lunes, 29 de abril de 2019

Esteban Bentancour reseña Exhalation, de Ted Chiang

¿Puede haber algo mejor que contar con una nueva colección de relatos de Ted Chiang? Pocas cosas, desde luego, pero una de ellas es contar con una nueva colección de relatos de Ted Chiang... y que el gran Esteban Bentancour la reseñe para nosotros con su habitual profundidad y acierto. ¡Espero que os guste!

Todavía recuerdo mi primer acercamiento a La historia de tu vida, de Ted Chiang. Fue hará unos diez años, en el estand de Alamut y Bibliópolis de la feria del libro de Madrid. Recuerdo que me lo recomendaron junto a Los tejedores de cabellos, de Andreas Eschbach, y que, aquella vez, me terminé decantando por la novela. Sin embargo, el libro de Eschbach me gustó tanto que el año siguiente —por mera asociación— fui hasta el estand de la feria a por La historia de tu vida. Y así volví a leer una maravilla.

La portada de aquella edición —con el ángel, la pirámide y la taza— sugería un contenido más cercano a la fantasía que a la ciencia ficción, pero al poco de empezar a leerla descubrí un relato de ciencia ficción hard digno de Greg Egan. Su premisa era la siguiente: ¿qué sucedería si se tuviese la prueba de que las matemáticas carecen de sentido? La genialidad de Chiang en «Dividido entre cero» (ese es el título del relato) consiste en elegir como protagonista a la matemática que la ha descubierto para analizar las consecuencias emocionales (no científicas) de su desarrollo conceptual.

Lo mismo puede decirse de «La historia de tu vida», el relato que da título a la colección y que hoy es ampliamente conocido gracias a Arrival, la magnífica película de Denis Villeneuve.

Sin embargo, partir de conceptos abstractos para trasmitirnos emociones no es la única estrategia que puede verse en su antología. En lo que respecta a la ciencia ficción, Chiang también se desplaza en sentido contrario.

Un buen ejemplo de esto es «¿Te gusta lo que ves? (Documental)», el relato que cierra el libro. Además de emplear el recurso de «la historia oral» (adelantándose, por ejemplo, a Guerra Mundial Z, de Max Brooks) y de centrarse en la transformación social que genera un avance tecnológico (y no en el avance propiamente dicho), su estructura fragmentada y polifónica le permite conceptualizar —contraponer puntos de vista— sobre un tema tan emocional como el «efecto halo». En pocas palabras, Ted Chiang no solo consigue emocionarnos partiendo de conceptos, sino que logra extraer conceptos analizando emociones.

Sumada a esas dos estrategias, el libro desarrolla una tercera que también me sorprendió: aborda la fantasía con un enfoque científico. Y con «enfoque científico» no me refiero al propuesto por Brandon Sanderson en sus «Leyes de la Magia» —quien recomienda que se definan una serie de reglas para los «sistemas de magia» y que luego se sigan y exploren como si fuesen leyes físicas—; a lo que me refiero es a partir de la base de que ciertas aseveraciones religiosas o mitológicas han sido demostradas científicamente y explorar, desde esa premisa, el tipo de sociedad, ciencia y tecnología que ese hecho produce. Es el caso del relato «Setenta y dos letras» y, muy especialmente, de «El infierno es la ausencia de Dios»… del que volveré a hablar más adelante.

La historia de tu vida me gustó tanto que, cuando me enteré hace unos meses de que Ted Chiang iba a sacar una segunda antología, la apunté entre los imprescindibles del año…; así que podrás imaginar cuál fue mi sorpresa cuando Elías me propuso pasarme un avance editorial para que escribiera este artículo. Eso sí, el hecho de que aún no haya sido publicada me impone un par de condiciones que modificarán, en parte, el modo en que suelo escribirlos.

La primera es que no puedo extraer citas y, por tanto, no podré darte ejemplos de aquello que comentaré. Y la segunda es que, obviamente, tengo que ser más cuidadoso que nunca con los spoilers, así que no podré dar demasiados detalles sobre las historias en sí, ni profundizar en temas que pudiesen revelar sus giros.

Es por eso que he empezado con esta larga introducción sobre las estrategias narrativas de Ted Chiang, porque los relatos y novelas cortas contenidos en Exhalation expanden y destilan su estilo inicial. Al margen de que pueda gustarte más o menos, lo que es indudable es que en su nueva antología se percibe una evolución. Así que, teniendo en cuenta esas estrategias, empecemos a hablar de sus historias.




THE MERCHANT AND THE ALCHEMIST’S GATE

Que Chiang haya elegido este relato para iniciar su antología es una especie de guiño a su colección anterior.

La historia de tu vida se abría con «La torre de Babilonia», un cuento situado en un entorno legendario y profundamente evocador. Y si bien aquel relato se basaba en la mitología hebrea, contenía un componente mecanicista que lo dejaba a medio camino entre la fantasía y una «particular» ciencia ficción; el enfoque científico de la fantasía del que hablé anteriormente.

En «The Merchant and the Alchemist’s Gate», el entorno legendario evocado por Chiang es el de Las mil y una noches —tanto en su escenario como en su estilo— y su componente de ciencia ficción, siendo aún «particular», es mucho más evidente: una serie de historias sobre viajes en el tiempo que nos hablan —por primera, pero no última vez— sobre el determinismo y el libre albedrío.

En una mítica Bagdad («ciudad de paz», según el relato) un mercader conoce a un alquimista que le presenta un artefacto asombroso: un portal que permite trasladarse veinte años hacia el futuro (si se cruza de derecha a izquierda) o veinte años hacia el pasado (si se cruza de izquierda a derecha). (Que el sentido del cruce se corresponda con el de la escritura árabe es un detalle magnífico).

