Hoy tenemos el honor y el placer de contar con una reseña de El Alcalde, al que seguramente conoceréis por sus artículos en Gamerah.net. El libro elegido no es otro que Ball Lightning, de nuestro bienamado Liu Cixin, que mañana Nova publica en español con el título de La esfera luminosa. ¡Espero que os guste!
Banda sonora de la reseña: El Alcalde sugiere leer esta reseña escuchando Ballroom Blitz, de Sweet (YouTube, Spotify)
En épocas convulsas es muy habitual que se destapen los guardianes de las esencias. Si conocéis la oleada de revisionistas que ocultan su agenda reaccionaria tras una dudosa nostalgia de la scifi clásica sabréis de qué hablo.
Por eso, cuando alguien te habla de “pureza” no puedes menos que echarte a temblar. Héroes hormonados de mandíbula cuadrada, princesas en ropa interior, viajes por el espacio a modo de tren de cercanías… No, no añoramos los escenarios pulp intercambiables cuando recordamos de qué iba el género. Y menos si están al servicio de ciertos discursos de colmillo retorcido.
Lo que muchos echamos un poco de menos entre tanto novelón de un millón de páginas (y no miro a nadie, Sr. Hamilton y Sr. Kim Stanley, suelten el teclado YA POR FAVOR) es la pura especulación científica, uno de los orígenes más claros del género. La que empieza con una sencilla reflexión: “¿Y si...?” “¿Y si esos canales en la luna son obra de marcianos?” “¿Y si pudiésemos viajar al centro de la Tierra?” “¿Y si un gemelo viaja en un tren a la velocidad de la luz pero a pesar de la teoría relativista se las arregla para llegar, como siempre, más tarde a una cita con su hermano?”
Pues bien. Liu Cixin es un fanático de los “¿Y si...?” El autor chino lo ha demostrado a escala cósmica en su imprescindible trilogía, Remembrance of Earth's Past, pero también en su obra corta, llenas de ideas tan simples y espectaculares que no dejas de preguntarte cómo no se le habían ocurrido antes a nadie.
Pura, vieja y clásica ciencia ficción. Mientras que en occidente el género, en buena medida, ha buscado en los últimos tiempos temas más sociales e identitarios, sin descuidar la especulación y la base científica, los primeros textos que nos llegan de autores orientales parece que acuden a las bases del género sin renunciar a un estilo propio.
Ball Lightning es uno de esos. Escrito antes de la famosa trilogía, comparte muchas de sus formas y recursos, entre ellos la aparente poca profundidad de sus protagonistas. Seres aislados, planos y, en la mayoría de las veces, intercambiables. Pero sería injusto decir que Liu no hace creíbles a sus personajes. Sencillamente, elude todo aquello que no afecta a la narración. ¿Os gusta esa manera de caracterizar personajes en base a cómo se comportan en situaciones laterales de la trama, sin interés alguno? A mí tampoco. El autor no quiere construir personajes, sino historias de ciencia ficción. Lo que sobra, a la papelera. Es fascinante esa capacidad que tiene para eludir hechos que en otro autor serían troncales y que generarían capítulos eternos de infodumps (¿alguien sabe cómo eran los trisolarianos? ¿qué hubieran opinado del billar a tres bandas?) Y eso que en Ball Lightning hay unos cuantos de esos hechos similares sobre los que sobrevuela alegremente sin explicarlos.
Lo que sí vamos a encontrar es especulación científica. Las esferas de luz (centellas, rayos globulares) son el centro de la trama. Un fenómeno atmosférico sin aparente relevancia sobre el que Liu construye un misterio de proporciones, cómo no, universales. Eso sí, en Ball Lightning no hay espacio para lo sobrenatural. No hay extraterrestres, ni naves. Todo es ciencia. Pero Liu es un buen trilero y es capaz de despegar la narración de la verosimilitud científica de una manera tan gradual y sutil que, cuando quieres darte cuenta, ha suspendido tu incredulidad, te ha colado una teoría cosmogónica absolutamente demencial, y te ha robado el bocadillo del recreo por el camino.
Básicamente la novela tiene dos partes. La primera sigue la receta clásica del misterio que nadie es capaz de resolver; el origen y comportamiento de los rayos globulares. Historias de científicos frustrados, sus experimentos y fracasos, hasta que el protagonista consigue desentrañar el misterio de estos fenómenos atmosféricos. Pero, en el momento en el que el escritor mediocre pondría el piloto automático y se dejaría llevar, el autor remonta el vuelo en una segunda parte trepidante.
Algunos de los temas habituales de la factoría Cixin están ya presentes en esta obra. La eterna disputa entre los militares y científicos, la soledad aplatanada de los protagonistas, las historias secundarias intimistas, y un tanto sensibleras, y las locuras argumentales. Aunque claramente menos ambiciosa que sus obras posteriores, Ball Lightning puede considerarse una buena manera de entrar al universo del ganador del Hugo 2015. Y si ya eres fan de la movida trisolariana, tienes un pequeño regalito argumental dentro.
Recomendable. No pasará a la historia del género, pero si el ranking fuese de novelitas de pura y clásica scifi especulativa, seguro que escalaría unos cuantos puestos.