jueves, 29 de noviembre de 2018

Pablo Bueno reseña Poshumanas, antología seleccionada por Teresa López-Pellisa y Lola Robles

Pablo Bueno concluye hoy su serie de reseñas de los nominados a los Premios Guillermo de Baskerville 2018 en la categoría de libro de relatos hablándonos de Poshumanas, antología seleccionada por Teresa López-Pellisa y Lola Robles. ¡Espero que os guste!

Banda sonora de la reseña: Pablo sugiere leer esta reseña escuchando Nara, de E.S. Posthumus (YouTube, Spotify)

Esta es la tercera y última reseña enmarcada en el proceso de selección de los Premios Guillermo de Baskerville 2018 en la categoría de libro de relatos. Aquí podéis leer la primera y la segunda. Una vez más os recordamos que es una iniciativa de Libros Prohibidos, concretamente su quinta edición. También, como no podía ser de otro modo, quiero agradecer a Elías Combarro, el creador, dueño, señor y procesador central de Sense of Wonder, su amabilidad al permitirnos alojar aquí esta pequeña colaboración.

Dicho esto, ha llegado el momento de entrar en materia y empezar a analizar Poshumanas, publicado por Libros de la Ballena y coordinado por Teresa López-Pellisa y Lola Robles.

La idea de partida de esta obra se debe a Lola Robles y a Sofía Rhei, que comenzaron a recopilar nombres y obras de género en español escritas por autoras. López-Pellisa nos comenta en el prólogo que, tras sumarse a la intensa labor investigadora, tuvieron que circunscribirse finalmente solo al apartado de la ciencia ficción, dejando de momento aparcadas las obras de terror y fantasía. Así surgieron dos mellizas, Distópicas y Poshumanas, que tratan de mostrar una parte representativa, amplia y diversa del conjunto, con algunas de las obras y autoras que en un momento dado pudieron tener una importancia o relevancia especial.

Ni que decir tiene que en la mayoría de los sectores del panorama literario de género ha habido una inadecuada representación femenina. También parece existir un cierto desconocimiento del papel que las mujeres han tenido en este ámbito, comenzando por la propia Mary Shelley. Ojalá los pasos que se han ido dando en los últimos tiempos consigan dar visibilidad a la producción femenina y reconocer su importancia. En este sentido, Poshumanas nos ofrecen una buena muestra de relatos escritos por mujeres y centrados en la idea de la evolución o modificación del ser humano, bien desde un punto de vista genético, biológico o tecnológico. En ellos, los personajes principales o protagonistas son siempre femeninos e incluso en ocasiones van más allá de la dualidad típica.

Es importante señalar también que la mayoría de los relatos ya han sido publicados antes (algunos de ellos incluso en varias ocasiones) o se han alzado con premios. Solo uno, si no me equivoco, ha sido escrito expresamente para esta antología.

El error” y “Casas rojas”, de Rosa Montero y Nieves Delgado respectivamente, tienen el honor de abrir la antología. Y de qué modo. Ambos constituyen un verdadero aldabonazo capaz de captar nuestra atención, atraparnos y dejarnos con la necesidad de unos minutos para digerirlos tras haberlos terminado. También comparten temática, aunque tratada de un modo muy distinto. No obstante, creo que en este caso es mejor no decir nada más para que el lector los disfrute plenamente.

Otro de los relatos que quiero destacar es “Hombres por correo Lohman”, de Laura Fernández. Aunque no resulta fácil de clasificar, creo que una de las mejores cosas que se pueden decir de una obra es que ha resultado divertidísima y que incluso se ha hecho corta. Tal es el caso.

También disfruté mucho en su momento de “El pastor de naves”, de Felicidad Martínez, y ahora, con la relectura, me ha parecido incluso mejor que entonces.

Una de las apuestas más interesantes de la antología pasa por la recuperación de relatos más o menos antiguos. Si uno de los objetivos era mostrar lo amplio y variado de la producción femenina, sin duda era importante conocer algunas de las muestras que ya quedan atrás en el tiempo. Es este un ejercicio que siempre me resulta, cuanto menos, curioso, porque al propio valor del escrito en sí se suma la posibilidad de comprobar los puntos de vista y la forma de expresarse de los escritores que vivieron en una época distinta a la nuestra. Dentro de este apartado me ha resultado especialmente tierno “El hijo de la ciencia”, de Alicia Araujo.