Partiendo de esa premisa, y al estilo de los cuentos orientales, Chiang nos relata cuatro historias de viajes en el tiempo, dos hacia el futuro y dos hacia el pasado.

No puedo decir nada más sin estropearte la sorpresa, pero su reflexión sobre el único modo de cambiar el pasado es de una sensibilidad desbordante.



EXHALATION

Sé que este relato ha sido publicado en español en la revista Cuásar nº 50/51, pero yo no lo había leído, así que este fue mi primer acercamiento a «Exhalation». Y me alegro que haya sido así porque su baza más importante es la sorpresa. No tanto por la historia como por su ambientación. «Exhalation» podría adscribirse perfectamente al new weird. Bastan unas páginas para darse cuenta que nos hallamos ante una sociedad posthumana. De hecho, su enfoque me recordó al de «Seres de arena y escoria», de Paolo Bacigalupi, por el naturalismo con el que describe la humanidad remanente en organismos modificados. La diferencia reside en que la estética biopunk del relato de Bacigalupi es sustituida, en este, por una steampunk.

Para profundizar en este argumento (cosa que me encantaría) tendría que destripar el relato, así que, en lugar de hacerlo, enunciaré algunos de los temas que aborda: la memoria y nuestro vínculo con el pasado; el límite entre lo robótico y lo humano; la certeza de la muerte; el estado fundamental como destino inevitable; la posible existencia del multiverso; el legado de las civilizaciones…

Al tiempo que los he ido citando, yo mismo me he preguntado cómo ha podido hilvanar tal variedad de temas —y de semejante calado— en un único relato. Porque lo cierto es que lo consigue, y el resultado es conmovedor.

No es casual que «Exhalation» haya ganado los premios Hugo y Locus a mejor relato.



WHAT’S EXPECTED OF US

En la introducción comenté que, en esta antología, Ted Chiang destila sus técnicas narrativas. Pues bien, «What’s Expected of Us» es un excelente ejemplo de esa tendencia.

El relato —que puede leerse en la revista Nature— lleva la ficción especulativa a su esencia. En apenas un párrafo, describe un dispositivo denominado «Predictor»: un objeto del tamaño de un mando de coche con un botón y un led verde… que se enciende un segundo antes de que presiones el botón.

Le basta esa descripción para echar por tierra el libre albedrío. A partir de ese punto, se centra en las implicaciones emocionales, sociales, científicas y filosóficas de saberse en un universo determinista.
… Lo cual no sería más que una especulación intelectual si el dispositivo no nos recordara —como sugirió Elías en un tuit— los resultados del famoso experimento de Libet, que concluyó que el potencial cerebral de preparación para el movimiento tiene lugar entre 300 y 500 milisegundos antes de que el sujeto sea consciente de que quiere moverse.

Vale la pena leerlo con calma.

THE LIFECYCLE OF SOFTWARE OBJECTS

Esta novela corta ha sido traducida a nuestro idioma por Manuel de los Reyes y en este caso sí la había leído. Es la historia que cierra la primera entrega de Terra Nova, una serie de antologías que no necesita presentación.

Debo confesar que la primera vez que la leí —si mal no recuerdo, en 2013— no me gustó. O, mejor dicho, me supuso una decepción respecto a los relatos de La historia de tu vida. Pensé seriamente en no volver a leerla y comentar aquí lo que recordaba de entonces, pero decidí darle una segunda oportunidad… y lo curioso es que esta vez me encantó. ¿Qué cambió en este tiempo para que eso pasara? Básicamente, yo. Desde 2015 soy padre y eso, como es lógico, ha cambiado mi perspectiva.
Pensándolo bien, quizás el único «pero» que cabría ponerle a esta novela corta sea el titulo: sería más preciso llamarla «The Educational Cycle of Software Objects», porque ese es el tema de esta historia: la educación de otro ser al que estamos conectados de forma afectiva.

Y fíjate que hablo de «ser» y de «conexión afectiva», y no de hijo. Es en ese pequeño detalle donde radica la genialidad del relato.

Como cuenta Chiang en las notas que rematan el libro, la historia parte de la idea de que, al igual que un ser humano, es probable que una IA necesite unos veinte años de esfuerzo sostenido para ser educada. Sin embargo, el modo en que son educados los digients —los «objetos de software» del título— a lo largo de la novela trasciende el análisis de los vínculos afectivos entre una inteligencia artificial y un humano para sugerir una reflexión universal.

Chiang emplea aquí la misma estrategia que ya vimos en «¿Te gusta lo que ves? (Documental)»: desmenuza un vínculo emocional —en este caso, la educación de otro ser sintiente— para conceptualizarla. Pero en este caso, dada la extensión de la historia, su enfoque es mucho más pormenorizado.

A lo largo del relato (y en función del relato), Chiang analiza temas tan variados como la educación animal, el empleo del conductismo, la educación en valores, la educación de personas con capacidades diferentes, la educación comunitaria, la educación sexual, el vínculo de los padres con la sexualidad de los hijos, la cesión paulatina de libertad durante la infancia y la adolescencia…

Y, por si fuera poco, también explora cómo afecta dicha tarea al educador: su sacrificio económico y de tiempo, su vínculo emocional con el educando, su acción desinteresada o su interés manifiesto, la proyección de los temores del educador sobre el ser que educa, sus prioridades vitales y afectivas…
Hay novelas que nos hablan de la vida con mayor hondura que los ensayos. Y «The Lifecycle of Software Objects» es un buen ejemplo.





DACEY’S PATENT AUTOMATIC NANNY

Este relato es una suerte de corolario de la novela anterior.

Según explica en las notas finales, partió de un encargo de Jeff VanderMeer, quien estaba editando una antología con una premisa muy interesante: un museo que exhibe artefactos imaginarios. Como si se tratara de un catálogo, un artista creaba la ilustración del artefacto y un escritor redactaba el «texto descriptivo» que lo acompañaba en la «exposición».

