Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchandoA Hard Rain's A-Gonna Fall, de Bob Dylan (Spotify, YouTube).
Sería un recurso demasiado fácil abrir esta reseña diciendo que Seveneves tiene un comienzo explosivo. Pero es que Neal Stephenson se carga la Luna en la primera frase de la novela:"The Moon blew up without warning and for no apparent reason". Como os podéis imaginar, esto marca el tono del resto de la obra. Casi 900 páginas llenas de imágenes impactantes e increíbles logros de la ingeniería con un enfoque que sólo puede ser calificado de épico.
De hecho, todo en Seveneves roza lo excesivo, empezando con su longitud (300.000 palabras) y finalizando con el nivel de detalle con el que Stephenson, en su característico estilo, describe hasta el último tornillo de la última astronave de la novela. Esta enormidad es, a la vez, el mayor logro y el mayor peligro del libro. Como se suele decir, Seveneves es un libro que resulta fácil admirar pero que, para algunos (incluyendo a este humilde blogger) será difícil amar.
Hay muchas cosas buenas en Seveneves. Como casi cualquier novela de Stephenson, está repleta de ideas de esas que hacen reflexionar un buen rato. En este caso, el elemento central es el intento de sobrevivir a un inminente apocalipsis global construyendo una serie de hábitats que permanezcan en órbita alrededor de la Tierra durante 5000 años. Evidentemente, no es una empresa en absoluto fácil, y nuestros héroes tendrán que enfrentarse a buen número de sucesos inesperados. El autor explora muchos aspectos diferentes de la situación, incluyendo los problemas psicológicos y sociales de vivir en el Espacio y, especialmente, la física e ingeniería involucradas en el problema. Leyendo Seveneves aprenderéis más de lo que nunca quisisteis saber sobre trajes espaciales, sistemas de propulsión y formas de aislarse de los rayos cósmicos. Si os gusta la mecánica orbital, os vais a enamorar de Seveneves.
Para el lector medio (y, yo, sólo por esta vez, voy a incluirme en esa categoría) puede, sin embargo, resultar un poco cansino. Stephenson nunca ha sido tímido a la hora de usar los infodumps y yo soy uno de los primeros en reconocer que me apasionaron sus frecuentes disgresiones sobre matemáticas y filosofía en obras como Cryptonomicon y Anathem. Pero encontrar,e con capítulo tras capítulo sin apenas ningún diálogo y página tras página de explicaciones, de dolorosa prolijidad, del funcionamiento del peculiar motor de una peculiar cápsula especial llegó a ser demasiado para mí.
Además, creo que la elección del título y de la sinopsis le han hecho un flaco favor a la novela. Algunos de los sucesos mencionados en la descripción del libro sólo acontecen cuando vas allá por la página 600. Así que para llegar a esa parte tan guay (que, al final, tampoco era tan guay) con las siete razas diferentes en el futuro lejano de la Tierra tienes que leer 200.000 palabras sobre frikis de pasado mañana intentando sobrevivir en la Estación Espacial Internacional. Estoy acostumbrado a que algunas sinopsis sean un poco engañosas, pero pienso que está ha cruzado la línea roja.
No me malinterpretéis. No digo que Seveneves sea una mala novela o que no debáis leerla. Todo lo contrario. Creo firmemente que, si os gusta la ciencia ficción, tenéis que leer este libro porque va a ser uno de los más comentados este año y, evidentemente, es una obra importante en muchos sentidos. Además, tiene escenas que sólo se pueden describir como realmente brillantes. Personalmente, sin embargo, no puedo evitar pensar que Seveneves habría sido una mucho mejor historia si hubiera tenido la mitad de longitud. Con sus 900 páginas es, tristemente, otro caso de libro de un autor de sobrado y reconocido talento (¿alguien ha dicho George R.R. Martin?) que necesita urgentemente tijera editorial.
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Ja...
ResponderEliminarAl leer tu reseña de SEVENEVES me queda claro que me va a encantar, voy por la página 102 y la estoy pasando muy bien.
Saludazos.
; )
Francisco M. Juárez
@DANZAFRACTAL en Twitter
Como te dije el otro día por Twitter, me alegro mucho por ti (aunque había entendido que ya lo habías leído, ya que lo alababas con tanta pasión). Ojalá yo lo hubiera sabido apreciar como tú. Saludos
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