En definitiva, creo que Poshumanas cumple de forma notable con el objetivo marcado de dar una perspectiva amplia de la producción femenina de ciencia ficción tanto actual como más antigua. Es cierto que, como en toda antología, hay partes que gustan más y otras menos, pero la verdad es que las sensaciones son bastante buenas. De hecho, creo que la pregunta lógica ahora mismo es: ¿para cuándo otra antología similar pero centrada en el terror o en el fantástico? Sin duda hoy tenemos grandes autoras dentro de estos ámbitos y sería muy interesante ver cómo han evolucionado también las perspectivas con el correr de los años. De momento, Poshumanas se lleva cuatro estrellas en Goodreads.

Antes de despedirnos, no obstante, creo que es el momento de hacer un pequeño balance de las tres obras que hemos analizado para los premios Guillermo de Baskerville. No solo por recordárselas a los que nos estén leyendo, sino porque me resulta curioso que, aunque las tres son colecciones de relatos que compiten en la misma categoría, también son muy distintas en la forma y en el fondo.

La primera, Combustible Lovecraft, es una antología compuesta expresamente bajo la premisa que nos anuncia el prólogo: relatos que, estando de forma evidente inspirados en el legado del maestro de Providence, puede que no conserven todas sus características externas. En ella participan un buen puñado de autores y tiene varias historias más que notables.

Jaulas de aire, de Arantxa Rochet, es una colección de relatos de dicha autora en los que se exploran algunas de las consecuencias futuras de ciertas preocupaciones presentes, siempre con un juego claro con la situación que nos plantea el título. En ella destacan, sin duda, las ideas que Rochet nos propone en una suerte de extrapolación.

Y por último está Poshumanas, de la que hemos dado cuenta hoy, así que solo queda esperar para conocer al ganador de los Premios Guillermo de Baskerville, que será anunciado en la web Libros Prohibidos en diciembre.

¡Suerte a los tres candidatos!

lunes, 26 de noviembre de 2018

Vídeo: Encuentro con Elia Barceló (Celsius 232)

El vídeo de hoy es la grabación del encuentro con Elia Barceló en el pasado Festival Celsius 232. Participó la autora junto con Jorge Iván Argiz. 

¡Que lo disfrutéis!


martes, 20 de noviembre de 2018

Vídeo: Encuentro con Laura Lee Bahr (Celsius 2018)

Retomo la publicación de vídeos del pasado Festival Celsius 232 con la grabación del encuentro con la autora Laura Lee Bahr, en el que participaron, además, su editor en España, Hugo Camacho, y Diego García Cruz como intérprete.

¡Que lo disfrutéis!


domingo, 18 de noviembre de 2018

Ganadores de los Premios Ignotus 2018

Ya se han anunciado los ganadores de los Premios Ignotus 2018. Los podéis ver, en negrita, junto con el resto de nominados, a continuación:

Novela

Al final del bosque, de Tony Jiménez (ed. Dilatando mentes)
Arañas de Marte, de Guillem López (ed. Valdemar)
La leyenda de San Bogdán, de Carlos Saiz Cidoncha (ed. La hermandad del enmascarado)
Las tres muertes de Fermín Salvochea, de Jesús Cañadas (ed. Roca)
Señora de los caídos, de Álvaro Aparicio (ed. Pulpture)

Novela corta

36, de Nieves Delgado (ed. Cerbero)
“El asteroide del lobo”, de Carlos Saiz Cidoncha (El asteroide del lobo y otras historias de la frontera (ed. La hermandad del enmascarado))
Éxodo (o cómo salvar a la reina), de David Luna Lorenzo (ed. Apache libros)
La chica descalza en la colina de los arándanos, de Nieves Mories (ed. Cerbero)
Meigallo, de Miguel Garrido de Vega (ed. Pulpture)