La idea de partida, por sí misma, es genial. Pero Chiang consigue llevársela a su terreno para seguir explorando el tema de la educación. Si «The Lifecycle of Software Objects» se centraba en la educación de un ser artificial, «Dacey’s Patent Automatic Nanny» se plantea qué ocurriría si el educador fuera un ser artificial.

Con un calculado estilo de documental de los cincuenta (por momentos me recordó los cortos de Disney en los que se imaginaba el mundo del futuro) y un sentido del humor muy ácido, el relato termina siendo una oda a la necesidad del contacto físico y el vínculo paterno filial.

Una verdadera sorpresa y, probablemente, el más atípico de todos los cuentos de la antología.

THE TRUTH OF FACT, THE TRUTH OF FEELING

Este relato —casi una novela corta— también ha sido traducido por Manuel de los Reyes. Fue seleccionado por Mariano Villareal para su excelente colección A la deriva en el mar de las lluvias y otros relatos y en su momento ya lo había leído. Sin embargo, a diferencia de «El ciclo de vida de los objetos de software», su historia me fascinó desde el principio.

Al igual que en «What’s Expected of Us», Chiang parte de una premisa tecnológica expuesta con rigor para explorar sus repercusiones emocionales, sociales y filosóficas.

El título del relato —que en español se tradujo como «La verdad de los hechos, la verdad del corazón»— define muy bien ese delicado equilibrio entre razón y emoción que no solo refleja en el contenido de la historia, sino también su estructura.

Chiang juega en los límites del ensaño para mostrarnos los pros y los contras de una tecnología que, de existir, transformaría el mundo: la grabación digital de experiencias personales capaces de ser recuperadas como un sucedáneo de la memoria.

Partiendo de una premisa en principio abstracta, Chiang consigue emocionarnos; humanizar nuestro vínculo con la tecnología y cuestionar nuestra capacidad para el análisis objetivo. (Sobre esto no puedo profundizar sin estropearte su lectura, pero te aseguro que, ya solo por esta parte, el relato vale la pena).

Sin embargo, «The Truth of Fact, The Truth of Feeling» no se queda ahí. Es probable que a la mayoría de nosotros —que no hemos experimentado la posibilidad de grabar toda nuestra vida y recuperar los fragmentos que deseemos en el momento que deseemos— semejante transformación nos parezca radical. Es probable que pensemos que nuestra sociedad jamás aceptaría someterse a algo así.

Por tanto, para poner el tema en perspectiva, Chiang intercala en la historia central fragmentos de una historia independientes, el relato de la introducción paulatina de la escritura en una sociedad basada en la tradición oral. Y lo hace desde la perspectiva de un aborigen. Esa mirada extraña sobre una tecnología que ya hemos asumido (me refiero, obviamente, a la escritura) nos revela con abrumadora claridad que nuestra sociedad ya ha aceptado, como sucedáneo de la memoria, la «grabación» de experiencias personales capaces de ser recuperadas.

Al conjugar esos dos niveles de lectura, el relato adquiere una nueva dimensión.


THE GREAT SILENCE

Este relato es una rara avis en más de un sentido, pero, sobre todo, lo es por la forma en que fue concebido. Como explica en las notas finales, parte de su colaboración con dos video artistas — Jennifer Allora y Guillermo Calzadilla— en una instalación en la que superponían imágenes del radiotelescopio de Arecibo con imágenes de los periquitos (es así como se los llama en Puerto Rico) que habitan un bosque cercano.

Partiendo de esa idea… y sumándole la Paradoja de Fermi, la búsqueda de vida inteligente, y del concepto de glosolalia —es decir, la vocalización fluida de sílabas sin significado comprensible—, Chiang plantea un contrapunto que conduce a una reflexión quizás un poco previsible, pero no por eso menos urgente.

OMPHALOS

Podría decirse que este relato se ubica en el mismo universo que «El infierno es la ausencia de Dios»… Y que conste que he dicho «universo».

Lo cierto es que parte de una premisa muy similar: la confirmación científica de que la tierra y los cielos han sido creados y, por tanto, de la existencia de un Creador. Pero si «El infierno es la ausencia de Dios» se centraba en las tribulaciones de la convivencia con el Creador, «Omphalos» analiza el rol de la ciencia en un universo cosmogónico.

Debo reconocer que, de los relatos que aún no conocía, este y el último han sido los que más me han gustado. Sin embargo (o, mejor dicho, precisamente por eso), es muy poco lo que puedo decir sobre este sin estropearte su sentido de la maravilla y, sobre todo, su magnífica vuelta de tuerca.

Solo diré que lleva a su máxima expresión el «enfoque científico» de la fantasía al que hacía referencia al principio del artículo: sus pruebas empliricas de la creación y datación de la Tierra son brillantes, su comparación entre las catedrales y la ciencia como forma de adorar a Dios es conmovedora y su descripción de un sistema astronómico coherente con la cosmogonía cristiana es simplemente admirable.

Y no por la mitología con la que juega, sino por la precisión científica con la que la describe.

Ojalá la disfrutes tanto como yo.



ANXIETY IS THE DIZZINESS OF FREEDOM

En la novela corta que cierra la antología, Chiang retoma la estrategia narrativa ya empleada en «What’s Expected of Us» y en «The Truth of Fact, The Truth of Feeling»: partir de una premisa tecnológica expuesta con rigor para explorar sus repercusiones emocionales, sociales y filosóficas.
Lo interesante de este relato es que toma una premisa tecnológica archiconocida y la explora de una manera completamente original.

Empecemos por la premisa, a ver si te suena: la existencia de un dispositivo que realiza una medición cuántica de dos resultados igualmente probables y que, a partir de ese punto, permite traspasar información entre esas dos ramas de la función de onda «universal». En otras palabras, un dispositivo que nos permite intercambiar información entre universos paralelos.

