Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando el tema de El bueno, el feo y el malo compuesto por Ennio Morricone (Spotify, Youtube).
Mi primer acercamiento a la obra de Brandon Sanderson fue, cuando menos, inusual. En lugar de comenzar con alguna de sus novelas independientes (bueno, independientes de momento) como Elantris o Warbreaker (traducida al castellano como El aliento de los dioses) o con su famosa trilogía Mistborn (Nacidos de la bruma) me decidí a empezar a leer a Sanderson con The Alloy of Law, que ahora se publica en España como Aleación de ley.
Mi primer acercamiento a la obra de Brandon Sanderson fue, cuando menos, inusual. En lugar de comenzar con alguna de sus novelas independientes (bueno, independientes de momento) como Elantris o Warbreaker (traducida al castellano como El aliento de los dioses) o con su famosa trilogía Mistborn (Nacidos de la bruma) me decidí a empezar a leer a Sanderson con The Alloy of Law, que ahora se publica en España como Aleación de ley.
Puede parecer un poco arriesgado lanzarse a leer una novela que, aunque narra una historia que funciona de forma autónoma, se sitúa en un universo, el de Mistborn, en el que ya existían tres novelas (y no precisamente cortas). Sin embargo, el experimento resultó muy satisfactorio y no me arrepiento en absoluto de haber seguido un camino poco convencional. Todo lo contrario.
Aleación de ley pretende una única cosa: entretener al lector. En mi caso, al menos, lo ha conseguido con creces. La trama es ágil y divertida. Es fácil identificarse con los personajes. Y, sobre todo, es una lectura fresca y original.
Aleación de ley pretende una única cosa: entretener al lector. En mi caso, al menos, lo ha conseguido con creces. La trama es ágil y divertida. Es fácil identificarse con los personajes. Y, sobre todo, es una lectura fresca y original.
En Aleación de ley la historia transcurre trescientos años después de los sucesos narrados en la trilogía original de Nacidos de la bruma y, a diferencia de lo que sucede en la mayor parte de las obras de fantasía, el mundo ha evolucionado y progresado. Tenemos, por ejemplo, algunos avances tecnológicos (electricidad, redes ferroviarias...) y bastantes cambios sociales. De hecho, la ambientación de la novela es prácticamente la de un western. Hay hasta pistoleros, cazarrecompensas y asaltos a trenes.
Pero la mayor virtud de Sanderson en esta obra es saber mezclar, de forma perfecta, este escenario del salvaje oeste con un sistema de magia de lo más peculiar. A los que ya habéis leído Mistborn no necesito explicaros nada sobre la alomancia y la ferruquimia. A los demás, no quiero desvelaros nada, porque uno de los mayores alicientes del universo ideado por el autor es ir descubriendo las particularidades, reglas y trucos del funcionamiento de la magia. Baste con decir que es de lo más original que he leído en fantasía y justifica por sí mismo la lectura de esta saga.
En este sentido, Sanderson realiza un trabajo perfecto para que quien se incorpore a la serie en este volumen no necesite leer previamente la trilogía de Mistborn. Es cierto que, ocasionalmente, se menciona a algunos personajes de los libros anteriores, pero es más un guiño de complicidad que algo que resulte relevante para la historia. Asimismo, el sistema de magia se explica poco a poco y de forma totalmente enlazada con la trama, por lo que para el lector neófito resulta sencillo y natural familiariazarse con el universo de Nacidos en la bruma.
Pese a todo, la novela dista mucho de ser perfecta. Muchos de los giros de la trama, por ejemplo, son bastante previsibles y los personajes no están todo lo desarrollados que deberían. El estilo, como ya es habitual en Sanderson, cumple su función pero sin florituras. En general, la novela deja la impresión de ser, por momentos, excesivamente sencilla y quizá pueda decepcionar un poco a los seguidores habituales del autor.
En resumen, Aleación de ley es una obra más que recomendable para pasar un buen rato. No está a la altura de Mistborn (que espero poder comentar en breve aquí mismo), por lo que me alegro de que fuera mi primer contacto con Sanderson, pero aún así creo que, tomado como lectura ligera, puede resultar un más que adecuado entretenimiento que intercarlar entre novelas de mayor calado.
Nota: De forma simultánea, Miquel Codony publica la traducción al castellano de su reseña, que previamente había publicado en catalán.
