El aliento de los dioses, de Brandon Sanderson

Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando True Colors de Cyndi Lauper (Spotify, Youtube).

Brandon Sanderson es un valor seguro. En cada ocasión en que me he acercado a su obra, ya sea a sus novelas o a relatos más cortos, me he encontrado ideas sorprendentes, historias intrigantes y mucha, mucha diversión. El aliento de los dioses no ha sido una excepción.

Como es habitual en el autor, en esta novela se nos presenta una sistema de magia único y muy original.  En esta ocasión, el mecanismo está basado en los "alientos" y en el color (de ahí el título en castellano y la preciosa y muy adecuada portada de mi admirado Dan Dos Santos) y, en un principio, parece menos atractivo que, por ejemplo, el desarrollado en la serie de Mistborn (Nacidos de la bruma). Sin embargo, cuando Sanderson se decide a mostrarnos todo su potencial es capaz de sorprendernos con unos cuantos trucos y hacer que todas las piezas encajen perfectamente. 

Es necesario señalar, sin embargo, que este sistema mágico no tiene un papel tan central como en otras obras de Sanderson. O, mejor dicho, sí que lo tiene pero no a través de escenas de lucha o de grandes portentos mágicos, sino como un elemento mucho más básico del mundo de El aliento de los dioses. En este sentido, el autor realiza un grandísimo trabajo describiendo cómo los poderes sobrenaturales del aliento (que, entre otras cosas, posibilitan la existencia de dioses como los Retornados) influyen de manera decisiva en la política y en las relaciones entre países. El resultado quizá no sea tan espectacular como en otras de sus novelas, pero es incluso más meritorio e incita mucho más a la reflexión.

El ritmo de la novela también es más pausado que en otras obras de Sanderson, incluso quizá demasiado lento en la parte central. Es, como dirían los ingleses, un slowburn, en el que los distintos elementos se van desarrollando poco a poco y se van combinando con calma hasta llegar a un desenlace muy satisfactorio en el que se desvelan algunas sorpresas que se venían preparando desde mucho antes. En algunas partes hay tramas que puede parecer que no conducen a ningún sitio, pero merece la pena tener un poco de paciencia y dejar que todo se desarrolle a su ritmo hasta llegar al clímax final. 

Los personajes también están muy en la línea de los que suele presentar Sanderson. Son especialmente interesantes Vasher y su espada Sangre Nocturna, así como los mercenarios Denth, Tonk Fah y Joyas, que tienen un sentido del humor muy peculiar. Pero quizá el punto más destacable en cuanto al desarrollo de los personajes es el dilema moral, el conflicto entre poder, deber y creencias, al que se ven enfrentadas Siri y, especialmente, Vivenna. Otros personajes, como por ejemplo Sondeluz, recuerdan demasiado a los de anteriores obras del autor, lo que les hace perder un poco de carisma de cara al lector habitual de Sanderson.

En la parte negativa hay que señalar, además de los pequeños problemas de ritmo, que hay algunas coincidencias que resultan demasiado convenientes para el desarrollo de la trama. Bien es verdad que a la vista del resultado final son pecadillos que se perdonan fácilmente, pero uno no puede dejar de preguntarse qué hubiera sucedido si ciertos personajes no hubieran estado justo en el sitio exacto en el momento adecuado.

En resumen, un libro muy en la línea a la que nos tiene acostumbrados Sanderson, con algún problema menor de ritmo, pero aún así muy recomendable. Sigo prefieriendo El imperio final, que es la novela de este autor que más me ha gustado hasta el momento, pero El aliento de los dioses es una muy buena novela de fantasía y una perfecta muestra del inimitable estilo de Brandon Sanderson.