Como cualquier lector de ciencia ficción sabe, desde Universo de locos, de Frederic Brown, hasta Materia Oscura, de Blake Crouch, se han escrito infinidad de relatos y novelas con esa premisa. ¿Qué hace tan original entonces a «Anxiety is the Dizziness of Freedom»? Básicamente, la primera palabra del título. O, para ser preciso, lo que sugiere esa primera palabra.

Tras intercalar, en los primeros capítulos, una «evolución histórica» de la tecnología de los prism —el dispositivo que permite intercambiar información entre universos paralelos—, Chiang se centra en los dos aspectos de dicha tecnología que, con toda seguridad, interesarían más a cualquier sociedad que la tuviera: la posibilidad de hacer negocios con ella (más o menos legales) y su empleo a nivel psicológico (para mejorar la autoestima y la imagen personal).

Sin duda, uno de los aportes más originales de la historia son los grupos de apoyo psicológico para usuarios de prism, en los que terapeutas especializados (facilitators) los ayudan a lidiar con la ansiedad que produce la constante comparación. Porque no ha de ser fácil encontrarte con tu yo de una realidad paralela (paraself) y descubrir que él o ella sí está con la persona que te gustaba y a la que nunca te atreviste a acercarte, o que ha obtenido el ascenso que a ti te negaron, o que ha logrado el reconocimiento que tú nunca tendrás.

Esto es solo el comienzo de una profunda indagación de los límites del libre albedrío y, sobre todo, del relativismo moral… Porque, si existen infinidad de universos paralelos, ¿qué nos asegura que cualquier acción, positiva o negativa, que llevemos a cabo no será compensada por la acción de otro de nuestros yo en un universo paralelo?

Una vez más, partiendo de un ejercicio conceptual, la respuesta brindada por Chiang consigue emocionarnos. Lamentablemente (una vez más) no puedo profundizar en este asunto sin estropearte la lectura.

Un apunte final

Antes de cerrar este artículo, me gustaría comentar la sensación paradójica que tuve al terminar el libro. En especial, porque puede que tú también la experimentes, si ya has leído La historia de tu vida.

Por una parte, como ya comenté en la introducción, es fácil percibir la evolución de Ted Chiang entre sus dos antologías: los relatos y novelas cortas contenidos en Exhalation expanden y destilan las estrategias narrativas definidas en la primera. Sin embargo —y precisamente por eso—, la sorpresa que me supuso su primera colección no se repitió con esta. Eso no es bueno ni malo por sí mismo, lo digo porque es importante no confundir la sorpresa con la calidad.

Quizás haya algo de cierto en el tópico de que todo escritor escribe la misma novela mil veces. Pero si Ted Chiang sigue enfocando la fantasía desde una perspectiva científica, si sigue conceptualizando las emociones y emocionándonos a través de conceptos como viene haciendo hasta ahora, te aseguro que estaré encantado de seguir leyéndolo… Y de recomendarte, desde aquí, que tú también lo hagas.




miércoles, 24 de abril de 2019

Leticia Lara interviews Emma Newman

I have the distinct pleasure of publishing Leticia Lara's interview with the great science fiction and fantasy author Emma Newman. You can also read the interview translated into Spanish at Leticia's blog, Fantástica Ficción. Hope you enjoy it!

Leticia Lara: If you are able to, would you mind letting us know if you've ever been contacted by a Spanish publishing company to publish your books in translation? What would be your sales pitch for your Split Worlds Series in Spain? 

Emma Newman: I have not been approached regarding a Spanish translation of The Split Worlds series. If I were able to pitch it to a publisher there, I think I’d say;
The Split Worlds is a completed urban fantasy series filled with mad sorcerers, evil faeries and feuding dynastic families vying for power. It explores personal freedom, social responsibility and the way that patriarchy can destroy the lives of both men and women. It also has a talking gargoyle and a kickass feminist heroine.

Leticia Lara: You write fantasy and science fiction. Which genre do you prefer to write? Do you use a different approach with each one?

Emma Newman: I don’t think I have a preference; for me the story-telling is the most important thing, rather than the genre that story happens to be in. I love different things about both. In science-fiction I really enjoy looking at current technology and thinking about how it could develop into the future, and how those changes impact upon the human experience.


When I write fantasy (and I have only written urban fantasy so far), I enjoy thinking about how magic influences power structures and the impact that would have on society and everyday life.


Leticia Lara: You are well-known as a writer and also as a reader of audiobooks. Is it very different to perform your own audiobooks in contrast with those written by other authors? 

Emma Newman: When I narrate my own books there is very little prep to do beforehand! I already know the story and the characters, and which accents are required to perform it. I love having the opportunity to perform my own work, as it means I can portray the characters exactly as I imagined them.

When I narrate books written by other authors, there is a lot of work before I even get to the studio. I read the book through, making notes about what happens in each chapter, and detailed notes about all of the characters. I look out for words that I am not sure how to pronounce and highlight dialogue that needs to be read in different accents. If there are characters who speak in accents that I am not able to perform, I need to acquire that skill. That can be a lot of work.

I enjoy audiobook narration very much, as it is challenging and interesting work. It’s like stepping inside the book. It is also very tiring!

Leticia Lara: Do you read your sentences aloud while you are writing to have an idea of how it will sound as an audiobook?

Emma Newman: I always read my work aloud as a fundamental part of my writing process. I think it is the best way to smooth the prose, and to get a sense of whether the dialogue sounds realistic. Sometimes the things characters say seem good on the page, but then when you read it aloud, you realise that no-one really speaks like that in real life!

Leticia Lara: In a recent newsletter, you told us that you were thinking about self-publishing new instalments of the Industrial Magic series. What can you tell us about this?

