Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando el tema principal de La casa de la pradera (Spotify, Youtube)
Uno de los principales problemas de la novela es que la trama apenas se sostiene: está llena de inconsistencias y tiene más agujeros que la proverbial esponja de Menger. De hecho, el ritmo un poco alocado, el escaso interés por la coherencia en el world-building y la facilidad con la que se dejan atrás elementos que parecían de vital relevancia y se cambia a una escena de tono totalmente distinto, parecen más acordes con una serie de televisión con guiones improvisados sobre la marcha que con una obra meditada con calma. Quien conozca mis gustos, aunque sólo sea un poco, sabrá que éste es un pecado que no perdono fácilmente.
No engorda nada, ¡porque es casi todo aire! |
El desarrollo de los personajes no es mucho mejor. Predomina enormemente el tell sobre el show y aunque se nos intenta convencer de que los personajes sufren mucho, el hecho de que (por ejemplo) anden correteando por ahí y dándose el lote alegremente cuando acaban de romperse un par de costillas, no contribuye mucho a conseguirlo. Sus reacciones, además, ni son ni creíbles ni están proporcionadas. En cierto momento sucede una catástrofe de proporciones planetarias que incumbe especialmente a la principal protagonista y narradora en primera persona de la historia. Esta terrible desgracia viene a afectarle, más o menos, en la misma medida que el que se mueran unas plantas que cultivaba la capitana de la nave. Y, como este, podría poner muchos otros ejemplos que evitaré mencionar por no entrar en spoilers.
Por si todo esto fuera poco, según avanzan las páginas la novela se va contaminando cada vez más de un buen-rollismo mal entendido y de un pseudo-misticismo de marcado carácter magufo, con continuas referencias a las "almas", las "energías", la "voluntad" humana y la vital relevancia de todas ellas para la evolución del cosmos en su conjunto. En el último tercio de novela los personajes están ya tan entusiasmados con estas creencias y con el nidito de amor en el que han transformado su nave, que se dedican a soltar perlas como esta:
There is more to matter than matter itself; it transforms when humans move through it.
Out here, we lived in the flush and ecstasy of being where we meant to be, unafraid to open the door to our souls to reveal our highest truths.
There is no greater love than that.
En conjunto, la moraleja de la historia podría resumirse en un "Si deseas algo con suficiente fuerza, el multiverso conspira para que lo consigas". Todo esto está oculto detrás de una ligera fachada de diversidad racial, libertad de opción sexual y familias no convencionales, pero me sorprende muy mucho que a estas alturas ese envoltorio consiga engañar a alguien para que se trague la dudosa filosofía de fondo.
Por todo ello, Ascension es una novela que, a pesar de algunos momentos brillantes en cuanto a prosa y un inicio prometedor, no puedo recomendar de ningún modo. Lo peor es que me he quedado con las ganas de leer una buena historia de naves espaciales. Tendré que echar mano de alguno de esos libros de Reynolds y Hamilton que tengo reservados en la estantería para momentos de escasez.
¿Sabes qué? Me gusta cuando das a conocer algún libro interesante, pero he de confesar que me lo paso mejor con tus reseñas negativas XD
ResponderEliminarYo prefiero poder recomendar un libro entusiastamente, pero cuando no es así, al menos intento pasar un buen rato :)
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