Antonio Díaz sigue al pie del cañón, nunca mejor dicho, y nos trae hoy la reseña de una novela de ciencia ficción de corte bélico. Se trata de The Bastard Legion: Friendly Fire, de Gavin Smith. ¡Que la disfrutéis!
Banda sonora de la reseña: Antonio sugiere leer esta reseña escuchando Pump Up the Jam, de Technotronic (YouTube, Spotify)
Fue casi por casualidad como acabé escuchando la versión en audio de la novela de Gavin G. Smith The Hangman’s Daughter. Ambientada en un futuro espacial, Miska Storrow tiene muchos frentes abiertos: trata de encontrar a los asesinos de su padre (al que todavía conserva en forma de IA de entrenamiento militar), tiene muchos problemas con su pasado como agente gubernamental y, ah, casi lo olvidaba, ha secuestrado una enorme nave/cárcel con 4.000 de los más despiadados criminales de la galaxia… y los quiere convertir en su ejército privado. Su propia legión. Con una sinopsis así, ¿cómo no lo iba a leer?
Friendly Fire es la continuación de esta novela. Gavin G. Smith ha leído con atención las críticas que se le hicieron a su anterior obra. Miska es un personaje muy potente, con una voz única y una personalidad arrolladora. Puede que sea la razón por la que no puedas dejar de leer, pero también puede ser el motivo porque el que dejes el libro a las tres horas. En Friendly Fire, Miska está algo más contenida. Sigue siendo la misma, pero ya no resulta tan estridente. No me parece que Smith haya sacrificado mucho girando su dial de intensidad hacia la izquierda, pero sin duda ha ganado equilibrio.
También ha reducido el número de secundarios, que en la primera novela eran tantos que resultaban quizás un poco desbordantes. Se ha centrado en algunos pocos (viejos conocidos y alguno nuevo) y los ha potenciado más, para contribuir a ese balance con Miska. Se explora más en sus circunstancias personales (a lo que ayuda la elección de escenario) y eso los hace más humanos (y a la novela la hace incluso más dura).
Lo mejor de la novela, con diferencia, es la constante explosión de acción. El lector que desee acercarse a The Bastard Legion: Friendly Fire tiene que hacerlo sabiendo que la galaxia es un lugar duro, lleno de peligros en forma de robots, mechas, tanques, armadura reforzadas, armas láser y muchas explosiones. Gavin G. Smith intercala muy sabiamente la acción con escenas de exploración de personajes, pero no deja más que unos minutos entre tiros y persecuciones. Es un blockbuster palomitero total.
Dicho esto, sería muy interesante ver una adaptación al cine de esta saga, que pienso que tendría mucho éxito con el público de Deadpool o el Escuadrón Suicida.
Estas escenas de acción están, además, mejor escritas que en la primera parte (que no es que fueran malas). Smith le ha dedicado trabajo a pulirlas y perfeccionarlas y son absorbentes y están llenas de sorpresas y giros ingeniosos.
Friendly Fire es una digna sucesora de la primera entrega, con Miska todavía debatiéndose entre su tendencia autodestructiva y la multitud de frentes abiertos con los que se ve obligada a lidiar. Al final, Smith se apresura quizá en exceso para poder atar todos los cabos. Me da la impresión de que tenía un número de palabras pactado y al escribir el borrador de la novela se había pasado demasiado. El problema es que cortando quizás haya simplificado demasiado hacia el final. No es que yo sea especialmente partidario de añadirle páginas a las novelas, pero en este caso o habría quitado un par de subtramas, o habría añadido 20-30 páginas para terminar de explorarlas, y no darles carpetazo en medio párrafo.
Pues suena bien. Cifi palomitera para el veranito. Yo tengo en mi pila veraniega los libros de The Expanse, que creo que van por los mismos fueros. Un abrazo :)
ResponderEliminarAunque son del palo, lo de The Expanse son algo más profundos y tienen un poco más de chicha y los de The Bastard Legion son más gamberros y tienen más acción frenética. Además, en The Expanse los buenos son muy buenos y los malos muy malos y en The Bastard Legion son todos malos, como en Suicide Squad, pero algunos molan más que otros.
Eliminar