Cuento

CloroFilia, de Cristina Jurado (ed. Cerbero)
“Granja-357”, de Miriam Iriarte (I Premio Ripley (ed. Triskel))
“Humo y espejos”, de Elia Barceló (Dark Fantasies (ed. Sportula))
“La fiebre”, de David Luna Lorenzo (Delirio 19 (ed. La biblioteca del laberinto))
“La mejor compañía”, de Tony Jiménez (El guardián del miedo (ed. Apache libros))
La puerta de Pandora, de Antonio Sancho (Historias cortas de intensa ficción 31 (ed. Pulpture))

Antología

Cuéntamelo otra vez, de varios autores (ed. Pulpture)
Dark Fantasies, selección de Mariano Villarreal (ed. Sportula)
El zoo de papel, de Ken Liu (ed. Alianza)
I Premio Ripley, de varios autores (ed. Triskel)
No son molinos, de varios autores (ed. Cerbero)

Libro de ensayo

Basado en hechos reales, de Luis Martínez Vallés (Ed. Dilatando mentes)
Dentro del laberinto friki, de Cristina Martínez (Ed. Apache libros)
Joe Dante: En el límite de la realidad, de Álvaro Pita (Ed. Applehead Team)
Weird Tales y el pulp de fantasía y terror: Una guía visual, de Javier Jiménez Barco (Ed. La hermandad del enmascarado)
Wonder Woman. El feminismo como superpoder, de Elisa McCausland (Ed. Errata Naturae)

Artículo

“Cachava y boina, todos somos contingentes, pero tú eres necesaria”, de Juanma Santiago (en No son molinos (ed. Cerbero))
“Doom, de Álex de la Iglesia”, de Alfonso Grueso (en Aburrimiento Vital (https://aburrimientovital.wordpress.com/2017/02/28/doom-de-alex-de-la-iglesia))
“Javier Redal, en la eternidad”, de Pablo Bueno (en Sense of Wonder (http://sentidodelamaravilla.blogspot.com/2017/11/javier-redal-en-la-eternidad-un.html))
“La segunda división de la literatura”, de Nieves Delgado (en Editorial Cerbero (http://www.editorialcerbero.com/segunda-division-literatura))
“Textos de terror en la literatura latina”, de José Miguel Pallarés (en Barsoom 31 (Ed. La hermandad del enmascarado))

Ilustración

Cubierta de 36, de Cecilia G. F. (ed. Cerbero)
Cubierta de Al final del bosque, de Juan Alberto Hernández (ed. Dilatando mentes)
Cubierta de Anatomía del caos, de Miguel Ángel Cáceres (ed. Apache libros)
Cubierta de CloroFilia, de Cecilia G. F. (ed. Cerbero)
Cubierta de Cuéntamelo otra vez, de J. R. Plana (ed. Pulpture)
Cubierta de No son molinos, de Juan Alberto Hernández (ed. Cerbero)

Producción audiovisual

El sótano de radio Belgrado, dirección de Emilio López Santos (radio)
La cueva, de Felicidad Martínez (canal de Youtube)
Los VerdHugos, de Armando Saldaña, Elías Combarro, Josep María Oriol, María Leticia Lara Palomino y Miquel Codony (http://verdhugos.blogspot.com.es). (Podcast)
Luces en el horizonte, en Bit FM (radio)
Verónica, dirección de Paco Plaza y producción de Apaches Entertainment / TVE (largometraje)

Tebeo

Anatomía del caos, de Manuel Amaro, Miguel Ángel Cáceres y Dr. Zonum (ed. Apache libros)
I Hate Fairyland 1: Loca para siempre, de Skottie Young y Jean-Francois Beaulieu (ed. Panini)
La visión vol. 2: Poco mejor que una bestia, de Gabriel Hernández Walta y Tom King (ed. Panini)
Monstress vol. 1: Despertar, de Marjorie Liu y Sana Takeda (ed. Norma)
Very Horrible Stories 1: Prohibido cazar ratas, de Juan Carlos Cervera y Nacho Fito (ed. Pulpture)

Revista

Barsoom (ed. La hermandad del enmascarado)
Delirio (ed. La biblioteca del laberinto)
Mamut (dirección de Maria Antònia Martí Escayol y Raul Ciannella)
Supersonic (dirección de Cristina Jurado)
Vuelo de cuervos (dirección de Lorena Gil Rey)

