Es hora de una nueva entrega de reseñas de cómics. Quedé especialmente satisfecho con los tres que leí y reseñé la última vez, pero, por desgracia, no puedo ser tan entusiasta con las novelas gráficas de las que quiero hablar hoy.
No quedé del todo satisfecho con Meka cuando lo leí hace un par de meses, pero sí que le vi bastante potencial. Así que decidí darle una oportunidad a Luminae, que esta vez no está sólo ilustrado sino también guionizado por Bengal. Tampoco esta vez quedé demasiado impresionado con el libro. El dibujo es bastante bueno (aunque quizá demasiado estilo manga algunas ves), pero las escenas de lucha son, otra vez, poco claras y los personajes se parecen demasiado para diferenciarlos con claridad.
El guión no es mejor. La trama es bastante sencilla (la típica lucha entre el bien y el mal) pero los constantes cambios de escena hacen que sea difícil de seguir. Además, hay poco desarrollo de los personajes y el final cae en el cliché. Parece ser que se trata del primer volumen de una serie, pero no estoy para nada interesado en leer el siguiente: éste es bastante autoconclusivo y no ha conseguido despertar mi curiosidad.
No quedé del todo satisfecho con Meka cuando lo leí hace un par de meses, pero sí que le vi bastante potencial. Así que decidí darle una oportunidad a Luminae, que esta vez no está sólo ilustrado sino también guionizado por Bengal. Tampoco esta vez quedé demasiado impresionado con el libro. El dibujo es bastante bueno (aunque quizá demasiado estilo manga algunas ves), pero las escenas de lucha son, otra vez, poco claras y los personajes se parecen demasiado para diferenciarlos con claridad.
El guión no es mejor. La trama es bastante sencilla (la típica lucha entre el bien y el mal) pero los constantes cambios de escena hacen que sea difícil de seguir. Además, hay poco desarrollo de los personajes y el final cae en el cliché. Parece ser que se trata del primer volumen de una serie, pero no estoy para nada interesado en leer el siguiente: éste es bastante autoconclusivo y no ha conseguido despertar mi curiosidad.
Judas: The Last Days, escrito por W. Maxwell Prince e ilustrado por Jon Armor, parte de una premisa bastante interesante: Judas Iscariote ha sobrevivido durante 2000 años después de traicionar a Jesús, pero ahora quiere morir. La trama real de la novela gráfica es, de hecho, bastante más extraña que todo eso y se vuelve más extraña a cada página. Apóstoles inmortales que son adictos a las drogas, políticos o transexuales se entremezclan con elementos de metaficción (e, incluso me atrevería a decir, de hiperstición) para dar lugar a un libro extrañísimo que con seguridad confundirá al lector promedio y ofenderá a aquellos que tengan profundos sentimientos religiosos.
El dibujo, que va mejorando según avanza el libro, me gustó bastante. Creo que el uso del color, con diferentes paletas para los diferentes escenarios, es muy acertado y las composiciones de página menos convencionales funcionan realmente bien. En resumen, un cómic con algunas buenas ideas pero posiblemente demasiado ambicioso como para salir bien. Podéis darle una oportunidad si os apetece probar algo diferente.
El mejor del lote (aunque eso no signifique demasiado en este caso) es The Squidder (guión y dibujo de Ben Templesmith). Un pastiche lovecraftiano situado en un mundo post-apocalíptico, este cómic combina elementos de la ciencia ficción, el terror y la novela negra. La trama no es especialmente original, pero funciona de forma aceptable y tiene un buen desarrollo de los personajes.
El dibujo, que va mejorando según avanza el libro, me gustó bastante. Creo que el uso del color, con diferentes paletas para los diferentes escenarios, es muy acertado y las composiciones de página menos convencionales funcionan realmente bien. En resumen, un cómic con algunas buenas ideas pero posiblemente demasiado ambicioso como para salir bien. Podéis darle una oportunidad si os apetece probar algo diferente.
El mejor del lote (aunque eso no signifique demasiado en este caso) es The Squidder (guión y dibujo de Ben Templesmith). Un pastiche lovecraftiano situado en un mundo post-apocalíptico, este cómic combina elementos de la ciencia ficción, el terror y la novela negra. La trama no es especialmente original, pero funciona de forma aceptable y tiene un buen desarrollo de los personajes.
Las ilustraciones son excelentes y están dotadas de una enorme personalidad. El uso del color es fascinante (pero, por desgracia, hace que sea difícil leer el texto algunas veces) y las splash-pages y las composiciones son realmente impresionantes. Todo ello contribuye a crear una atmósfera opresiva y decadente que es perfecta para la historia. Recomendaría The Squidder sólo por sus ilustraciones; la trama, aunque algo trillada, también colabora en el resultado final.
En definitiva, tres cómics que podéis dejar pasar sin mayor problema si no disponéis de mucho tiempo. Se le puede echar un vistazo a Judas: The Last Days si buscáis probar algo diferente y, especialmente, a The Squidder si os gustan las buenas historias post-apocalípticas con un acompañamiento de tentáculos y disfrutáis del buen dibujo con un coloreado potente.
(You can also read this review in English/También puedes leer esta reseña en inglés)
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