He estado pensando mucho antes de escribir este artículo y lo he consultado con muchas personas antes de publicarlo porque me da miedo que vaya a ser malinterpretado por alguien, como creo que lo fue el
tristemente notorio tuit del que surge todo esto. Por ello, os pediría que me concedierais el beneficio de la duda, leyerais todo el post y si luego pensáis que estoy equivocado o que voy mal encaminado, me lo digáis para que pueda rectificar.
Vaya por delante que no es mi intención ofender a nadie (pido disculpas de antemano en caso de hacerlo) ni, menos aún, menoscabar las obras (feministas o no) escritas por mujeres. Todo lo contrario. De hecho, creo que la influencia y relevancia de autoras como James Tiptree Jr. (Alice Sheldon), Joanna Russ y Octavia Butler, o, más recientemente,
Kameron Hurley,
Anne Leckie y
Ada Palmer, por citar solo unas pocas, es absolutamente vital e indispensable para la ciencia ficción. También quiero señalar que tengo claro que sé muy poco de ciencia ficción feminista y que quien quiera conocer del tema hará mucho mejor en leer a autoras como
la gran Lola Robles.
Sin embargo, sí que me gustaría extenderme un poquito sobre el dato que quería aportar el pasado domingo en Twitter, en la creencia (que sigo manteniendo) de que podría ser interesante para quien esté interesado en el tema de la ciencia ficción feminista en particular y del papel de la mujer en la literatura de ciencia ficción en general. Permitidme que cite completa una frase, precisamente de Lola Robles, que es a la que me refería en el tuit (la frase viene de este interesante
artículo escrito por Beatriz de Vera):
“No creo que exista específicamente una ciencia ficción feminista creada por hombres, pero algunos autores como John Varley, Samuel Delany o China Mieville hacen un tipo de literatura cercana muy interesante. Son autores comprometidos que muestran sociedades y personajes complejos, nada idealizados”, reflexiona.
Este blog pretende ser un recurso que proporcione reseñas de libros de ciencia ficción escritos por mujeres. Con ello se demostrará que:
a) las mujeres han estado escribiendo ciencia ficción desde los comienzos del género,
b) muchos de sus libros deberían ser considerados como clásicos, y
c) muchos de sus libros son, de hecho, mejores que los "clásicos" escritos por hombres en la misma época, y al menos han envejecido mejor.
Una contundente declaración de intenciones que no solo se refleja en los contenidos del blog (que cuenta colaboraciones de mucha otra gente, no solo del propio Sales) y en
su actividad en Twitter, sino, y a esto venía principalmente mi tuit, en su obra de ficción, especialmente en
All that Outer Space Allows, cuarta y última parte de su
Apollo Quartet (la primera es
A la deriva en el mar de las lluvias), pero que puede ser leída perfectamente de forma independiente del resto.
No es mi intención en este artículo hacer una reseña al uso de
All that Outer Space Allows, sino solo recomendarlo como una lectura que creo sinceramente que puede gustar (mucho) a cualquier persona interesada en la ciencia ficción feminista y en las obras de ciencia ficción escritas por mujeres, así que me limitaré a un par de apuntes breves.
Creo que una forma rápida pero bastante precisa de describir lo que podéis encontrar en
All that Outer Space Allows es pensar en una mezcla entre la película
Figuras ocultas (que es estupenda, por cierto; si no la habéis visto os la recomiendo totalmente), la vida de Alice Sheldon y el famoso
How to Suppress Women's Writing, de Joanna Russ. De hecho, en la novela corta se mezcla el desarrollo del programa espacial americano con una ucronía en la que la ciencia ficción es un género literario escrito
única y exclusivamente por mujeres.
Podría intentar explicar por qué esta obra de Sales me parece, a la vez, inteligente y muy, muy relevante para el tema del papel de la mujer en la literatura y, en general, en cualquier ámbito de la vida, pero el jurado del Premio James Tiptree Jr. (que concedió a
All that Outer Space Allows una
mención especial entre las obras publicadas en 2015) ya lo ha hecho mucho mejor que yo (de nuevo, traducción libre):
Esta novela postula una ucronía en los Estados Unidos de la década de los 60 en la que la ciencia ficción es escrita y leída casi exclusivamente por mujeres, aunque la carrera espacial sigue siendo un campo dominado por los hombres. Además de servir como una reflexión sobre lo que significa ser una escritora de ciencia ficción casada con un astronauta en ese mundo alternativo, el libro también nos recuerda de las mujeres escritoras de nuestro pasado a través de la correspondencia ficticia de la protagonista principal son las escritoras de ciencia ficción reales de su época.
Espero, en este medio que se presta mucho más a los matices y a los detalles que los escasos 140 caracteres de Twitter, haber conseguido explicar un poco mejor por qué mencioné a un hombre, Ian Sales, citando un artículo que hablaba sobre literatura escrita por mujeres. Reitero mis disculpas si he ofendido a alguien y, en cualquier caso, si aún consideráis que estoy equivocado (que seguramente lo esté) y que hago daño a la causa de la visibilidad de las autoras de ciencia ficción, os pediría humildemente que, primero, perdonarais mi torpeza y, segundo, os olvidarais por un momento de que Sales es un hombre y le dierais una oportunidad a All that Outer Space Allows. Si os gusta la ciencia ficción y sois feministas, creo sinceramente que os va a interesar.