Es muy posible que a estas alturas no sea necesario contar la historia de la publicación de Wool (traducido al español como Espejismo) de Hugh Howey, pero como en mi reseña me referiré a algunas de las particularidades de la misma, voy a permitirme hacer un breve resumen de los hechos más relevantes: Wool es un libro autoeditado; Wool es un libro que fue publicado por entregas; Wool es un libro que ha tenido un gran éxito; precisamente el éxito de las primeras entregas hizo que el autor decidiera publicar más capítulos hasta, finalmente, convertirlo en una novela completa.
Es decir, nos encontramos ante un fix-up de relatos reconvertido en novela pero sin vocación inicial de tal cosa. No hay nada malo en ello, en principio. Hay grandes obras de la ciencia ficción que han seguido caminos similares. Pero en este caso mi impresión es que las costuras se notan en exceso y eso hace que el disfrute del libro y mi valoración del mismo se resientan un tanto.
El primer capítulo, el titulado originalmente Wool, es, sin duda, el mejor de los cinco que componen la obra final. Sin ser memorable, es un relato corto ágil, muy entretenido de leer, con una prosa muy por encima de la media y un final más que adecuado (aunque un tanto previsible). Flojea un poco en el tratamiento de los personajes y es ciertamente bastante tramposo con el lector, pero es que se trata de una historia breve que se centra en un misterio (el del origen y la finalidad del Silo donde transcurre la acción) al que se subordina todo lo demás. En ese sentido, el relato tiene un objetivo claro que cumple con creces.
El problema, para mi gusto, es que en las siguientes entregas Howey olvida (no sé si intencionadamente o no, tanto me da) el origen de la historia y la intenta reconducir por caminos que no me parecen tan atractivos.
Por un lado, salvo en el capítulo final (en el que se vuelve a retomar) se pierde el alcance global de la historia y se vuelve mucho más limitado y bastante menos ambicioso. Donde antes se hacían preguntas que afectaban a toda una sociedad (y, posiblemente, a toda la humanidad) ahora se plantean cuestiones que atañen sólo a unos pocos personajes que, por otro lado, tampoco son especialmente interesantes. Esto es especialmente notorio en el segundo capítulo (que, además, apenas guarda relación con el resto y podría ser eliminado casi sin afectar al conjunto), pero se aplica también a buena parte de los otros tres. Sinceramente, creo que la falta de planificación aquí se vuelve en contra del autor, porque los elementos principales de la intriga están muy mal dosificados.
Por otra parte, el tamaño de las entregas crece de forma casi exponencial según avanza el libro. En la versión electrónica en inglés, el primer capítulo ocupa un 7% del total, los tres primeros capítulos en conjunto suman el 40% de la longitud del libro y el capítulo final, él solito, abulta un 37%. Entiendo que Howey se viera en cierta medida presionado (y, quizá, alentado) para proporcionar más y más a su creciente horda de seguidores, pero de nuevo me parece una traición al espíritu inicial de la obra. Es más, por lo que he oído, es un pecado en el que vuelve a caer posteriormente.
En cualquier caso, Wool me parece un libro más que destacable, aunque sea como ejemplo de lo que un autor con evidente talento puede llegar a conseguir con la autopublicación. La prosa de Howey es notable, bastante mejor que lo que es habitual encontrarse en el género. La edición es prácticamente impecable (de nuevo, mucho mejor que la de algunas editoriales profesionales). El misterio del Silo es de lo más interesante y está claro que da pie a muchas historias, cosa que Howey obviamente sabe y está haciendo jugar a su favor. Todo ello son factores muy positivos que me hacen comprender el éxito que ha tenido la obra. Aunque yo no comparta el entusiasmo casi generalizado.
Me parece una pena que todos estos factores hayan sucumbido ante la paginitis y la improvisación obligada por las circunstancias. Por ello, Wool se queda, para mi gusto, en otra novela en la que un par de buenas ideas quedan sepultadas entre un exceso de tramas irrelevantes, cuando podía haber sido bastante más que eso. Aún así, ojalá el nivel medio de los autores autopublicados se acercara al que muestra Howey en este obra. Sería una grandísima noticia.
Me parece una pena que todos estos factores hayan sucumbido ante la paginitis y la improvisación obligada por las circunstancias. Por ello, Wool se queda, para mi gusto, en otra novela en la que un par de buenas ideas quedan sepultadas entre un exceso de tramas irrelevantes, cuando podía haber sido bastante más que eso. Aún así, ojalá el nivel medio de los autores autopublicados se acercara al que muestra Howey en este obra. Sería una grandísima noticia.
Totalmente de acuerdo. Me enganchó el primer capítulo pese (o gracias) a las evidentes trampas, pero el resto se me hace cada vez más pesado. Aun así, recomendable.
ResponderEliminarYo terminé hace poco la segunda historia y se me hizo muy cuesta abajo (o escalera abajo, sería más apropiado). La primera estaba curiosa, con sus limitaciones, pero después de leer la segunda he decido tomarme un descanso.
ResponderEliminarSaludos
Es verdad que el nivel de la primera parte no lo vuelve a recuperar en todo el libro, pero tampoco diría que sufre de 'paginitis'. En general lo más destacable de la novela es que va bastante al grano. Fíjate que con la ambientación que tiene si hubiera querido habría creado un montón de personajes para contarnos qué tipo de vida lleva cada uno, y en realidad la trama final es bastante lineal.
ResponderEliminarSin llegar a ser un novelón, sí que es recomendable. Habrá que darle una oportunidad a la segunda parte.
Bastante de acuerdo con tu reseña. Así y todo opino que es una lectura recomendable.
ResponderEliminarYo no sé si llegaría a recomendarla, como decís varios, pero al menos no la des-recomendaría. Merece la pena leerla para saber de qué va todo el hype. Lo que me da rabia es que podía haber sido mucho mejor y hay muchas cosas que enturbian el resultado final.
ResponderEliminarY, Koreander, yo sí pienso que tiene paginits. En el primer capítulo sitúa la mayor parte de todo el escenario con muy poquitas páginas. Luego el resto son matizaciones sobre eso.