Banda sonora de reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando Children of the Earth, de Praying Mantis (Spotify, YouTube).
Adrian Tchaikovsky es sobre todo conocido por Shadow of the Apts, su serie de 10 novelas de fantasía épica. Sin embargo, y aunque tengo un par de esos libros (uno de ellos incluso firmado por el autor) y quiero desde hace tiempo empezar a leerlos, mi experiencia previa con la obra del autor se reduce a un puñado de relatos y a la novela Spiderlight (que me gustó un montón). Ahora he leído también Children of Time y eso sólo ha hecho que tenga aun más ganas de ponerme con sus otras novelas.
Children of Time está compuesta por dos tramas paralelas, narradas en capítulos alternativos, que convergen en algunos puntos. De estas dos líneas, una se centra en la historia de una nave espacial en la que se encuentran los últimos supervivientes de la humanidad, que buscan un planeta en el que vivir después de la destrucción de la Tierra. La otra se sitúa en una planeta terraformado en el que un experimento fallido ha hecho que una especie de arañas evolucione de forma excepcionalmente rápida. Aunque la parte de los humanos es interesante y tiene algunos momentos brillantes, los capítulos de las arañas son simplemente excelentes y sólo por ellos vale la pena leer la novela.
En ellos, Tchaikovsky consigue tejer una historia con un claro sabor clásico. Mientras le leía, no pude evitar recordar algunas obras de Hal Clement o Robert Forward y, especialmente, El crisol del tiempo, de John Brunner. De hecho, este tipo de trama en el que una especie alienígena tiene que enfrentarse a una amenaza global y sólo puede superarla usando la ciencia se puede encontrar en novelas más modernas como Learning the World, de Ken MacLeod, A Darkling Sea, de James L. Cambias, o Incadescence y The Clockwork Rocket, de Greg Egan.
En ellos, Tchaikovsky consigue tejer una historia con un claro sabor clásico. Mientras le leía, no pude evitar recordar algunas obras de Hal Clement o Robert Forward y, especialmente, El crisol del tiempo, de John Brunner. De hecho, este tipo de trama en el que una especie alienígena tiene que enfrentarse a una amenaza global y sólo puede superarla usando la ciencia se puede encontrar en novelas más modernas como Learning the World, de Ken MacLeod, A Darkling Sea, de James L. Cambias, o Incadescence y The Clockwork Rocket, de Greg Egan.
También hay otro punto en común con esta última obra de Egan, ya que Tchaikovsky usa muy inteligentemente la biología y la organización social de las arañas Portia para acercarse a importantes e interesantes problemas de género desde una perspectiva inesperada:
Several of her closer friends are holding court there at the centre of a worshipful knot of younger females and fluttering, dancing males. Their dances are courtship rituals that they constantly almost, but not quite, consummate. Other than menial labour, this is the place of a male in Portia’s society: adornment, decoration, simply to add value to the lives of females. The larger, more notable or more important a female is, the more males will dance attendance on her. Hence, having a crowd of uselessly elegant males around one is a status symbol. (...)
The act of courtship is consummated as a public ritual, where the hopeful males – in their moment of prominence – perform in front of a peer group, or even the whole city, before the female chooses her partner and accepts his package of sperm. She may then kill and eat him, which is thought to be a great honour for the victim, although even Portia suspects that the males do not quite see it that way.
It is a mark of how far her species has come, that this is the only openly acceptable time when killing a male is considered appropriate. It is, however, quite true that packs of females – especially younger ones, perhaps newly formed peer groups seeking to strengthen their bonds – will descend to the lower reaches of the city and engage in hunting males. The practice is covertly overlooked – girls will be girls, after all – but overtly frowned upon.
Es una delicia leer cómo las arañas van evolucionando social y científicamente. El ritmo casi perfecto, la inspirada especulación, las escenas de acción... todo está estupendamente medido y equilibrado y, de hecho, podría haber sido una historia independiente por sí misma. Me ha gustado especialmente el desarrollo de un tipo de computador biológico que no sólo es fascinante como idea, sino que también es muy relevante para la trama. Además, la técnica de usar patrones genéricos para los personajes arácnidos (Portia, Bianca, Fabian... este último con un nombre de lo más apropiados) no sólo me ha parecido muy original, sino muy adecuada en vista del tipo de memoria social que tienen las arañas.
Comparados con la parte de las arañas, los capítulos en los que seguimos a los humanos palidecen un poco. En más de una ocasión tuve la impresión de que el autor necesitaba que las arañas se desarrollasen hasta un punto en el que pudieran interactuar con los humanos de cierto modo y, por tanto, hacía que los humanos fueran a un lado y a otro en misiones no demasiado interesantes. Es más, el personaje humano principal, Holsten Mason, me pareció poco atractivo, ya es que es alguien a quien le pasan cosas más que hacer él mismo que las cosas pasen. Afortunadamente, una vez que las tramas confluyen, todo se vuelve mucho más interesante. El final, además, es estupendo, atando todos los cabos sueltos a la vez que abre la posibilidad de una secuela que me gustaría muchísimo leer.
En definitiva, Children of Time es una muy buena novelas y recomiendo mucho su lectura. Tiene todos los elementos que me gustar encontrar en un libro de ciencia ficción: ideas interesantes, buen ritmo, algo de acción, aliens exóticos y bien desarrollados y un maravilloso uso de la ciencia. Lo he disfrutado un montón y espero con ganas sacar algo de tiempo para empezar a leer la saga de Shadows of the Apt.
(You can also read this review in English/También puedes leer esta reseña en inglés)
Parece que ahora que ha terminado la macrosaga de Shadow of the Apt, Tchaikovsky se va a dedicar a los tomos "autoconclusivos". Esta Children of Time ya es su segunda novela en lo que va de año (precedida por Guns of the Dawn).
ResponderEliminarQuizá sea con un tomo autoconclusivo como entre en el mercado español...
Es muy curioso el cambio de estrategia. Aunque en noviembre publica The Tiger and the Wolf, que parece que no es autoconclusivo: https://civilianreader.wordpress.com/2014/12/24/upcoming-guns-of-the-dawn-by-adrian-tchaikovsky-tor-uk/
ResponderEliminarese no suena mucho a uno de Tchaikovsky, por la sinopsis parece más juvenil y... ¿tigre y lobo? ¿qué pasó con los insectos? :P
EliminarJejeje, igual son lobos-hormiga y tigres-mantis :) Yo, de Tchaikovsky, vistas las experiencias con Spiderlight y con Children of Time, me interesa todo :)
ResponderEliminarÚltimamente discrepamos bastante. A mi me gustó mucho más la trama de los humanos que la de las arañas, en algún caso creo que repetitiva.
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