Emma Newman: That’s the plan! At the moment I am focusing on producing audiobook versions of the first two novellas (which were published by Tor.com), which I’m doing in partnership with the recording studio where I do most of my narration work. Once those are done and released, I’ll be writing the next novella in the series and plan to publish it later in the year.

Leticia Lara: I have eagerly read the three published books in the Planetfall Universe series. They are so different from one another but they also share some characteristics. How did you plan the series to develop this way?

Emma Newman: To be honest, I never planned a series at all! When I wrote Planetfall, I knew it was a stand-alone novel, and I had no idea if anyone would want to publish it. When Ace/Roc bought it, they asked for a second novel. I had some vague ideas about a baby left behind by one of the colonists in Planetfall, and I wanted to explore what the Earth they left behind was like. 

Planetfall was such a success that two more novels were bought, and by that point I’d had an idea for a psychological thriller set on Mars, and once that was written, I knew what I wanted to explore in Atlas Alone. As they are all set in the same universe, it made sense to have connections between the books in the form of common characters, and for important events to have ripples that affect all of them. It’s been a lot of fun tying the books together in a shared universe, but having the freedom to write stand-alone novels. 

Leticia Lara: Many of the characters in the Planetfall Universe series struggle with mental disorders (anxiety, depression…). I was specially touched by the postnatal depression in Before Mars. How did you manage to write such complex personalities with these problems?

Emma Newman: It’s a combination of drawing upon personal experience and doing a lot of research. I was diagnosed with an anxiety disorder many years ago, and while it is not the same mental illness as Ren has (the protagonist in Planetfall), there is enough of an overlap that I can write about common elements with authenticity. There’s a scene where she has a panic attack that many people have commented on as being hard to read, as it is so realistic because I wrote what I have experienced myself. As for the other aspects of Ren’s illness, writing those needed research and empathy.

I also suffered from post-natal depression, so again could draw upon my own memories of that time when I wrote Before Mars. That was really tough, actually.

Leticia Lara: In After Atlas we can see some of the problems that continued surveillance and the loss of privacy can cause in a society as well as the power of gigantic corporations. Were you trying to write a “cautionary tale”?

Emma Newman: That was certainly on my mind, although the thing that I was really concerned about at the time of building the world of After Atlas was the TTIP (Transatlantic Trade and Investment Partnership) deal that looked like it might be agreed at the time. I was really worried about how that could have given corporations the power to sue governments, and in the historical timeline of the Planetfall novels, the TTIP was agreed and corporations used that power to cripple governments financially so they could effectively commit a coup and take over all aspects of society, leading to the ‘gov-corps’ of After Atlas.


Thankfully the TTIP didn’t get through in the real world, but things have become worse since then in other ways. My novels are political, as science-fiction always has been. I do want people to look critically at the way things are now, and writing about how things could be if they carry on in this way, is my way of drawing attention to them.


Leticia Lara: There is a lot of expectation about your next novel, Atlas Alone. As the “end?” of the Planetfall Universe series (so to speak), what can we know about the book?

Emma Newman: I don’t see it as the end of the series, as I’d like to write two more novels set in that universe, but I may take a little break from the series before I do.


The protagonist of Atlas Alone is Dee, Carlos’s best friend from After Atlas. It follows on six months after the end of that novel. It’s all about recovering from trauma, immersive gaming and revenge.


Leticia Lara: Do you like going to literature festivals like Worldcons? What do you prefer to do in these places?


Emma Newman: I do! I have been to several Worldcons and am looking forward to the one in Dublin this year. 

As someone who finds crowds difficult, and who is quite shy, I do find them hard work, but worth it. I have many friends that I only get to see at these events, so it is lovely to catch up with them, and also with industry professionals like my editors and my agent. 

I like to keep busy at them if I can, and am always very pleased to get on the program, as I see those events as a way of giving back to the community. Whenever I can, I run my workshop on writing and anxiety, which lots of people have found helpful. It’s also wonderful meeting people who like my work.

Leticia Lara: What can you tell us about your new projects?

Emma Newman: I have started to write regular short stories set in the Planetfall universe for my newsletter subscribers, which I am really enjoying. 

I recently took up painting, and to my surprise, have sold some of my first ones! I have my first exhibition coming up at a UK convention which is so exciting.

As for my next novel, well, I can’t quite say what that is yet, as I am waiting for some news. But whatever happens, I do plan to write more Industrial Magic novellas and I’m also planning a new YouTube offering. I will certainly be busy!

miércoles, 17 de abril de 2019

Vídeo: Presentación de El último sueño, de Guillem López (Celsius 2018)

Hoy os traigo un nuevo vídeo del pasado Festival Celsius 232: la presentación de El último sueño, de Guillem López, en la que participó el autor acompañado de Ángel Luis Sucasas.

¡Que lo disfrutéis!



jueves, 11 de abril de 2019

Vídeo: Presentación de Crónicas del fin, de José Antonio Cotrina y Gabriella Campbell (Celsius 2018)

El vídeo que os traigo hoy corresponde a la presentación en el pasado Celsius 232 de Crónicas del fin, de José Antonio Cotrina y Gabriella Campbell. Participan Liberta Delgado (portadista e ilustradora del libro) y Gabriella Campbell. 

