En la entrada de hoy recupero una reseña de Marrow (Médula) de Robert Reed, novela que he incluído en mi lista de 20 de mis novelas favoritas de de los últimos años. Este post fue publicado originalmente hace casi 6 años en la sección Versión Original de Estación de Nieblas, página que desde entonces ha evolucionado, centrándose en todo lo referente a la AsturCon y presciendiendo de las secciones de reseñas y de los foros que en su día albergó.
Puesto que ya ha pasado un tiempo, unos pocos datos están desfasados (como ejemplo más notable, Marrow ha sido traducida y publicada en castellano) pero creo que la reseña sigue reflejando fielmente mi opinión de la novela, así que he decidido (re)publicarla sin ninguna modificación. Espero que os guste:
Mucho
se ha debatido sobre el "sentido de la maravilla" en la literatura de
ciencia ficción. Ese sentimiento que nos embarga cuando nos encontramos
con artefactos increíbles, con alienígenas sorprendentes o con conceptos
inusitados, es un ingrediente fundamental y, para algunos, una de las
características más definitorias del género. Son muchos los que opinan
que el sentido de la maravilla alcanzó su mayor exponente en la Edad de
Oro y que, de alguna manera, pertenece ya a un pasado más glorioso. Sin
embargo, autores modernos como Alastair Reynolds, John C. Wright o Peter
F. Hamilton han rescatado y actualizado todas estas sensaciones. A esa
lista hay que añadir, sin duda, a Robert Reed.
Su novela Marrow es una
extraordinaria colección de aventuras, conspiraciones, misterios y
sorpresas en un marco que desborda la imaginación y encandila al lector:
una misteriosa nave del tamaño de Júpiter. De origen desconocido y
aparentemente abandonada a su suerte, la Gran Nave fue descubierta
cuando su curso se cruzó con la Vía Láctea. Interceptada y colonizada
por los humanos ahora ha sido convertida en un vehículo de transporte
que circunnavega la galaxia recogiendo pasajeros y entregando
mercancías. Pese a que la mayor parte de la nave ha sido explorada, sus
grandes misterios aún no han sido desvelados. ¿Quién la ha construido y
para qué? ¿En qué momento? ¿Por qué ha sido abandonada? Todas estas
incógnitas cobran aún mayor trascendencia cuando se produce un
sorprendente descubrimiento: en el interior de la Gran Nave, en su mismo
centro, se encuentra un planeta. La exploración de este nuevo mundo
bautizado acertadamente como Marrow (tuétano) deparará
innumerables aventuras y revelará algunos de los secretos de la Gran
Nave, de sus Constructores y de sus objetivos al diseñarla.
He de reconocer que, personalmente, este argumento me parece uno de
los más impactantes e intrigantes que me he encontrado en mucho tiempo,
una especie de Cita con Rama
elevado a la enésima potencia. A partir de ahí, Reed tenía mucho
terreno ganado para conseguir que la historia me gustase. Y vaya si lo
ha conseguido. En la novela, extremadamente amena, nos encontramos con
exóticas especies alienígenas, intrigas por el poder, interesantes
sociedades y multitud de aventuras en circunstancias sumamente adversas.
Todo ello engarzado por el hilo común de la fascinante exploración de
la Gran Nave y sus secretos. Reed administra estos sugerentes elementos
de forma magistral, consiguiendo un cóctel tremendamente atractivo que
no dudo en recomendar a cualquier aficionado a la buena ciencia ficción.
Pese a todas estas virtudes, el libro, desde luego, no es perfecto.
El estilo no es demasiado brillante. Los personajes no están
especialmente bien desarrollados. Además, para que las cosas encajen, el
autor recurre a multitud de truquillos, que algunas veces son demasiado
evidentes. ¿Que la nave tarda millones de años en realizar su viaje? No
hay problema, hacemos que la tripulación sea inmortal y todo arreglado.
Eso sí, para haber vivido unos cuantos milenios a veces resultan
bastante inocentes.