Novela extranjera

Detrás de sus ojos, de Sarah Pinborough (ed. Alianza)
El archivo de atrocidades, de Charles Stross (ed. Insólita)
Fuego, de Joe Hill (ed. Nocturna)
La quinta estación, de N. K. Jemisin (ed. B)
Las estrellas son legión, de Kameron Hurley (ed. Alianza)

Cuento extranjero

El espectro del abad, de Louisa May Alcott (ed. Pulpture)
“El mar de árboles”, de Rachel Swirsky (en Dark Fantasies (ed. Sportula))
“La quedada fílmica de octubre: Bajo la casa”, de Michael Wehunt (en Un lugar mejor (ed. Dilatando mentes))
Nueva madre, de Eugene Fischer (ed. Cerbero)
Tres tazas de aflicción a la luz de las estrellas”, de Aliette de Bodard (en Cuentos para Algernon (https://cuentosparaalgernon.wordpress.com/2017/05/08/tres-tazas-de-afliccion-a-la-luz-de-las-estrellas-de-aliette-de-bodard))

Sitio web

Cuentos para Algernon, de marcheto (https://cuentosparaalgernon.wordpress.com)
La nave Invisible, de VV. AA. (https://lanaveinvisible.wordpress.com)
La tercera fundación, de la asociación Los Conseguidores (http://www.tercerafundacion.net)
NGC 3660, de Pily Barba (https://ngc3660.com)
Origen cuántico, de Arkaitz Arteaga (http://www.origencuantico.com)

¡Enhorabuena a todos los ganadores y nominados!

lunes, 12 de noviembre de 2018

Pablo Bueno reseña Jaulas de aire, de Arantxa Rochet

Pablo Bueno continúa con su serie de reseñas de los nominados a los Premios Guillermo de Baskerville, en este caso con un libro muy interesante: Jaulas de aire, de Arantxa Rochet. ¡Espero que os guste!

Banda sonora de la reseña: Pablo sugiere leer esta reseña escuchando Jail Cell, de Air (YouTube, Spotify) 

Como ya se anunciaba aquí, durante el mes de octubre y noviembre estamos inmersos en el proceso de selección de los Premios Guillermo de Baskerville 2018 en la categoría de libro de relatos. La iniciativa, que parte de la web Libros prohibidos, cuenta ya con cinco ediciones a sus espaldas y su objetivo es otorgar un merecido reconocimiento a editoriales y autores independientes en distintas categorías.

Esta es la segunda reseña de las tres que tengo programadas y todas ellas estarán disponibles aquí, en Sense of Wonder. Una vez más le agradezco a Elías Combarro su amabilidad y su siempre generosa disposición. Por último, y ya como parte final del proceso de los premios, os recordamos que Libros prohibidos publicará el fallo del jurado que resultará de la valoración conjunta de sus integrantes.

Así que, sin más preámbulos, vamos con esta segunda reseña de los candidatos a los Premios Guillermo de Baskerville 2018 en la categoría de libro de relatos: Jaulas de aire, escrito por Arantxa Rochet y publicado por Ediciones Torremozas, una editorial que, por cierto, lleva desde 1982 apostando por la literatura escrita por mujeres.

En una ocasión leí acerca de un famoso experimento: unos investigadores colocaron a varios monos dentro de una jaula y dejaron unos cuantos plátanos en la parte superior. Sin embargo, cada vez que uno de los monos subía para cogerlos, se les aplicaba una ducha de agua helada a todos. Al cabo de un tiempo, cada vez que uno intentaba subir recibía una generosa ración de golpes por parte de sus propios compañeros. Entonces sacaron a uno de los monos y metieron a otro nuevo que, evidentemente, lo primero que hizo fue intentar subir a por los plátanos, con la consiguiente lluvia de mamporros. A los pocos intentos, el recién llegado entendió la lección. La cosa comienza a ponerse interesante cuando los investigadores retiraron a otro de los monos veteranos y metieron a uno nuevo. Este trató, como no podía ser de otro modo, de alcanzar los plátanos y los otros lo golpearon, incluido el que acababa de entrar antes que él. Al cabo de un tiempo, todos los monos veteranos habían sido sustituidos por otros que jamás habían recibido una sola ducha de agua fría, pero que cuando veían que uno intentaba ir a por los plátanos lo molían a palos.