¡Espero que os guste mucho!


martes, 2 de abril de 2019

Finalistas de los Premios Hugo 2019 y Retrohugo 1944

Se acaban de anunciar los finalistas de los Premios Hugo 2019. Son los siguientes:

PREMIOS HUGO 2019

Mejor novela

  • The Calculating Stars, by Mary Robinette Kowal (Tor)
  • Record of a Spaceborn Few, by Becky Chambers (Hodder & Stoughton / Harper Voyager)
  • Revenant Gun, by Yoon Ha Lee (Solaris)
  • Space Opera, by Catherynne M. Valente (Saga)
  • Spinning Silver, by Naomi Novik (Del Rey / Macmillan)
  • Trail of Lightning, by Rebecca Roanhorse (Saga)

Mejor novela corta

  • Artificial Condition, by Martha Wells (Tor.com Publishing)
  • Beneath the Sugar Sky, by Seanan McGuire (Tor.com Publishing)
  • Binti: The Night Masquerade, by Nnedi Okorafor (Tor.com Publishing)
  • The Black God’s Drums, by P. Djèlí Clark (Tor.com Publishing)
  • Gods, Monsters, and the Lucky Peach, by Kelly Robson (Tor.com Publishing)
  • The Tea Master and the Detective, by Aliette de Bodard (Subterranean Press / JABberwocky Literary Agency)

Mejor relato

  • “If at First You Don’t Succeed, Try, Try Again,” by Zen Cho (B&N Sci-Fi and Fantasy Blog, 29 November 2018)
  • “The Last Banquet of Temporal Confections,” by Tina Connolly (Tor.com, 11 July 2018)
  • “Nine Last Days on Planet Earth,” by Daryl Gregory (Tor.com, 19 September 2018)
  • The Only Harmless Great Thing, by Brooke Bolander (Tor.com Publishing)
  • “The Thing About Ghost Stories,” by Naomi Kritzer (Uncanny Magazine 25, November- December 2018)
  • “When We Were Starless,” by Simone Heller (Clarkesworld 145, October 2018)

Mejor relato corto

  • “The Court Magician,” by Sarah Pinsker (Lightspeed, January 2018)
  • “The Rose MacGregor Drinking and Admiration Society,” by T. Kingfisher (Uncanny Magazine 25, November-December 2018)
  • “The Secret Lives of the Nine Negro Teeth of George Washington,” by P. Djèlí Clark (Fireside Magazine, February 2018)
  • “STET,” by Sarah Gailey (Fireside Magazine, October 2018)
  • “The Tale of the Three Beautiful Raptor Sisters, and the Prince Who Was Made of Meat,” by Brooke Bolander (Uncanny Magazine 23, July-August 2018)
  • “A Witch’s Guide to Escape: A Practical Compendium of Portal Fantasies,” by Alix E. Harrow (Apex Magazine, February 2018)

Mejor serie

  • The Centenal Cycle, by Malka Older (Tor)
  • The Laundry Files, by Charles Stross (most recently Tor.com Publishing/Orbit)
  • Machineries of Empire, by Yoon Ha Lee (Solaris)
  • The October Daye Series, by Seanan McGuire (most recently DAW)
  • The Universe of Xuya, by Aliette de Bodard (most recently Subterranean Press)
  • Wayfarers, by Becky Chambers (Hodder & Stoughton / Harper Voyager)

Mejor obra relacionada

  • Archive of Our Own, a project of the Organization for Transformative Works
  • Astounding: John W. Campbell, Isaac Asimov, Robert A. Heinlein, L. Ron Hubbard, and the Golden Age of Science Fiction, by Alec Nevala-Lee (Dey Street Books)
  • The Hobbit Duology (documentary in three parts), written and edited by Lindsay Ellis and Angelina Meehan (YouTube)
  • An Informal History of the Hugos: A Personal Look Back at the Hugo Awards, 1953- 2000, by Jo Walton (Tor)
  • www.mexicanxinitiative.com: The Mexicanx Initiative Experience at Worldcon 76 (Julia Rios, Libia Brenda, Pablo Defendini, John Picacio)
  • Ursula K. Le Guin: Conversations on Writing, by Ursula K. Le Guin with David Naimon (Tin House Books)

Mejor historia gráfica

  • Abbott, written by Saladin Ahmed, art by Sami Kivelä, colours by Jason Wordie, letters by Jim Campbell (BOOM! Studios)
  • Black Panther: Long Live the King, written by Nnedi Okorafor and Aaron Covington, art by André Lima Araújo, Mario Del Pennino and Tana Ford (Marvel)
  • Monstress, Volume 3: Haven, written by Marjorie Liu, art by Sana Takeda (Image Comics)
  • On a Sunbeam, by Tillie Walden (First Second)
  • Paper Girls, Volume 4, written by Brian K. Vaughan, art by Cliff Chiang, colours by Matt Wilson, letters by Jared K. Fletcher (Image Comics)
  • Saga, Volume 9, written by Brian K. Vaughan, art by Fiona Staples (Image Comics)

Mejor presentación dramática, forma larga

  • Annihilation, directed and written for the screen by Alex Garland, based on the novel by Jeff VanderMeer (Paramount Pictures / Skydance)
  • Avengers: Infinity War, screenplay by Christopher Markus and Stephen McFeely, directed by Anthony Russo and Joe Russo (Marvel Studios)
  • Black Panther, written by Ryan Coogler and Joe Robert Cole, directed by Ryan Coogler (Marvel Studios)
  • A Quiet Place, screenplay by Scott Beck, John Krasinski and Bryan Woods, directed by John Krasinski (Platinum Dunes / Sunday Night)
  • Sorry to Bother You, written and directed by Boots Riley (Annapurna Pictures)
  • Spider-Man: Into the Spider-Verse, screenplay by Phil Lord and Rodney Rothman, directed by Bob Persichetti, Peter Ramsey and Rodney Rothman (Sony)

Mejor presentación dramática, forma corta

  • The Expanse: “Abaddon’s Gate,” written by Daniel Abraham, Ty Franck and Naren Shankar, directed by Simon Cellan Jones (Penguin in a Parka / Alcon Entertainment)
  • Doctor Who: “Demons of the Punjab,” written by Vinay Patel, directed by Jamie Childs (BBC)
  • Dirty Computer, written by Janelle Monáe, directed by Andrew Donoho and Chuck Lightning (Wondaland Arts Society / Bad Boy Records / Atlantic Records)
  • The Good Place: “Janet(s),” written by Josh Siegal & Dylan Morgan, directed by Morgan Sackett (NBC)
  • The Good Place: “Jeremy Bearimy,” written by Megan Amram, directed by Trent O’Donnell (NBC)
  • Doctor Who: “Rosa,” written by Malorie Blackman and Chris Chibnall, directed by Mark Tonderai (BBC)

