¡Regocijaos! Antonio Díaz vuelve con una nueva reseña. En esta ocasión, nos habla de A City Dreaming, de Daniel Polansky. ¡Espero que os guste!
Daniel Polansky es el autor de la maravillosa novela corta The Builders, nominada al Hugo, premio
que, en mi opinión, merecía bastante más que Binti, de Nnedi Okorafor. Tras la lectura de The Builders, una obra teatral sobre animales antropomórficos
en busca de venganza, añadí a Polansky en mi lista de autores a seguir de
cerca. Mi oportunidad llegó con A City
Dreaming, una novela de fantasía urbana ambientada en Nueva York, aunque la
equivocadísima sinopsis me hizo esperar algo muy distinto a lo que finalmente
me encontré.
A City Dreaming se centra en M, un mago poderoso pero con
una mentalidad muy viva la virgen, que a la vez es la clave de su longeva
existencia. M sabe que cada acción mágica tiene una reacción opuesta e igual.
Cada vez que un mago altera las probabilidades o incluso la realidad para
doblegarla a su antojo, corre el riesgo de que la realidad decida devolvérsela,
con terribles consecuencias. Por eso, como M nos cuenta en el primer capítulo,
él prefiere “llevarse bien con la Dirección”. Pasar desapercibido y acumular
una especie de “karma positivo” que le garantiza una “buena suerte” más o menos
permanente. M no tiene que preocuparse por donde va a dormir cada noche o por
si tiene más o menos dinero en el bolsillo, porque “la Dirección”, o sea, la
Realidad, proveerá. Bien encontrará una chaqueta en la calle con un fajo de
billetes de cien o una inesperada nueva amante que le ofrecerá su casa e
incluso le ayudará a encontrar trabajo. Este espíritu neutral, de flotar a la
deriva y donde la marea te lleve realza el resto de elementos de la obra.
La novela tiene un estilo tipo fix-up.
Cada capítulo es una historia corta y más o menos independiente en la que M y
una suerte de secundarios bastante interesantes viven aventuras, se enfrentan a
peligros o simplemente pasan un buen rato. Es importante tener en cuenta este
punto antes de leerse la novela. No existe una trama central que se vaya
desarrollándose, ni siquiera entre bambalinas. Es más fácil encarar este libro
como una suerte de antología con el mismo protagonista (como lo fuera Los viajes de Tuf, de George R.R. Martin
o El último deseo de Andrzej
Sapkowski), más que como una novela con presentación, nudo y desenlace. Además,
en cada capítulo/historia hay una pequeña lección o reflexión que la neutral
personalidad de M no empaña y llega íntegramente al lector.
Sin duda habría disfrutado más de la novela si este punto se me hubiera
aclarado antes, pero, aun así, nos encontramos ante un caso donde lo importante
es el camino y no el destino. A City
Dreaming es una oda a Nueva York y a los elementos que la hacen una ciudad
tan variada y especial. M es un mero conducto, el vehículo para que el lector
explore una realidad mágica y particular en la que vive el protagonista, y para
que conozca a la extraña serie de personajes que lo acompañan.
A City Dreaming me ha recordado hasta cierto punto a las
antologías de Neil Gaiman, porque algunos de los relatos comparten los
elementos de fantasía urbana del inglés, como lo extraordinario en lo cotidiano
y lo peligroso en lo aparentemente inofensivo. Otras historias, como la del
sacrificio humano, me han recordado mucho a la obra corta de Tim Pratt (una
reseña que tengo pendiente), con un humor negro evidente.
Daniel Polansky aprovecha la oportunidad para realizar una cierta cantidad
de sátira. M y el resto de personajes son muy conscientes de los tropos típicos
de la fantasía y hacen gala de ello. Esto da lugar a algunas escenas
desternillantes, por ejemplo una con M ignorando absolutamente un peligro
evidente, porque sabe que ciertos estereotipos jugarán a su favor, u otra con
el protagonista rechazando participar en una aventura porque el desenlace es
más que previsible. Además de estas dos hay muchas, muchas más. Polansky no
pierde oportunidad de cebarse y poner en evidencia algunas situaciones y
estereotipos más que trillados.
A City Dreaming es un libro ligero e inmensamente
entretenido. Polansky sabe perfectamente cómo manejarse en el medio y nos rodea
con una prosa muy acertada, una voz de M, el absoluto protagonista, muy
particular, pero constante y coherente consigo misma. Todos estos ingredientes
me han hecho disfrutar de esta obra que, además, es autoconclusiva (debido a la
propia ausencia de trama).
También he podido disfrutar de Those
Above, la primera novela de la bilogía de fantasía épica del mismo autor, y
espero poder traeros pronto una reseña.
(You can also read this review in English/También puedes leer esta reseña en inglés)
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