Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Ultramotion, de Annihilator (Spotify, YouTube).
Dark Intelligence, la primera entrega de la trilogía Transformation trilogy, fue uno de mis libros favoritos del año pasado y, de hecho, una de las mejores novelas de Space Opera que he leído en mi vida. Así que os podéis imaginar las ganas con las que esperaba War Factory y lo altas que estaban mis expectativas, algo que a veces puede resultar perjudicial. Después de leer (y disfrutar plenamente) la novela, me alegra poder decir que es incluso mejor que el primer volumen.
Esta nueva novela tiene todos los elementos que me fascinaron en Dark Intelligence, pero ampliados y mejorados: más escenas de acción, batallas más espectaculares, mejor caracterización, enfoque más amplio... Asher ha llevado a cabo un trabajo admirable con War Factory, porque la trama sigue siendo tan compleja e intrigante como en el primer libro de la serie, pero ahora es mucho más fácil de seguir. No sólo la prosa fluye mucho mejor, sino que el autor introduce sutilmente pistas aquí y allá que hacen que los frecuentes cambios de escena ya no sean tan abruptos y resulten más sencillos de leer. El uso de flashbacks, que proporcionan información muy importante sobre la guerra entre los humanos y los Prador y sobre los orígenes de Penny Royal y otros personajes, están perfectamente medidos y dan al lector una perspectiva global en la que todas las piezas encajan con suavidad.
También me ha gustado mucho cómo el tema de las transformaciones, que ya era central en Dark Intelligence, sigue siendo uno de los elementos fundamentales en War Factory, pero con un interesante giro filosófico. Mientras que en la novela anterior presenciábamos los cambios físicos que experimentaban los protagonistas, aquí las alteraciones tienen una naturaleza más íntima y psicológica. Muchos de los personajes comienzan a sospechar que Penny Royal no sólo ha cambiado sus apariencias externas, sino también sus mentes. Especialmente interesantes son los casos de Trent Sobel y Sverl que, muy merecidamente, tienen un papel más importante en esta novela.
Esta nueva novela tiene todos los elementos que me fascinaron en Dark Intelligence, pero ampliados y mejorados: más escenas de acción, batallas más espectaculares, mejor caracterización, enfoque más amplio... Asher ha llevado a cabo un trabajo admirable con War Factory, porque la trama sigue siendo tan compleja e intrigante como en el primer libro de la serie, pero ahora es mucho más fácil de seguir. No sólo la prosa fluye mucho mejor, sino que el autor introduce sutilmente pistas aquí y allá que hacen que los frecuentes cambios de escena ya no sean tan abruptos y resulten más sencillos de leer. El uso de flashbacks, que proporcionan información muy importante sobre la guerra entre los humanos y los Prador y sobre los orígenes de Penny Royal y otros personajes, están perfectamente medidos y dan al lector una perspectiva global en la que todas las piezas encajan con suavidad.
También me ha gustado mucho cómo el tema de las transformaciones, que ya era central en Dark Intelligence, sigue siendo uno de los elementos fundamentales en War Factory, pero con un interesante giro filosófico. Mientras que en la novela anterior presenciábamos los cambios físicos que experimentaban los protagonistas, aquí las alteraciones tienen una naturaleza más íntima y psicológica. Muchos de los personajes comienzan a sospechar que Penny Royal no sólo ha cambiado sus apariencias externas, sino también sus mentes. Especialmente interesantes son los casos de Trent Sobel y Sverl que, muy merecidamente, tienen un papel más importante en esta novela.
La única pega que le pongo a War Factory tiene que ver con el hecho de que en algunas partes, sobre todo al final del libro, se nota mucho que se trata sólo del segundo libro de una trilogía. El ritmo de los primeros capítulos es muy vivo, pero al llegar a la mitad las cosas se ralentizan un poco y hay algunas subtramas que reciben mucha atención sin que parezca que sean realmente tan importantes (al menos, por el momento). Además, hay cierto conflicto que pensaba que se iba a desencadenar rápidamente y que no llega a ninguna conclusión definida. Como he mencionado, sólo es la segunda entrega de la serie, con lo que la resolución seguramente se ha pospuesto y tendremos que esperar para ver cómo acaban finalmente convergiendo todas las tramas.
A pesar de estos problemas menores, War Factory es el mejor libro de ciencia ficción que he leído este año y Transformation ya es una de mis series de Space Opera preferidas. ¿Necesito decir algo más? ¡Corred a leerla!
(You can also read this review in English/También puedes leer esta reseña en inglés)
Que ganas tengo de leer esta novela, igual que a ti me encantó la primera parte y si ésta es aún mejor... ufff!! :)
ResponderEliminarLástima que aún no ha salido por mucho que quiera correr!! ;-) ya falta poco por eso :)
La espera merece la pena, ya verás.
ResponderEliminarHola :) Si el otro día ya me convenciste escuchando Verdhugos que Dark Intelligence me iba a gustar, sobre todo las espectaculares batallas que prometes. El tema del Penny Royal y las transformaciones, aunque aún no lo entiendo, me atrae bastante. Es una pena cuando en un volumen intermedio de trilogía se enfatizan en bajarle el ritmo, aunque si eso hace que la tercera parte sea brutal, merece la pena. En fin, el día que lea en inglés bien tengo para rato XD Un abrazo^^
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