Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando The Rising de Bruce Springsteen (Spotify, Youtube).
Solaris Rising 2, la antología editada por Ian Whates, es uno de esos libros que esperaban turno en la estantería (o en el Kindle, para ser exactos) y que parecían extremadamente prometedores. Relatos originales de Eugie Foster, Robert Reed, Nancy Kress... Todo apuntaba en la dirección correcta, así que cuando la antología fue nominada para el Premio Philip K. Dick la subí inmediatamente al primer puesto de la pila.
Por desgracia, tengo que decir que el libro no ha estado a la altura de las expectativas. Como en casi toda antología, hay algunos relatos muy destacables, pero el nivel general es mediocre y algunos de los autores me han decepcionado profundamente. No es que el libro sea malo y, en general, se deja leer con bastante agrado, pero dada la abundante oferta de antologías existente en la actualidad pienso que es mejor dejarla pasar en favor de otras opciones más interesantes. Pasemos a analizar por qué.
Solaris Rising 2 comienza bien (casi me atrevería a decir que muy bien), pero va perdiendo fuelle poco a poco. El mejor relato de la antología es, para mí, "Tom" de Paul Cornell, precisamente el que abre el libro. Aunque Cornell es un autor con el que no suelo conectar, en esta ocasión nos ofrece un divertido y ágil relato de contacto alienígena. Hay algún elemento no demasiado creíble científicamente, pero como el tono de la historia es bastante irónico, las cosas acaban encajando bastante bien. Recomendado.
Entre los tres siguientes relatos se encuentran los otros dos que destacaría en esta obra. Por un lado, "More" de Nancy Kress, que mantiene la línea de calidad a la que la autora nos tiene acostumbrados y, aunque tiene un final un tanto acelerado, no decepciona en absoluto. Por otro, "Feast and Famine" de Adrian Tachikovsky, que consigue una gran ambientación de CF hard en tan solo unas pocas páginas. Por desgracia, la trama no está al mismo nivel y a la mitad de la historia el desenlace se hace tan evidente que casi no haría falta que el autor se hubiera molestado en escribirlo. Una pena, porque podría haber sido un gran relato.
El resto de relatos me parecen, casi en su totalidad, perfectamente prescindibles. Alguno tiene ideas interesantes (me gusta, por ejemplo, el desenlace de "The Time Gun" de Nick Harkaway), pero la mayoría son mediocres o, directamente, flojos. Es el caso de "Whatever Skin You Wear" de Eugie Foster y de "When Thomas Jefferson Dined Alone" de Kristine Kathryn Rusch. De Foster, en concreto, confieso que me esperaba mucho más tras haber leído varios relatos excelentes escritos por ella. Pero en este caso la historia es manida, la tecnología poco imaginativa y el desenlace roza lo bochornoso. En el caso de Rusch, sólo diré que su cuento se enmarca en la peor tradición de las historia de viajes académicos en el tiempo de Connie Willis.
En resumen, Solaris Rising 2 es una antología que comencé leyendo con ilusión pero por la que fui perdiendo el interés gradualmente hasta casi tener que obligarme a leer los últimos relatos. Aún así, confío en que sea un problema puntual de esta entrega, con la que no he conseguido conectar, y sin duda daré otra oportunidad al resto de volúmenes de la serie, tanto los ya publicados (Solaris Rising y Solaris Rising 1.5) como el que se espera para mediados de este año.
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