En cualquier caso, antes de empezar a leer Marrow,
no me esperaba una joya estilística ni una sesuda disquisición sobre el
efecto de la inmortalidad en la evolución de la sicología humana. Marrow
da, ni más ni menos, lo que promete: toneladas de entretenimiento. De
hecho, diría que es una de las lecturas más divertidas con las que me he
topado últimamente. Exploraciones y descubrimientos, traiciones y
enfrentamientos se suceden unos a otros a lo largo de las páginas de un
libro que, pese a no ser especialmente corto (supera las 500 páginas en
su edición de bolsillo), nunca se hace pesado. Para agilizar la
narración, el autor recurre nuevamente a algunos ardides. Somos
inmortales, ¿no? entonces, ¿qué significan unos cuantos cientos de años
para nosotros? Así, en ciertos momentos nos encontramos con que, de un
párrafo a otro, la historia ha avanzado mil años como quien no quiere la
cosa. Desde luego, esto redunda en un ritmo más vivo, aunque a veces
puede desconcertar al lector despistado.
Finalmente, en una época en la que están de modas las trilogías, tetralogías y demás sagas casi infinitas, Marrow
no podía ser una excepción. La obra surge originalmente como ampliación
de la novela corta homónima (que fue nominada para los premios Hugo)
y en el marco de algunas otras historias situadas en el mismo universo.
A su vez, aunque tiene un final bastante cerrado, este libro prepara
claramente el terreno para el par de secuelas (una novela corta y otra
"larga"), que han visto la luz en los pasados años. Y puede que haya más
a la vista. Según se mire, esto puede ser interpretado como un defecto
(esas interminables series de decreciente calidad) o como una excelente
oportunidad de seguir disfrutando de la desbordante imaginación de
Robert Reed.
Por mi parte, estaré encantado de sumergirme de nuevo en la
exploración de la Gran Nave, viajando entre las galaxias y contemplando
maravillas.
La leí hará unos siete u ocho años. Recuerdo que me hizo muy entretenida la espera en el aeropuerto de Kent cuando el avisón se retrasó, pero no la habría publicado por dos razones: el comportamiento de la tripulación, que es demasiado a lo Star Trek para mi gusto, y el secreto del planeta oculto en la nave, que es para matar a Reed. Me parece, en suma, más prometedora que conseguida, y más leíble por su gancho que releíble por su calidad.
ResponderEliminarCoincido con lo dicho por Luis G. Prado sobre lo que promete Médula y lo que termina ofreciendo. En su momento me supuso una pequeña decepción por lo mal aprovechadas que están las ideas en la novela y por lo difícil que me resultaba avanzar en la lectura por culpa del texto, muy mecánico y sin chispa, no sé si esto último es culpa de Reed o de la traducción de La Factoria.
ResponderEliminarYo lo estoy buscando en ebook en versión original, pero amazon no lo lleva. Si lo encuentro ya diré que tal está en vo. Es un libro por el que siento bastante curiosidad.
ResponderEliminar¿Es posible que exista una secuela? Me suena haber oído hablar de eso en el podcast de Luke Burrage.
Coincido con Luis G Prado y Toniluro en que la novela tiene sus defectos (en la resema también lo señalo), pero yo me lo pasé tan bien leyéndola que tengo un recuerdo muy grato de ella. Eso sí, igual no supera una relectura.
ResponderEliminarMembrillu: Sí, hay al menos una secuela llamada The Well of Stars, si no recuerdo mal, pero no parece estar en ebook. De hecho, de Reed la única novela que he visto en ebook es Sister Alice. La tengo comprada, así que igual algún día me animo.
Perdón por el off-topic, pero me vence la curiosidad: yo también colaboré en la difunta Estación de Nieblas con unas pocas reseñas, pero al dejarme llevar por la nostalgia y pinchar en el enlace que figura en la entrada para ver si todavía están archivadas en algún sitio, resulta que he terminado en una página con bastante mala pinta (Cafe Mom o algo por el estilo, la verdad es que me he salido a toda pastilla). ¿Sabéis Odo o alguno si todavía hay manera de acceder al antiguo contenido de EdN?
ResponderEliminar¡Anda! Pues el enlace funcionaba cuando subí la reseña. Voy a quitarlo, porque la verdad que no tiene buena pinta, no.
ResponderEliminarEn cuanto al texto de la reseña en sí, lo recupere gracias a archive.org. Por ejemplo, este "snapshot" es del 27 de diciembre de 2005 y creo que te permite acceder a tus reseñas de Pandora´s Star (que tenía pensado hacer yo por aquel entonces, pero me la pisaste :) ) y Men and Cartoons:
http://web.archive.org/web/20051227091804/http://www.estaciondenieblas.net/