Un poco en este sentido, Arantxa Rochet firma una antología cuyo título, tal y como yo lo interpreto, nos propone una serie de jaulas subjetivas creadas y mantenidas, por así decirlo, de un modo poco sólido. Tengo que decir que siempre me ha parecido interesante leer historias en las que los barrotes, los ladrillos y el hormigón de dichas prisiones están en nuestras cabezas, formando barreras más fuertes que las propias paredes que nos pudieran imponer. Y es que, en ocasiones los prejuicios, la costumbre o los comportamientos heredados funcionan con idéntica o mayor fuerza que los muros más robustos.

Otro de los nexos comunes de los relatos es incluso más interesante y tiene que ver con el modo en que la autora dilata y deforma algunas de las preocupaciones o tendencias actuales para explorar sus consecuencias en un posible escenario futurista extremo.

Amistad” es uno de los relatos que más me han gustado de la colección y buen ejemplo de esto que comentamos. El tema central de esta historia es el consumismo, un tema, por cierto, recurrente en la antología y que, como señalábamos antes, constituye un problema y una preocupación vigente hoy en día. El modo en que la autora lo trata, aun desde la exageración, resulta coherente e interesante en su propio discurso, pues nos lleva hasta el punto de que las personas, niños en el enfoque concreto de este relato, están patrocinadas por distintas marcas. El desarrollo de la historia lo convierten en uno de los más redondos del libro. Algo tiene que ver también el final, a la altura del resto del relato, punto este que, a mi modo de ver, falla en algunos de los demás cuentos.

Otro de los más destacables es “Hogar, seguro hogar”. En él tenemos desde el comienzo una sensación opresiva, de encierro, y es posible que sea el que mejor captura la esencia que define el título. También, quizá, el que mejor refleja el hecho de adoptar comportamientos heredados sin pararnos a sopesar de forma crítica si tienen razón de ser o no, uno de los grandes males de la humanidad, en mi humilde opinión.

Pero, si en el anterior los personajes están, literalmente, confinados en cubículos diminutos y casi herméticos, “Respira” consigue una sensación aún más opresiva y es, con mucho, el más angustioso. Su punto de partida tampoco es algo que nos resulte ajeno: ¿hasta dónde llegarían las consecuencias de la contaminación? ¿Sería posible que hubiera que comprar el aire como si fuera un bien de consumo de distintas (y en algunos casos prohibitivas económicamente) calidades?

Como se puede apreciar, las ideas que nos presenta Rochet son sobradamente interesantes, sobresalientes en algunos casos. De hecho, quizá los dos puntos menos fuertes de la colección sean el modo en que concluyen dichas ideas y, sobre todo, la forma en que se desarrollan, en ocasiones demasiado inocente, evidente o directa.

No obstante, el libro tiene un claro valor como exploración de lo que podría ser, del crecimiento sin control del capitalismo, el consumismo o la manipulación. Algunos de los relatos bien podrían pasar por el esbozo de un capítulo de Black Mirror. Otros poseen un tono de denuncia social que resulta muy necesario en nuestro tiempo.

Algo posiblemente menor, pero que me ha resultado muy disfrutable es la imbricación que se percibe en algunos de los relatos entre sí. Sucede por ejemplo con algunos de los vocablos que Arantxa nos propone. Velocina, asfio o nicotinos, por ejemplo. Me ha resultado muy agradable encontrarme por primera vez con ellos, entender perfectamente su significado dentro del discurso y, posteriormente, volver a leerlos más adelante dentro de otra historia que amplía su significado.

