Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Beer and Weed, de The Neal Pollack Invasion (Spotify, YouTube).
Repeat, de Neal Pollack, es una novela que, según mis criterios habituales, no debería haberme gustado. Tiene dos o tres problemas bastante evidentes que, en otras circunstancias, me habría sacado completamente del libro. Pero, a pesar de estos problemas, he disfrutado mucho de Repeat e incluso algunas partes me han parecido absolutamente brillantes. Dejadme explicarme con un poco más de detalle.
La trama de la novela de Neal Pollack no es, se mire como se mire, original. La idea de una persona atrapada en un bucle temporal y obligada a vivir una y otra vez las mismas experiencias (posiblemente sacando una valiosa lección en el proceso) ha sido popularizada por películas como la famosa Atrapado en el tiempo (sí, sí, la del día de la marmota), pero también ha sido central en muchos relatos y libros. A bote pronto, se me ocurren unos cuantos: All You Need Is Kill, de Hiroshi Sakurazaka (del que hablé aquí), The First Fifteen Lives of Harry August, de Claire North (cuya reseña, escrita por Antonio Díaz, he publicado esta misma semana) y, especialmente, Replay (Volver a empezar), de Ken Grimwood, uno de mis libros favoritos de todos los tiempos. De hecho, Repeat tiene muchos, muchos puntos en común con Replay, comenzando, obviamente, por el título.
Por supuesto, Pollack es perfectamente consciente de sus influencia e incluso las cita explícitamente en varias ocasiones a lo largo del libro:
Por supuesto, Pollack es perfectamente consciente de sus influencia e incluso las cita explícitamente en varias ocasiones a lo largo del libro:
“Infinite time loop,” he said in the car on the way home.
“What?” Juliet said.
“That’s what I pitched to Fox today. A show about an infinite time loop.”
“I’m not sure what that means.”
“It’s about a guy who’s trapped in an infinite time loop and doesn’t know how to get out.”
“You mean like Groundhog Day?”
“No, more sci-fi. He keeps bounding around to different times of his life, and he can’t get out.”
“So, like Quantum Leap?”
“No, not at all. It’s got more comedy in it than that.”
“Like Hot Tub Time Machine?”
“No.”
“Back to the Future?”
“I wish.”
Otro problema más serio es que el comienzo de la novela es muy lento. Has leído la sinopsis y estás esperando a que aparezca tu viejo amigo el bucle temporal pero durante cosa de cincuenta páginas todo lo que te encuentras es la historia de un guionista fumador de porros que está pasando la crisis de los cuarenta. Confieso que, en un par de ocasiones, estuve a punto de dejar de leer. Por fortuna, decidí darle una oportunidad al libro y enseguida las cosas mejoraron mucho.
Si sois capaces de aguantar esa primera e insípida parte, os encontraréis con que Repeat tiene muchas cosas positivas. Por un lado, el libro está repleto de humor. Por ejemplo, no pude evitar soltar una carcajada con frases como "Brad's landlady hadn't made any repairs to the place since Madonna was like a virgin". Por otro lado, una vez que empieza el bucle temporal, el ritmo del libro es mucho más vivo y los capítulos se leen prácticamente solos. La trama es justo la esperable en este tipo de historia de repeticiones en el tiempo (¿os habéis dado cuenta de que cada personaje que tiene información sobre el futuro intenta, en algún momento, comprar acciones de Apple para hacerse rico?) y el final es algo más que predecible, pero pese a todo mantiene el interés, sobre todo por un par de inteligentes giros que le dan un sentido más profundo a la novela.
Y eso es exactamente lo que más me ha gustado de Repeat. Después de todos los clichés y los lugares comunes, Pollack sitúa a su protagonista, con un par de capítulos memorables, en un estado de confusión y ansiedad extremos que es la perfecta metáfora para la crisis que estaba experimentado al principio de la novela. Sólo por esta parte merece la pena pagar el precio de la entrada. Destacaría especialmente la escena, muy meta-literaria, en la que el propio autor se convierte en un personaje de la historia. De hecho, hay muchos fragmentos de clara inspiración autobiográfica, lo que le da una profundidad mayor a la historia en su conjunto (aunque algunas de las referencias se pierden para lectores que, como yo, no estén demasiado familiarizados con los entresijos de la política estadounidense).
Considerándolo todo globalmente, recomiendo la lectura de Repeat, sobre todo si os gustó Replay, de Ken Grimwood. Sólo una advertencia: sed pacientes y dadle al libro un poco de tiempo (juego de palabras accidental) para que empiece de verdad. Recibiréis la recompensa... a su debido tiempo.
Si sois capaces de aguantar esa primera e insípida parte, os encontraréis con que Repeat tiene muchas cosas positivas. Por un lado, el libro está repleto de humor. Por ejemplo, no pude evitar soltar una carcajada con frases como "Brad's landlady hadn't made any repairs to the place since Madonna was like a virgin". Por otro lado, una vez que empieza el bucle temporal, el ritmo del libro es mucho más vivo y los capítulos se leen prácticamente solos. La trama es justo la esperable en este tipo de historia de repeticiones en el tiempo (¿os habéis dado cuenta de que cada personaje que tiene información sobre el futuro intenta, en algún momento, comprar acciones de Apple para hacerse rico?) y el final es algo más que predecible, pero pese a todo mantiene el interés, sobre todo por un par de inteligentes giros que le dan un sentido más profundo a la novela.
Y eso es exactamente lo que más me ha gustado de Repeat. Después de todos los clichés y los lugares comunes, Pollack sitúa a su protagonista, con un par de capítulos memorables, en un estado de confusión y ansiedad extremos que es la perfecta metáfora para la crisis que estaba experimentado al principio de la novela. Sólo por esta parte merece la pena pagar el precio de la entrada. Destacaría especialmente la escena, muy meta-literaria, en la que el propio autor se convierte en un personaje de la historia. De hecho, hay muchos fragmentos de clara inspiración autobiográfica, lo que le da una profundidad mayor a la historia en su conjunto (aunque algunas de las referencias se pierden para lectores que, como yo, no estén demasiado familiarizados con los entresijos de la política estadounidense).
Considerándolo todo globalmente, recomiendo la lectura de Repeat, sobre todo si os gustó Replay, de Ken Grimwood. Sólo una advertencia: sed pacientes y dadle al libro un poco de tiempo (juego de palabras accidental) para que empiece de verdad. Recibiréis la recompensa... a su debido tiempo.
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