jueves, 23 de julio de 2015

The Fold, de Peter Clines

Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando The Fold, de Wickerbird (Spotify, YouTube). 

Hace algún tiempo que no abandono la lectura de un libro antes de terminarlo, pero con The Fold, de Peter Clines, he estado tentado de hacerlo casi desde el comienzo. De hecho, aunque técnicamente he leído hasta la última página, en el último tercio me salté bastantes trozos. He leído varias reseñas muy positivas de la novela (que fue lo que me hizo darle una oportunidad) así que vuestra experiencia puede ser muy distinta de la mía, pero yo he encontrado el libro muy flojo en prácticamente todos sus aspectos.

The Fold es, en su mayor parte, un misterio con elementos de ciencia ficción (más adelante se transforma en otra cosa, pero rozaría el spoiler decir en qué), un subgénero que no me atrae especialmente, pero del que soy capaz de disfrutar de vez en cuando (por ejemplo, este año me ha gustado bastante Superposition). En realidad, la trama de la novela, aunque bastante convencional, no es especialmente mala. El misterio es intrigante (en algunos momentos) y el giro es al menos coherente con algunas de las revelaciones anteriores.

El mayor problema de The Fold es, por tanto, no su trama sino cómo está escrito. Los diálogos intentan ser inteligentes y ocurrentes, pero se quedan cortos casi todo el rato. Los chistes son terribles (si no ponéis los ojos en blanco la primera vez que alguien responde "Not now" a un "Fuck me" os aseguro que a la décima sí que lo haréis) como, por ejemplo, en cosas como de este estilo:
"Caesar?" 
Bob smiled. 
"What else do you name a chimpanzee that changes the world?"
La caracterización de los personajes no es mucho mejor. El protagonista principal es completamente inverosímil, con su memoria fotográfica y su inteligencia que se sale de los gráficos. Se entiende que es un Sherlock Holmes moderno (aunque trabaje como profesor de literatura en un instituto) pero aparte de un par de trucos que el autor añade aquí y allá para intentar convencernos, sus dotes de deducción no es que consigan grandes cosas. Los personajes secundarios, a su vez, son completamente planos (lo que no deja de ser irónico en una novela sobre puertas interdimensionales), incluyendo al científico obsesionado y la chica que se enamora del protagonista porque sí.

La novela, además, esta plagada de inconsistencias, de diminutos detalles que no son demasiado importantes para la trama pero que a mí me incordiaron continuamente. Aún peor, la descripción del trabajo científico es tan ridícula (especialmente en el caso de la programadora de ordenadores) que resultaría gracioso si no fuera parte fundamental de la trama.

En resumen, sólo puedo recomendar evitar completamente The Fold. La prosa es muy pobre, la trama es inverosímil y poco original y los personajes carecen de cualquier profundidad. He estado tentado de afirmar que igual sería pasable como lectura de playa, pero la realidad es que intenté leer parte en la playa y con ello el libro no mejoró ni un ápice. Si os apetece leer una buena novela que mezcle misterio y ciencia ficción, es mejor que lo intentéis con Superposition, de David Walton.

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