Quien afirmó que "no se debe juzgar un libro por su portada" estaba, seguramente pensando en On a Red Station, Drifting. Porque, para qué nos vamos a engañar, la ilustración de esta obra hace que cualquier persona con un mínimo gusto estético ponga seriamente en duda la calidad de lo que se puede encontrar dentro. Y sería un grandísimo error.
El contenido de On a Red Station, Drifting poco tiene que ver con la indescriptible portada. La prosa de Aliette de Bodard es, una vez más, elegante y poética, capaz de sumergir al lector en un universo de modernidad y tradición, evocando imágenes hermosas, de esas que se quedan grabadas en la memoria. Mientras que el exterior del libro se adentra de lleno en el terreno de lo chabacano, su interior es como una delicada pieza de porcelana asiática.
El contenido de On a Red Station, Drifting poco tiene que ver con la indescriptible portada. La prosa de Aliette de Bodard es, una vez más, elegante y poética, capaz de sumergir al lector en un universo de modernidad y tradición, evocando imágenes hermosas, de esas que se quedan grabadas en la memoria. Mientras que el exterior del libro se adentra de lleno en el terreno de lo chabacano, su interior es como una delicada pieza de porcelana asiática.
Si la prosa de de Bodard es admirable, no lo es menos la ambientación que crea para esta obra. La novela corta se sitúa dentro del universo de Xuya, una historia alternativa en la que la China descubrió América y es la mayor superpotencia mundial. On a Red Station, Drifting tiene lugar en el futuro, donde la humanidad ha formado un imperio planetario, donde las Mentes dirigen las naves y estaciones espaciales, donde los implantes de memoria permiten recrear la sabiduría de los antepasados; pero también donde el respeto a la cultura y las tradiciones ancestrales forman parte esencial e inseparable de la vida cotidiana. Es éste un universo fascinante, que de Bodard va explorando poco a poco en relatos situados en distintos momentos de su línea temporal, haciéndolo aún más atractivo con cada nueva aportación y cada nuevo detalle. Una verdadera delicia para el lector.
Pero el alma de On a Red Station, Drifting son sus personajes. Principalmente, por supuesto, Lihn y Quyen, dos mujeres que, pese a proceder de extractos sociales muy diferentes son mucho más parecidas de los que ellas mismas estarían dispuestas a admitir, especialmente en lo que se refiere al orgullo y la importancia que se otorgan a ellas mismas. Pero no menos interesantes (y relevantes en el desarrollo de la historia) son los personajes secundarios, como Huu Hiee, Lê Anh Tu o la Mente que dirige la estación en la que se desarrolla la historia.
La trama es quizá el único punto en que la obra flaquea, aunque sólo sea levemente. Es, desde luego, una historia reposada, centrada en el enfrentamiento entre Quyen y Lihn, pero quizá algún efecto pirotécnico más no hubiera estado del todo fuera de lugar. Aún así, la lectura resulta interesante en todo momento y la resolución final es más que adecuada, incluso con alguna sorpresa inesperada que de Bodard se guarda en la manga hasta el último suspiro.
En resumen, una fantástica novela corta, sin duda de las mejores publicadas en un año tan fuerte en esa categoría como ha resultado ser 2012 y que ha logrado una merecidísima nominación al Nebula. Me atrevo a decir, además, que no será la última vez que la veamos en una lista de nominados este año (aunque no creo que ninguna de ellas sea en el apartado de ilustración).
Hace días que veo que lo leías por Goodreads, lo tengo apuntado en la lista desde entonces y aún más después de esta reseña. Tiene muy buena pinta, a pesar de que la portada sea tremendamente horrorosa.
ResponderEliminarMerece mucho la pena, a pesar de la portada.
EliminarTotalmente de acuerdo con tu reseña, desde luego es excelente. Yo la he votado, pero en segundo lugar.
ResponderEliminar¿Y cuál has puesto en primer lugar, si no es indiscreción?
EliminarNo es indiscreción, en un arrebato puse The Emperor's Soul. La verdad es que si hubiera podido poner dos primeros...
EliminarAh, sí, la de Sanderson también es buenísima. De todas formas, para las nominaciones el orden no cuenta, sólo el número de votos totales recibido.
EliminarLa portada tiene delito. Después de leer tu reseña me entran ganas de leer la novela corta, pero veo que no está en ebook, con lo que habrá que esperar.
ResponderEliminarEn ebook nos la proporcionó la propia autora a los votantes de los Hugo que se lo solicitamos. No sé si en algún momento habrá edición en ebook a la venta.
EliminarDice que, si gana el Hugo, igual sale también en ebook. Se ve que solo ha salido es una edición limitada. http://www.stainlesssteeldroppings.com/on-a-red-station-drifting-aliette-de-bodard
ResponderEliminarNo sé si acabará saliendo en ebook o no, pero si es nominada para los Hugo (que yo creo que sí) es prácticamente seguro que vendrá en el Voter Packet junto con muchas otras cosas interesantes :)
EliminarLa portada es una ordalía. Solo quienes superan la prueba acceden a la joya que se oculta en su interior :-)
ResponderEliminarJajajaja XD Es una prueba para probar al lector XD
EliminarJajaja, esta portada salía en el link aquel del otro día de "portadas horribles de la cifi", jajaja
ResponderEliminarBueno, según se filtró, para octubre / noviembre habrá una trilogía de novelas de ella en LF RBA, así que será una buena oportunidad de descubrir su prosa.
Fer
Sí, precisamente sugerí yo que la incluyeran ;)
EliminarY la filtración no fue filtración, hombre, sino un anuncio en toda regla :) El libro que va a publicar RBA es muy bueno, por cierto, un buen modo de tomar contacto con la obra de esta grandísima autora.
Bueno, me refiero a filtración, ya me entiendes, claro que sé que es anuncio oficial ;)
ResponderEliminarFer