lunes, 22 de septiembre de 2014

We Are All Completely Fine, de Daryl Gregory

Review Soundtrack: Sugiero leer esta reseña escuchando Scary Monsters (And Super Creeps), de David Bowie (Spotify, Youtube). 

Me convertí en un gran fan de Daryl Gregory desde el momento en que leí Raising Stony Mayhall, una de mis novelas favoritas de lo que va de siglo. También soy un gran fan de las novelas cortas, así que no tuve que pensar ni un segundo la decisión de leer (y reseñar) We Are All Completely Fine, especialmente viniendo de una editorial tan maravillosa como Tachyon Publications

Además, la sinopsis del libro era realmente intrigante. Unos cuantos supervivientes de diferentes sucesos traumáticos (uno de ellos fue casi devorado por caníbales, otro escapó de un asesino en serie, y así sucesivamente) se juntan para formar un grupo terapéutico que les ayude a superar sus secuelas psicológicas. Obviamente, esto conducirá a descubrir algunos hechos sorprendentes (y perturbadores).

Una de las cosas que destaca al leer We Are All Completely Fine es la inusual elección de Gregory para el narrador de la historia. La novela está contada en primera persona del plural (algo a lo que se apunta incluso desde el propio título del libro). Es una decisión arriesgada, pero que encaja perfectamente con los temas tratados y, además, el autor se las arregla magistralmente para hacer que todo funcione perfectamente, especialmente tras cierto giro en la trama que sucede cerca del final del libro.

También es maravilloso el nivel metaliterario que alcanza el libro. Hay muchas referencias a cierto famosísimo escritor de terror; pero es no es todo, ni mucho menos. Uno de los personajes se parece sospechosamente al protagonista de una serie de libros muy populares en el mundo de We Are All Completely Fine, algo que podría ser casual (o no tanto). Pero, ¿sabéis qué? Daryl Gregory va a publicar uno de esos libros, con el título de Harrison Squared, en primavera del próximo año. ¿Mola o no? Simplemente, no se puede ser más metaliterario que eso. 

A pesar de mi profunda admiración por el modo en que We Are All Completely Fine está escrito, confieso que tuve algunos problemas con la historia en sí. Por ejemplo, el principio del libro me parece demasiado lento en algunas partes y la trama no arranca verdaderamente hasta aproximadamente la mitad de la narración. Pero mi principal pega son los personajes. Son tan excéntricos y fríos (un efecto buscado, sin duda) que me resultó imposible empatizar con ninguno de ellos. Curiosamente, Stony Mayhall, el adorable zombie, es mucho más humano que todos ellos juntos.

En cualquier caso, We Are All Completely Fine es una muy interesante novela corta y recomiendo leerla. El mundo metaliterario que Gregory ha creado está lleno de posibilidades y espero impaciente más de sus historias. Y muy especialmente, por supuesto, ese Harrison Squared.    

(You can also read this review in English/También puedes leer esta reseña en inglés)     

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