En conclusión, Jaulas de aire constituye una de esas obras claramente de ideas que tiene coherencia en sí misma como colección de relatos y que aporta una serie de visiones posibles encaminadas a hacernos meditar sobre las consecuencias de lo que hoy está por crecer. Su lectura es ágil, rápida y no resulta monótona al tratarse de relatos bastante cortos. Mi valoración en Goodreads estaría cerca de las tres estrellas y media, por lo que solo nos queda esperar a lo que decida el jurado de estos Premios Guillermo de Baskerville 2018. ¡Estad atentos!

lunes, 5 de noviembre de 2018

Cristina Jurado reseña Unholy Land, de Lavie Tidhar

Es para mí un placer poder ofreceros hoy esta reseña, escrita nada menos que por Cristina Jurado, de la nueva novela de Lavie Tidhar: Unholy Land. ¡Espero que os guste! Y recordad que podéis leer esta reseña también en inglés

Unholy Land de Lavie Tidhar: 
Viajar a través de la realidad fragmentada 

Banda sonora de la reseña: Cristina sugiere leer esta reseña escuchando una sesión de la DJ palestina Sama (YouTube).

Esta reseña es diferente a otras que he escrito a lo largo de los años y voy explicar por qué. A veces, una encuentra historias en un momento y lugar concretos que cambian la perspectiva sobre el tema tratado. Esto me ocurrió mientras leía Unholy Land de Lavie Tidhar, una copia para reseñar que mi amigo Elías me pasó y por lo cual le estoy muy agradecida. Veréis: cuando la novela llegó a mis manos en verano, estaba pasando unos días con mi familia política en el Líbano. Lo más increíble es que, cuando llevaba leída la mitad de la historia, unos amigos nos invitaron a visitarlos en el sur, en un pueblo llamado Qlayaa, a solo unos kilómetros de la frontera con Israel. Por la tarde, antes de volver a casa, nuestros anfitriones nos propusieron ir hasta la misma frontera, hasta Odaisseh, desde donde se puede ver Israel al otro lado de la valla. El contraste es impresionante: al otro lado, hay un paisaje perfectamente cuidado mientras que, en este, está visiblemente abarrotado y desorganizado. Vi a algunos visitantes tomarse fotos con los cascos azules italianos que patrullaban en la zona libanesa. Por un momento me identifiqué con el protagonista de Unholy Land, Tirosh, el autor de novelas mediocres porque también soy una escritora que trata de abrirse paso. Pero no es solo eso. Como él, muchas veces me siento entre dos mundos. En mi caso, la cultura occidental en la que crecí y la de Oriente Medio de mi marido. Tanto Tirosh como yo, pienso, compartimos la sensación de haber sido insertados con prisa en nuestras realidades.  Y aunque entiendo que ni soy personaje ni esta es mi historia, creo que las circunstancias en las que leí el libro influyeron enormemente en mi experiencia, y tenía que hacerlas explícitas.  

En Unholy Land, Tidhar elige un narrador en segunda persona para apelar inmediatamente a la audiencia. Es una jugaba arriesgada pero que me parece muy efectiva, e incluso más arriesgada si se tiene en cuenta que, más tarde, la alterna con la primera y tercera persona. Me parece una elección inteligente, pero no puedo revelar por qué sin hacer spoilers. 

La historia narra el viaje de un escritor mediocre a su país natal, un estado judío alternativo llamado Palestina y creado en África Oriental (en lo que sería hoy una parte de Kenia). Tidhar sigue los esfuerzos del húngaro Theordor Herlz a principios del siglo XX a la hora de establecer una tierra adecuada para los judíos en un territorio (supuestamente) no reclamado. Mientras que Tirosh regresa a su hogar para escapar de una pérdida inimaginable, la desaparición de su sobrina revela la violencia de un modelo político y económico colonial, así como la existencia de grietas en el espacio-tiempo.  Descubrimos una realidad fragmentada, no solo a través de Tirosh o del investigador especial Bloom (el hombre que lo sigue y la voz que conduce la historia) sino también a través de Nur, la agente que trata de restablecer el equilibrio en el continuum espacio-temporal. 

Confieso que me he divertido mucho con esta historia. Además de que me resultasen familiares las referencias culturales (hasta Líbano aparece brevemente), la propia dinámica de la fractura social -en esta Palestina alternativa se da entre africanos y palestinos-, es un territorio que cualquier persona que siga la actualidad va a reconocer. Muchos países están divididos ahora más que nunca entre distintos sentimientos nacionales, afiliaciones religiosas o posturas políticas. El resultado de todo esto es, precisamente, un estado de cosas permanentemente fragmentado, en el que cada grupo parece vivir en su propia realidad.

