jueves, 23 de octubre de 2014

The Magician's Land, de Lev Grossman

Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Never Ending Story de Limahl (Spotify, YouTube).

Aunque me gustó bastante The Magician King, confieso que no entendí mucho la necesidad del libro cuando se publicó. The Magicians no sólo era una mejor novela, sino que funcionaba perfectamente por sí mismo y no pedía una secuela. Afortunadamente, The Magician's Land, la tercera entrega de la saga, da un nuevo significado a los dos libros anteriores y es un perfecto cierre para la trilogía.

The Magician's Land es, una vez más, una obra muy meta-literaria. Por supuesto, los paralelismos con las sagas de Harry Potter y Narnia siguen siendo evidentes y centrales para la trama. Pero también hay elementos tan dispares como referencias a Shakespeare que homenajean (explícitamente) a Charlie y la fábrica de chocolate Factory. Y, especialmente, me fue imposible evitar encontrar una gran similitud con muchos de los temas principales de La historia interminable.

The Magician's Land es, sobre todo, una historia sobre la aceptación. Sobre afrontar la vida, en toda su crueldad y toda su gloria. Como lo plantea uno de los personajes:
It was so utterly pointless. Maybe that's what the ghost was trying to teach her: it's all pointless. Fate is coming whatever you do, so quite wriggling around, it's already making you look more ridiculous than you already do. We're all ghosts here, you just don't look like one yet.
O, más tarde:
It was funny about magic, how messy and imperfect it was. When people said something worked like magic they meant that it cost nothing and did exactly what you wanted it to. But there were lots of things magic couldn't do. It couldn't raise the dead. It couldn't make you happy. It couldn't make you good-looking. And even with the things it could do, it didn't always do the right. And it always, always cost something.
Percibiréis aquí algo del cinismo (nihilismo, casi) que estaba presente en los dos libros anteriores. The Magician's Land está, sin embargo, mucho más abierta a la esperanza que las otras dos novelas. No porque las decisiones sean ahora más sencillas para Quentin y sus amigos, sino porque han crecido y están aprendiendo a aceptar la vida como adultos, con lo bueno y con lo malo, sin tratar de esquivar las responsabilidades con un truco de magia fácil y sin esfuerzo. No hay respuestas fáciles a los problemas de la vida y ellos están empezando a darse cuenta y a aceptarlo:
"No." Quentin closed his eyes. "I still have no idea what magic is for. Maybe you just have to decide for yourself. But you definitely have to decide. It's not for sitting on my ass, which I now because I've tried that. Am I making any sense?"
The Magician's Land es una historia sobre la maduración personal, pero no es la típica historia de crecimiento. Quentin ya no es un quinceañero y ha conocido íntimamente el dolor y la pérdida. Pero ése no es el final de la historia. La decisión de Grossman de llevar a los personajes un paso más allá es de lo más acertada y hace que el libro sea mucho más interesante. En ese sentido, la parte final de la novela es simplemente excelente, aportando un cierre no sólo a todas las tramas abiertas sino también, y lo que es más importante, al desarrollo de los protagonistas.

El libro también tiene mucho más humor que las entregas anteriores. Los diálogos son, algunas veces, realmente divertidos y algunos de los personajes (Janet, especialmente) son casi auto-paródicos. Esto hace que el tono del libro sea más ligero pero sin perder profundidad ni sentido. De hecho, mi impresión es que Grossman ha crecido como escritor y la prosa es la mejor de la serie hasta el momento.

Pese a todas sus virtudes, el libro también tiene algunos problemas menores. La primera parte del libro es un tanto inconexa, con tres tramas diferentes desarrollándose en paralelo y con mútiples flashbacks. Hay también algunas escenas que podrían haber sido recortadas sin perder mucho, haciendo que la novela fuera más compacta. Y al menos unos de los giros finales se ve venir desde kilómetros de distancia. Muchos de estos problemas se ven redimidos al final del libro, pero el lector debe hacer un acto de fe en que Grossman va a ser capaz de atarlo adecuadamente todo (cosa que hace casi a la perfección).

En definitiva, recomiendo especialmente The Magician's Land. Quizá no sea tan buena como The Magicians, pero pienso que es bastante mejor que The Magician King y una muy satisfactoria conclusión para la trilogía. Si habéis leído las dos primeras entregas, creedme cuando digo que no vais a querer perderos ésta.

4 comentarios:

  1. Lo cierto es que tenía esta saga absolutamente descartada, quizás por una impresión mía de ser una copia de Harry Potter y alguna reseña que no la ponía muy bien. Pero el hecho de que la recomiendes me hace plantearmelo y trataré de hacerles un hueco en mi (cada vez más) larga lista de libros pendientes.
    Gracias por descubrirnos nuevas joyitas literarias

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  2. No se parece en nada en Harry Potter. O sí, pero no. Me explico: sucede en una escuela de magia, sí, pero el tratamiento es infinitamente más crudo y adulto, con drogas, sexo, problemas psicológicos y muchas más cosas que nunca tendrían lugar en HP. Yo creo que merece mucho la pena.

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  3. Pues yo creo que se parece muchísimo más a Narnia, el mundo, los objetos que atraviesan los niños de las novelas para llegar, lo de los reyes...pero como ya habéis comentado desde un punto de vista más adulto y centrándose más en lo que siente el personaje. Yo aún estoy en el segundo así que he venido arriesgándome a spoiler. ¿En español no está aún no? (Por eso había venido en principio jejeje.)

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  4. Tienes toda la razón: tiene mucho de Harry Potter, pero casi tanto o más de Narnia. Toda la parte de Fillory, de hecho.

    En cuanto a la traducción al español, sí, ya está disponible con el título de "La tierra del mago" (si no recuerdo mal).

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