Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando The Little Things, compuesta por Danny Elfman para la banda sonora de Wanted (Spotify, YouTube).
Después de la decepción de mis últimas lecturas de cómics necesitaba quitarme cuanto antes el mal sabor de boca. Así que me puse a bucear por la lista de mis adquisiciones en Comixology y, tras encontrar cosas que ni recordaba que había comprado, me decidí por Wanted. Mark Millar es un autor que no me suele fallar y una vez más el acierto ha sido pleno.
Wanted es una obra que tiene bastantes similitudes con Kick-Ass, posiblemente mi preferida de Millar (en dura pugna con Red Son). En ambas un personaje normal cambia de vida radicalmente, dejando atrás una existencia anodina y llena de fracasos, para vestirse de spándex y lanzarse a la aventura. Pero mientras que en Kick-Ass el protagonista se transforma en superhéroe, en Wanted se une a los peores supervillanos del mundo.
Ésta es una idea, la de cederle el protagonismo a los malos en vez de a los buenos, que se está volviendo bastante habitual en el género de los superhéroes. En la breve historia de este mismo blog he tenido la ocasión de reseñar ya dos cómics de similar premisa: Irredeemable, de Mark Waid, y Villains United de Gail Simone (cuyo portadista es, curiosamente, J.G. Jones, el dibujante de Wanted). Pero no son ni mucho menos los únicos ejemplos: Thunderbolts, Deadpool, Dark Avengers, Suicide Squad (de actualidad por el anuncio de su próxima adaptación cinematográfica), Incorruptible, Lobo... incluso en la trama de Steelheart, la novela de Brandon Sanderson, los seres con poderes son precisamente los malos de la historia.
Pues bien, de todos los cómics con protagonistas super-malos que he podido leer, Wanted es muy posiblemente el mejor. Millar sabe incorporar las particularidades de las supervillanos a una trama típica de los cómics de superhéroes (que además, resulta más que entretenida) y lo riega todo con una buena dosis de humor. De hecho, el cómic está plagado de frases auténticamente memorables y hasta los nombres de los personajes (¿hay algo más tremendamente tópico que llamar The Killer a un villano o más informal que diseñar a Shithead, el único supervillano que está 100% compuesto de heces?) son indicativos de esa mezcla entre homenaje y parodia socarrona que es Wanted.
El trabajo de J.G. Jones en el dibujo, sin ser nada del otro mundo, es muy sólido y colabora perfectamente en ese objetivo de recrear la ambientación típica de las grandes series de superhéroes pero con un toque irreverente. Me han gustado especialmente los diseños de los personajes y el tratamiento de los flashbacks, con una tonalidad vintage que recuerda un poco (salvando las distancias) a ciertas páginas de Watchmen.
En el lado negativo, me parece que la evolución del personaje principal no es demasiado creíble (algo que está mucho mejor tratado en Kick-Ass) y el final no me acaba de convencer del todo. En algún sitio me parece haber leído que inicialmente Millar había planeado escribir sólo cinco números, que luego se ampliaron a seis. Eso podría explicar un poco la estructura un tanto forzada de la última entrega, con un par de finales en falso y una moraleja ambigua que, para mi gusto, está de más.
En cualquier caso, Wanted es un cómic que he disfrutado un montón y que, sin ser una obra maestra, recomiendo casi sin reservas. Un punto a su favor, que no debemos olvidar, es que se trata de una serie cerrada que se puede leer en una tarde y de forma totalmente independiente, lo que siempre es una ventaja. Así que si estáis buscando una novela gráfica que mezcle acción, humor y supervillanos, Wanted es una apuesta súper-segura.
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