El toque mágico de Tidhar es el resultado de una prosa concisa y evocadora, una imaginación portentosa y la habilidad dar un toque a la conciencia social del lector. La historia fluye de manera agradable, como el humo de una pipa de agua, y en las descripciones el lector casi puede sentir el aroma de la canela, el comino y los piñones tostados en las calles de la ciudad de Ararat. Cualquier fan de la buena ficción especulativa con una pizca de novela negra, un poco de literatura pulp y mucho sentido de la maravilla disfrutará con Unholy Land, el viaje de Lavie Tidhar al poder de las posibilidades históricas. 

Cristina Jurado reviews Unholy Land, by Lavie Tidhar

It is a great pleasure for me to host this review of Lavie Tidhar's Unholy Land, written by none other than Cristina Jurado. Hope you enjoy it! And remember that you can also read this review translated into Spanish.  

Unholy Land by Lavie Tidhar: 
Travelling through fragmented reality 

Review Soundtrack: Cristina suggests reading this review while listening to a session by Palestinian DJ Sama (YouTube).

This review of Unholy Land is a bit different from others I’ve written over the years. Let me explain you why. Sometimes, you encounter a story at a particular moment, and at a particular place, that changes your whole perspective about the theme. This happened to me while reading Unholy Land by Lavie Tidhar, an ARC my friend Elías passed on to me, and for which I am greatly appreciative. You see: I was staying with my in-laws in Lebanon this summer when the novel came to my hands. The most extraordinary is that, right when I was in the middle of the story, we were invited to visit some friends in the South, a small village called Qlayaa, just few kilometers from the border with Israel. In the afternoon, before going back home, our hosts proposed us to go near the border, to Odaisseh, where one can see Israel at the other side of the fence. The contrast is striking: a perfectly manicured landscape over there, and a cluttered and disorganized one, here. I saw other visitors taking pictures with the Italian UN peacekeepers that were patrolling the Lebanese side. For a moment, I could identify with the main character in Unholy Land, Tirosh, the author of unexceptional novels, being a writer myself struggling to be known as an artist. But not only that. Also like him, I often times feel in between worlds. In my case, the Western culture in which I grew up, and the Middle Eastern of my husband. Both of us, I thought, share the sensation of being inserted in a hurry into our realities. I understand that I’m not a character and this is not my story, but I think the circumstances in which I read the book have enormously influence my experience, and I had to made them explicit. 

In Unholy Land, Tidhar chooses a second person narrator to immediately appeal to the audience. It's a risky move, but I found it very effective, more risky if one takes into consideration that later he alternates also first and third person narrators. But his proves to be an intelligent choice, although revealing why at this point it would mean to spoil the book. 

The story follows the journey of an average writer into his native country, an alternate Jewish State called Palestine and created in East Africa (today’s modern Kenya). Tidhar follows the efforts of Hungarian Theodor Herlz in the early 20th century in establishing a suitable land for the Jewish people at an (supposedly) unclaimed territory. While Tirosh goes back home to escape from an unimaginable loss, the disappearance of his niece brings to the surface the violence of the colonial political and economic model, and the existence of cracks in time and space. We discover a fragmented reality, not only through Tirosh or Special Investigator Bloom, the man who follows him and the voice “conductor” of the story, but also through Nur, the female agent who tries to reestablish balance in the time-space continuum. 

I must confess I tremendously enjoyed this story. Not only the culture sounded very familiar (Lebanon is even briefly present); the dynamics of a fundamental social fracture -in alternative Palestine it is between Africans and Palestinians- are sadly known territory for everybody who follows the news. Many countries are divided now more than ever, between national sentiments, religious affiliations or political stances. The product of all this is, precisely, a permanent fragmented state of things, in which each group seems to live in their own reality. 

Tidhar’s magic touch is the result of a very concise and evocative prose, an ingenious imagination, and the ability to poke the reader’s social conscience. The story nicely flows, like the smoke of a water pipe, and in the descriptions the reader can almost sense the scent of cinnamon, cumin and roasted pine nuts in the streets of Ararat city. Any fan of good speculative fiction with a pitch of noir, some pulp hints and a lot of sense of wonder will enjoy Unholy Land, Lavie Tidhar’s voyage into the power of historical possibilities.