Mejor editor profesional, forma corta

  • Neil Clarke
  • Gardner Dozois
  • Lee Harris
  • Julia Rios
  • Lynne M. Thomas and Michael Damian Thomas
  • E. Catherine Tobler

Mejor editor profesional, forma larga

  • Sheila E. Gilbert
  • Anne Lesley Groell
  • Beth Meacham
  • Diana Pho
  • Gillian Redfearn
  • Navah Wolfe

Mejor ilustrador profesional

  • Galen Dara
  • Jaime Jones
  • Victo Ngai
  • John Picacio
  • Yuko Shimizu
  • Charles Vess

Mejor semiprozine

  • Beneath Ceaseless Skies, editor-in-chief and publisher Scott H. Andrews
  • Fireside Magazine, edited by Julia Rios, managing editor Elsa Sjunneson-Henry, social coordinator Meg Frank, special features editor Tanya DePass, founding editor Brian White, publisher and art director Pablo Defendini
  • FIYAH Magazine of Black Speculative Fiction, executive editors Troy L. Wiggins and DaVaun Sanders, editors L.D. Lewis, Brandon O’Brien, Kaleb Russell, Danny Lore, and Brent Lambert
  • Shimmer, publisher Beth Wodzinski, senior editor E. Catherine Tobler
  • Strange Horizons, edited by Jane Crowley, Kate Dollarhyde, Vanessa Rose Phin, Vajra Chandrasekera, Romie Stott, Maureen Kincaid Speller, and the Strange Horizons Staff
  • Uncanny Magazine, publishers/editors-in-chief Lynne M. Thomas and Michael Damian Thomas, managing editor Michi Trota, podcast producers Erika Ensign and Steven Schapansky, Disabled People Destroy Science Fiction Special Issue editors-in-chief Elsa Sjunneson-Henry and Dominik Parisien

Mejor fanzine

  • Galactic Journey, founder Gideon Marcus, editor Janice Marcus
  • Journey Planet, edited by Team Journey Planet
  • Lady Business, editors Ira, Jodie, KJ, Renay & Susan
  • nerds of a feather, flock together, editors Joe Sherry, Vance Kotrla and The G
  • Quick Sip Reviews, editor Charles Payseur
  • Rocket Stack Rank, editors Greg Hullender and Eric Wong

Mejor fancast

  • Be the Serpent, presented by Alexandra Rowland, Freya Marske and Jennifer Mace
  • The Coode Street Podcast, presented by Jonathan Strahan and Gary K. Wolfe
  • Fangirl Happy Hour, hosted by Ana Grilo and Renay Williams
  • Galactic Suburbia, hosted by Alisa Krasnostein, Alexandra Pierce, and Tansy Rayner Roberts, produced by Andrew Finch
  • Our Opinions Are Correct, hosted by Annalee Newitz and Charlie Jane Anders
  • The Skiffy and Fanty Show, produced by Jen Zink and Shaun Duke, hosted by the Skiffy and Fanty Crew

Mejor escritor amateur

  • Foz Meadows
  • James Davis Nicoll
  • Charles Payseur
  • Elsa Sjunneson-Henry
  • Alasdair Stuart
  • Bogi Takács

Mejor ilustrador amateur

  • Sara Felix
  • Grace P. Fong
  • Meg Frank
  • Ariela Housman
  • Likhain (Mia Sereno)
  • Spring Schoenhuth

Mejor libro ilustrado

  • The Books of Earthsea: The Complete Illustrated Edition, illustrated by Charles Vess, written by Ursula K. Le Guin (Saga Press /Gollancz)
  • Daydreamer’s Journey: The Art of Julie Dillon, by Julie Dillon (self-published)
  • Dungeons & Dragons Art & Arcana: A Visual History, by Michael Witwer, Kyle Newman, Jon Peterson, Sam Witwer (Ten Speed Press)
  • Spectrum 25: The Best in Contemporary Fantastic Art, ed. John Fleskes (Flesk Publications)
  • Spider-Man: Into the Spider-Verse – The Art of the Movie, by Ramin Zahed (Titan Books)
  • Tolkien: Maker of Middle-earth, ed. Catherine McIlwaine (Bodleian Library)

Premio John W. Campbell al mejor autor novel

  • Katherine Arden (2nd year of eligibility)
  • S.A. Chakraborty (2nd year of eligibility)
  • R.F. Kuang (1st year of eligibility)
  • Jeannette Ng (2nd year of eligibility)
  • Vina Jie-Min Prasad (2nd year of eligibility)
  • Rivers Solomon (2nd year of eligibility)

Premio Lodestar al mejor libro juvenil

  • The Belles, by Dhonielle Clayton (Freeform / Gollancz)
  • Children of Blood and Bone, by Tomi Adeyemi (Henry Holt / Macmillan Children’s Books)
  • The Cruel Prince, by Holly Black (Little, Brown / Hot Key Books)
  • Dread Nation, by Justina Ireland (Balzer + Bray)
  • The Invasion, by Peadar O’Guilin (David Fickling Books / Scholastic)
  • Tess of the Road, by Rachel Hartman (Random House / Penguin Teen)

