. Si el lunes os contaba que Crooked Kingdom se había quedado un tanto por debajo de mis expectativas, hoy tengo que hablar un libro que, simplemente, no puedo recomendar porque incluso me he tenido que forzar a terminar de leer: The Queue, de Basma Abdel Aziz.
En el caso de The Queue la desilusión ha sido, probablemente, mayor, porque era un libro en el que tenía puestas muchas esperanzas, pero ni siquiera ha llegado a cubrir una mínima parte de ellas. Lo descubrí hace algunos meses en un artículo que leí de casualidad en algún periódico generalista que no recuerdo y me llamó instantáneamente la atención la combinación de crítica política y ambientación distópica junto con el hecho de estar escrito por una mujer de un país como Egipto. Las críticas, además, parecían bastante elogiosas, con lo que todos los astros parecían confluir para que la novela fuera una pequeña joya.
Por desgracia, y pesa a un comienzo medianamente prometedor, The Queue me ha parecido una obra francamente mediocre y aburrida. Quizá sea por el estilo, bastante plano, o por la narración (escuché el libro en versión audio), bastante monótona, pero ya antes de la mitad, y eso que la obra es de las cortitas, estaba deseando que se acabara. La trama es prácticamente inexistente, el "misterio" de la cola no provoca demasiado interés y las sorpresas brillan casi totalmente por su ausencia. Por si eso fuera poco, los personajes son completamente anodinos y, lo confieso, me importaba más bien poco lo que les pasara.
Las frases promocionales con las que se ha publicitado el libro tampoco le hacen ningún favor en vista de lo que luego realmente se encuentra en el interior (y esto es algo que ya me ha pasado un par de veces en los últimos meses). En concreto, una de las comparaciones recurrentes que se ha hecho es con 1984. Es evidente que es difícil llegar a estar a la altura de una obra maestra como la de Orwell, pero es que The Queue ni es el mismo tipo de historia ni tiene un tono siquiera parecido. Basma Abdel Aziz, de hecho, opta por presentar una situación mucho más cotidiana y verosímil, una pequeña alegoría política más que una distopía con todas las de la ley, algo que a mí, como lector de ciencia ficción, se me queda extremadamente corto y me parece desaprovechar totalmente el potencial de una atractiva idea de partida.
Es posible que esté juzgando injustamente el libro y que, precisamente, la intención de la autora sea muy diferente a lo que yo me imaginaba (o los publicistas me hicieron imaginar). Es posible que el aburrimiento que he sentido al leer (escuchar) el libro, la falta de interés que he sentido por los personajes y sus (escasas) peripecias, sea un efecto buscado, un reflejo de la lenta y desalentadora espera de los que pasan su vida en la cola a la que se refiere el título de la novela. Es posible que con todo ello Basma Abdel Aziz nos quiera hacer pensar sobre la triste situación de tantos países en los que los derechos humanos son asfixiados bajo capas y capas de burocracia sin sentido, olvidados en el lento avanzar de colas interminables. Es muy posible, sí, pero eso no cambia ni un ápice el hecho de que la novela no ha conseguido captar mi atención ni invitarme a reflexionar en prácticamente ningún momento.
Por todo ello, como podéis imaginar, no recomiendo la lectura de The Queue. Es una novela que es más interesante por lo que es, por lo "exótico" de su procedencia, por la valentía de alzar la voz ante ciertas injusticias, que por lo que cuenta o por cómo lo cuenta. Vuestra experiencia, por supuesto, podría ser bien diferente, pero la verdad es que yo no puedo evitar sentirme bastante decepcionado con lo que me he encontrado en este libro.
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