Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Hail to the King de Avenged Sevenfold (Spotify, Youtube).
Suelo esforzarme bastante en evitar leer varios libros del mismo autor con poca diferencia de tiempo porque tengo mucha facilidad para cansarme del estilo de un escritor. De hecho, a veces dejo años entre tomos de una misma serie aunque los tenga todos en mi biblioteca. Pero después de la gratísima impresión que me causó La voz de las espadas de Joe Abercrombie, me ha sido imposible no romper esta regla y me he leído los otros dos volúmenes de la serie en apenas un par de meses, algo realmente excepcional para mí. Y aunque es verdad que en el tercer tomo empecé a acusarlo un poco, está claro que esta es una obra escrita para ser leída y disfrutada como un todo y no como libros separados.
Antes de que los cuelguen me parece un volumen intermedio casi perfecto. Lo normal es que la segunda entrega de una trilogía se resienta con respecto al primer tomo y sufra el "síndrome del libro intermedio": que ni tenga la frescura del comienzo ni la tensión del desenlace. Sin embargo, no es este el caso con la novela de Abercrombie. De hecho, suceden bastantes más cosas relevantes para la trama que en La voz de las espadas (una de las pocas pegas que le había encontrado en su día a ese libro) y todas las piezas comienzan a encajar. Además, hay algunos giros argumentales realmente memorables y Abercrombie juega a sus anchas con los tropos del género. Un libro excelente.
Mi impresión sobre El último argumento de los reyes es también muy buena, pero algo inferior a la de los dos primeros tomos de la trilogía. Quizá influido en parte por las circunstancias de lectura que mencionaba más arriba, el libro se me hizo pesado en algunas fases, algo que no me había pasado en ningún momento con las anteriores entregas. El tercio central del libro, en concreto, me parece que ralentiza demasiado la acción cuando algunas tramas pedían un desarrollo bastante más dinámico. También eché en falta los toques de humor que abundaban en las dos primeras novelas y que aquí están mucho más diluidos y dosificados, predominando en toda la obra un tono mucho más pesimista. Es claramente un efecto buscado, pero la frescura de la escritura de Abercrombie, que tanto me sorprendió en La voz de las espadas, pierde parte de su encanto con el cambio.
Tengo que quitarme el sombrero, eso sí, ante la capacidad de planificación del autor. Por desgracia, estamos acostumbrados a que muchas series se rematen aprisa y corriendo, con multitud de caminos recorridos en falso y dejando cabos sueltos por todas partes. Abercrombie, por el contrario, demuestra que tenía muy claro desde el principio hacia dónde quería conducir esta historia y todas las pistas dejadas desde los primeros capítulos del primer libro cobran sentido con esta conclusión. Como dice en cierto momento uno de los personajes:
Las piezas de un rompecabezas preparado pacientemente durante largos años van encajando cada una en su sitio ante nuestros ojos incrédulos. ¿Y qué podemos hacer sino, tal vez, bailar al son que nos toca?
En este aspecto, el autor demuestra una madurez excepcional y un dominio de la trama que hace difícil creer que ésta sea su opera prima. Realmente impresionante.
Igualmente, el desarrollo de los protagonistas (particularmente en el caso de Jezal, Logen y Glotka y, por otros motivos, Bayaz) es más que notable. Es realmente interesante ver cómo se enfrentan a circunstancias que, en muchos casos, les superan y cómo evolucionan (o no) ante ellas. Mención especial merece la aceptación (o no) de estos cambios por parte de los propios personajes, algo en lo que no muchos autores se paran, pero que es un pilar fundamental en la trilogía de Abercrombie:
¿Cuándo, exactamente, me convertí en... esto? Poco a poco, supongo. Las acciones se suceden una tras otra y van trazando un camino que no tenemos más remedio que recorrer porque siempre encontramos alguna razón para seguir adelante. Hacemos lo que hay que hacer, lo que nos mandan, lo que nos resulta más fácil. ¿Qué otra cosa podemos hacer sino ir resolviendo uno por uno nuestros sórdidos problemas? Y llega un día en que, al levantar la vista, descubrimos que somos... esto.
Sí que se le podrían poner algunas objeciones, sin embargo, con respecto a los personajes femeninos (Ferro y, especialmente, Ardee West) que merecían un mayor protagonismo y podrían haber aportado una dimensión extra a la historia. Una asignatura pendiente de la que creo que el autor es consciente y que espero que solucione en próximas obras.
Para finalizar, debo mencionar, por desgracia, como ya hice en el caso de La voz de las espadas, los problemas de la traducción. En estos dos volúmenes volvemos a encontrarnos una cantidad ingente de laísmos y loísmos: "Para pedirla que lo perdonara", "los roció con queroseno y los prendió fuego", "ya no la habló", "no lo prendas fuego", "la cogió y se puso a darla vueltas", "hacerlos compañía"... La lista sería tan interminable como vergonzosa. Me parece increíble (e intolerable) que esto haya pasado desapercibido si es que ha habido un proceso de corrección serio. Una mancha que afea una edición, por lo demás, muy cuidada.
En resumen, y a pesar de los problemas de ritmo de ciertas partes del tercer volumen, La primera ley es una de las mejores trilogías de fantasía épica que he tenido la oportunidad de leer (por no decir la mejor) y una obra clave para comprender la fantasía contemporánea. Con ella, Abercrombie ha entrado por méritos propios en la lista de mis autores favoritos. Ardo en deseos de leer el resto de sus libros, aunque creo que intentaré dosificármelos un poco mejor las próximas veces.
Me gusto bastante la trilogia aunque el ultimo libro se me hizo un poco mas pesado de leer. Y creo que me acerque demasiado pronto a La Mejor Venganza porque no me acabo de llenar, al contrario, hasta le cogi un poco de tirria a los personajes.
ResponderEliminarPor eso yo creo que dejaré un tiempo. Me da miedo cansarme del estilo de Abercrombie.
EliminarEn cuanto a Abercrombie yo soy la voz discordante. Concretamente "Antes de que los cuelguen" me pareció un libro de relleno. Vale, pasan muchas cosas, pero la gran mayoría no tiene luego mayor relevancia, y las pocas que sí lo tienen no necesitaban tanto envoltorio.
ResponderEliminarLa única justificación para el libro sería que pudiésemos contemplar la evolución de los personajes, pero esta, cuando se da, es previsible, a trompicones y anunciada a gritos por ellos mismos. La única justificación para el volumen es darle al lector más de lo que le gusta: Logen en éxtasis, Glotka mostrándonos que no es sólo un frío torturador y a los norteños enseñándonos cómo la civilización nos ha vuelto a todos unos blandos.
A mí me gustó bastante el primer volumen y llegué a recomendar la serie, pero conforme iba leyendo los demás mi interés fue bajando, y ahora no creo que le aconsejara nadie empezarla. Aunque no deje de ser una opinión minoritaria.
Un saludo
Sí que estoy de acuerdo en que se podría haber recortado en algunas partes, pero a mí me la trilogía en general me ha gustado mucho.
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