Pero la mayor virtud de Sanderson en esta obra es saber mezclar, de forma perfecta, este escenario del salvaje oeste con un sistema de magia de lo más peculiar. A los que ya habéis leído Mistborn no necesito explicaros nada sobre la alomancia y la ferruquimia. A los demás, no quiero desvelaros nada, porque uno de los mayores alicientes del universo ideado por el autor es ir descubriendo las particularidades, reglas y trucos del funcionamiento de la magia. Baste con decir que es de lo más original que he leído en fantasía y justifica por sí mismo la lectura de esta saga.
En este sentido, Sanderson realiza un trabajo perfecto para que quien se incorpore a la serie en este volumen no necesite leer previamente la trilogía de Mistborn. Es cierto que, ocasionalmente, se menciona a algunos personajes de los libros anteriores, pero es más un guiño de complicidad que algo que resulte relevante para la historia. Asimismo, el sistema de magia se explica poco a poco y de forma totalmente enlazada con la trama, por lo que para el lector neófito resulta sencillo y natural familiariazarse con el universo de Nacidos en la bruma.
Pese a todo, la novela dista mucho de ser perfecta. Muchos de los giros de la trama, por ejemplo, son bastante previsibles y los personajes no están todo lo desarrollados que deberían. El estilo, como ya es habitual en Sanderson, cumple su función pero sin florituras. En general, la novela deja la impresión de ser, por momentos, excesivamente sencilla y quizá pueda decepcionar un poco a los seguidores habituales del autor.
En resumen, Aleación de ley es una obra más que recomendable para pasar un buen rato. No está a la altura de Mistborn (que espero poder comentar en breve aquí mismo), por lo que me alegro de que fuera mi primer contacto con Sanderson, pero aún así creo que, tomado como lectura ligera, puede resultar un más que adecuado entretenimiento que intercarlar entre novelas de mayor calado.
Nota: De forma simultánea, Miquel Codony publica la traducción al castellano de su reseña, que previamente había publicado en catalán.
No he leído The Alloy of Law porque me temía una trilogía. Pero con tu reseña y la del Señor Membrillo es muy posible que me anime, siempre que me déis vuestra palabra de boy scouts de que no me estáis metiendo en un pantanal sin fondo.
ResponderEliminarOye, haces unas reseñas muy chulas. ¿Lo sabías?
otro que apunto a mí lista de pendientes!
ResponderEliminarLa serie de Mistborn va a ser una trilogía de trilogías.
ResponderEliminarCagafo: El libro funciona perfectamente como novela independiente aunque, no te voy a engañar, está claro que Sanderson prepara el terreno (con una escena concreta en el tramo final) para escribir continuaciones.
ResponderEliminarMe alegro de que te gusten mis reseñas. Yo las considero más bien opiniones, pero si a alguien le sirven para decidirse a leer (o a desterrar de la pila) un libro, pues misión cumplida :)
Miqueldps: No es, ni mucho menos, una obra imprescindible, pero sí muy entretenida.
Anónimo: Sí, algo comenté sobre ello hace unas semanas http://sentidodelamaravilla.blogspot.com.es/2012/08/brandon-sanderson-escribira-una-serie.html
Lo más curioso del asunto es que The Alloy of Law NO entra dentro de esas trilogías. Este Sanderson es de un prolífico que asusta.
Mmmmh Si lo consideras como un libro aparte de la saga pasa sin más; no es una cosa extraordinaria pero te entretiene un rato. Ahora bien, si lo comparas con el resto de Nacidos de la Bruma es para quemarlo XDDDDD. No sé cómo irá eso de la trilogía de trilogías pero con este se nota demasiado que ha ido a sacar cuartos XD.
ResponderEliminar¡A ver si un día de estos hago yo mi propia reseña!
Ahí no te sé decir, porque yo leí The Alloy of Law antes de leer The Final Empire. Supongo que si hubiera sido al revés me hubiera decepcionado un poco, pero en cualquier caso me parece una novela más que entretenida y muy por encima de la calidad media.
ResponderEliminarEn cuanto a que sea un sacacuartos, pues no lo creo. Más bien lo veo como un pequeño capricho de Sanderson que es de un prolífico que asusta y para él ponerse a escribir un "librito" de menos de 500 páginas es como para mí escribir un tuit.