PREMIOS RETROHUGO 1944

Mejor novela
  • Conjure Wife, by Fritz Leiber, Jr. (Unknown Worlds, April 1943)
  • Earth’s Last Citadel, by C.L. Moore and Henry Kuttner (Argosy, April 1943)
  • Gather, Darkness! by Fritz Leiber, Jr. (Astounding Science-Fiction, May-July 1943)
  • Das Glasperlenspiel [The Glass Bead Game], by Hermann Hesse (Fretz & Wasmuth)
  • Perelandra, by C.S. Lewis (John Lane, The Bodley Head)
  • The Weapon Makers, by A.E. van Vogt (Astounding Science-Fiction, February-April 1943)
Mejor novela corta
  • “Attitude,” by Hal Clement (Astounding Science-Fiction, September 1943)
  • “Clash by Night,” by Lawrence O’Donnell (Henry Kuttner & C.L. Moore) (Astounding Science-Fiction, March 1943)
  • “The Dream-Quest of Unknown Kadath,” by H.P. Lovecraft, (Beyond the Wall of Sleep, Arkham House)
  • The Little Prince, by Antoine de Saint-Exupéry (Reynal & Hitchcock)
  • The Magic Bed-Knob; or, How to Become a Witch in Ten Easy Lessons, by Mary Norton (Hyperion Press)
  • “We Print the Truth,” by Anthony Boucher (Astounding Science-Fiction, December 1943)
Mejor relato
  • “Citadel of Lost Ships,” by Leigh Brackett (Planet Stories, March 1943)
  • “The Halfling,” by Leigh Brackett (Astonishing Stories, February 1943)
  • “Mimsy Were the Borogoves,” by Lewis Padgett (C.L. Moore & Henry Kuttner) (Astounding Science-Fiction, February 1943)
  • “The Proud Robot,” by Lewis Padgett (Henry Kuttner) (Astounding Science-Fiction, February 1943)
  • “Symbiotica,” by Eric Frank Russell (Astounding Science-Fiction, October 1943)
  • “Thieves’ House,” by Fritz Leiber, Jr (Unknown Worlds, February 1943)
Mejor relato corto
  • “Death Sentence,” by Isaac Asimov (Astounding Science Fiction, November 1943)
  • “Doorway into Time,” by C.L. Moore (Famous Fantastic Mysteries, September 1943)
  • “Exile,” by Edmond Hamilton (Super Science Stories, May 1943)
  • “King of the Gray Spaces” (“R is for Rocket”), by Ray Bradbury (Famous Fantastic Mysteries, December 1943)
  • “Q.U.R.,” by H.H. Holmes (Anthony Boucher) (Astounding Science-Fiction, March 1943)
  • “Yours Truly – Jack the Ripper,” by Robert Bloch (Weird Tales, July 1943)
Mejor historia gráfica
  • Buck Rogers: Martians Invade Jupiter, by Philip Nowlan and Dick Calkins (National Newspaper Service)
  • Flash Gordon: Fiery Desert of Mongo, by Alex Raymond (King Features Syndicate)
  • Garth, by Steve Dowling (Daily Mirror)
  • Plastic Man #1: The Game of Death, by Jack Cole (Vital Publications)
  • Le Secret de la Licorne [The Secret of the Unicorn], by Hergé (Le Soir)
  • Wonder Woman #5: Battle for Womanhood, written by William Moulton Marsden, art by Harry G. Peter (DC Comics)
Mejor presentación dramática, forma larga
  • Batman, written by Victor McLeod, Leslie Swabacker and Harry L. Fraser, directed by Lambert Hillyer (Columbia Pictures)
  • Cabin in the Sky, written by Joseph Schrank, directed by Vincente Minnelli and Busby Berkeley (uncredited) (MGM)
  • A Guy Named Joe, written by Frederick Hazlitt Brennan and Dalton Trumbo, directed by Victor Fleming (MGM)
  • Heaven Can Wait, written by Samson Raphaelson, directed by Ernst Lubitsch (20th Century Fox)
  • Münchhausen, written by Erich Kästner and Rudolph Erich Raspe, directed by Josef von Báky (UFA)
  • Phantom of the Opera, written by Eric Taylor, Samuel Hoffenstein and Hans Jacoby, directed by Arthur Lubin (Universal Pictures)
Mejor presentación dramática, forma corta
  • The Ape Man, written by Barney A. Sarecky, directed by William Beaudine (Banner Productions)
  • Frankenstein Meets the Wolfman, written by Curt Siodmak, directed by Roy William Neill (Universal Pictures)
  • Der Fuehrer’s Face, story by Joe Grant and Dick Huemer, directed by Jack Kinney (Disney)
  • I Walked With a Zombie, written by Curt Siodmak and Ardel Wray, directed by Jacques Tourneur (RKO Radio Pictures)
  • The Seventh Victim, written by Charles O’Neal and DeWitt Bodeen, directed by Mark Robson (RKO Radio Pictures)
  • Super-Rabbit, written by Tedd Pierce, directed by Charles M. Jones (Warner Bros)
Mejor editor profesional, forma corta
  • John W. Campbell
  • Oscar J. Friend
  • Mary Gnaedinger
  • Dorothy McIlwraith
  • Raymond A. Palmer
  • Donald A. Wollheim
Mejor ilustrador profesional
  • Hannes Bok
  • Margaret Brundage
  • Virgil Finlay
  • Antoine de Saint-Exupéry
  • J. Allen St. John
  • William Timmins
Mejor fanzine
  • Fantasy News, editor William S. Sykora
  • Futurian War Digest, editor J. Michael Rosenblum
  • The Phantagraph, editor Donald A. Wollheim
  • Voice of the Imagi-Nation, editors Jack Erman (Forrest J Ackerman) & Morojo (Myrtle Douglas)
  • YHOS, editor Art Widner
  • Le Zombie, editor Wilson “Bob” Tucker
Mejor escritor amateur
  • Forrest J. Ackerman
  • Morojo (Myrtle Douglas)
  • Jack Speer
  • Wilson “Bob” Tucker
  • Art Widner
  • Donald A. Wollheim