Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Black Hole Sun de Soundgarden (Spotify, Youtube).
El colapsio (originalmente publicada en inglés como The Collapsium) de Wil McCarthy es una novela que ha pasado injustamente desapercibida en su edición en español. Aprovechando que esa edición se encuentra temporalmente rebajada de precio, me animo a escribir una breve reseña para ver si convenzo a alguien de darle una oportunidad.
El colapsio es una novela (bueno, en realidad un fix-up de tres relatos que comparten universo y protagonistas) de ciencia ficción dura, muy en el estilo de las de Charles Sheffield. De hecho, recuerda poderosamente a Las crónicas de McAndrew, pero la obra de McCarthy me gusta mucho más y está mucho más trabajada.
Al igual que en el libro de Sheffield el protagonista es un científico, Bruno de Towaji, que ha inventado el colapsio que da nombre a la novela: una substancia compuesta por agujeros negros en miniatura y que permite, entre otras cosas, la transmisión instantánea de información y de materia. El científico vive recluido y enfrascado en sus experimentos, pero cuando un sabotaje amenaza con acabar con todo el sistema solar, debe ponerse al servicio de la Monarca del Sol y trabajar junto con su rival y enemigo para intentar evitar el desastre.
La sinopsis de la novela puede sonar a historia trillada y muy conocida, pero McCarthy se las arregla para hacer que la lectura del libro resulte interesante y mucho menos superficial de lo que podría parecer a primera vista. Por un lado, la parte hard de la obra satisfará a los aficionados más exigentes de este subgénero. Los relatos están llenos de ideas asombrosas, de artefactos sorprendentes y de especulaciones alocadas. Además, la serie continúa en otros tres libros (The Wellstone, Lost in Transmission y To Crush the Moon) que introducen aún más sustancias con propiedades cuasi-mágicas y se complementa con un libro de divulgación, Hacking Matter, en el que McCarthy explora las posibilidades de la materia programable que aparece a partir del segundo libro de la saga. Lamentablemente, me temo que dado el poco éxito que ha tenido El colapsio en su edición en castellano va a ser difícil que veamos esos otros libros traducidos en un futuro cercano.
Pero volviendo a la obra que nos ocupa, su gran acierto es, en mi opinión, el tono elegido por el autor. En las historias de ciencia ficción dura suele dominar el optimismo, la confianza en que la capacidad (intelectual) del ser humano es suficiente para vencer cualquier amenaza y para superar cualquier desafío que al Universo se le antoje ponerle delante. No ocurre así en El colapsio, donde el mensaje es bastante más ambiguo y cínico. Es más, la evolución de los personajes es notoria a lo largo de las tres historias que componen el libro y podemos percibir claramente cómo crece en ellos el desencanto y el escepticismo. Partiendo de un comienzo que casi recuerda a las fábulas y los cuentos de hadas, la narración va descubriéndonos una realidad mucho más sórdida y, desde luego, mucho menos idílica.
El colapsio es, pues, una obra que sin ser de lectura imprescindible, sí que me atrevo a recomendar a todos los lectores interesados en la ciencia ficción de ideas y muy especialmente a los amantes de la vertiente más hard del género. La combinación de una trama fuertemente inspirada en la más pura tradición de la ciencia ficción dura con un tratamiento más realista y crudo de los personajes hace que la lectura de esta novela resulte más que satisfactoria a todos los niveles.
El colapsio (originalmente publicada en inglés como The Collapsium) de Wil McCarthy es una novela que ha pasado injustamente desapercibida en su edición en español. Aprovechando que esa edición se encuentra temporalmente rebajada de precio, me animo a escribir una breve reseña para ver si convenzo a alguien de darle una oportunidad.
El colapsio es una novela (bueno, en realidad un fix-up de tres relatos que comparten universo y protagonistas) de ciencia ficción dura, muy en el estilo de las de Charles Sheffield. De hecho, recuerda poderosamente a Las crónicas de McAndrew, pero la obra de McCarthy me gusta mucho más y está mucho más trabajada.
Al igual que en el libro de Sheffield el protagonista es un científico, Bruno de Towaji, que ha inventado el colapsio que da nombre a la novela: una substancia compuesta por agujeros negros en miniatura y que permite, entre otras cosas, la transmisión instantánea de información y de materia. El científico vive recluido y enfrascado en sus experimentos, pero cuando un sabotaje amenaza con acabar con todo el sistema solar, debe ponerse al servicio de la Monarca del Sol y trabajar junto con su rival y enemigo para intentar evitar el desastre.
La sinopsis de la novela puede sonar a historia trillada y muy conocida, pero McCarthy se las arregla para hacer que la lectura del libro resulte interesante y mucho menos superficial de lo que podría parecer a primera vista. Por un lado, la parte hard de la obra satisfará a los aficionados más exigentes de este subgénero. Los relatos están llenos de ideas asombrosas, de artefactos sorprendentes y de especulaciones alocadas. Además, la serie continúa en otros tres libros (The Wellstone, Lost in Transmission y To Crush the Moon) que introducen aún más sustancias con propiedades cuasi-mágicas y se complementa con un libro de divulgación, Hacking Matter, en el que McCarthy explora las posibilidades de la materia programable que aparece a partir del segundo libro de la saga. Lamentablemente, me temo que dado el poco éxito que ha tenido El colapsio en su edición en castellano va a ser difícil que veamos esos otros libros traducidos en un futuro cercano.
Pero volviendo a la obra que nos ocupa, su gran acierto es, en mi opinión, el tono elegido por el autor. En las historias de ciencia ficción dura suele dominar el optimismo, la confianza en que la capacidad (intelectual) del ser humano es suficiente para vencer cualquier amenaza y para superar cualquier desafío que al Universo se le antoje ponerle delante. No ocurre así en El colapsio, donde el mensaje es bastante más ambiguo y cínico. Es más, la evolución de los personajes es notoria a lo largo de las tres historias que componen el libro y podemos percibir claramente cómo crece en ellos el desencanto y el escepticismo. Partiendo de un comienzo que casi recuerda a las fábulas y los cuentos de hadas, la narración va descubriéndonos una realidad mucho más sórdida y, desde luego, mucho menos idílica.
El colapsio es, pues, una obra que sin ser de lectura imprescindible, sí que me atrevo a recomendar a todos los lectores interesados en la ciencia ficción de ideas y muy especialmente a los amantes de la vertiente más hard del género. La combinación de una trama fuertemente inspirada en la más pura tradición de la ciencia ficción dura con un tratamiento más realista y crudo de los personajes hace que la lectura de esta novela resulte más que satisfactoria a todos los niveles.