To boldly read what no man has read before... Ésa era la consigna de nuestro más intrépido colaborador, Antonio Díaz, que ha aprovechado el solaz veraniego para explorar las fauces (y otras partes de la anatomía) de unos cuantos dinosaurios y ha regresado, contra todo pronóstico, con su cordura intacta. O casi. No os perdáis su crónica, en la que placer, deber y dolor se mezclan a partes iguales.
Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando
Dinosaur of Love, de Eva Moon (
YouTube,
Spotify).
Running from the Raptor, de Christie Sims y Alara Branwen, es una
novela única en su género aunque muy imitada posteriormente por, entre otras,
Ravished by the Triceratops,
Ravaged by the Raptor,
Mating in Flight y
Sold to the Dragon. Esta reseña, debido a su exhaustiva naturaleza, cuenta con
numerosos spoilers, así que les advierto que la leen bajo su propio riesgo.
Incorrectamente calificada como
dinosaur erotica por sus detractores, esta magna opus de la literatura sería
mejor catalogada como una fiel representación del Héroe de las Mil Caras de
Campbell, con una mezcla de exploración romántico-genética interespecies, todo
lo anterior asentado sobre una sólida base de investigación sobre la
prehistoria.
La labor de documentación de estas
jóvenes autoras es encomiable y, aunque se trata fundamentalmente de relato
sobre historia alternativa, puede percibirse un gran esfuerzo en tratar de
permanecer fieles a la época en la que se basan. El meteorito que destruiría a
los dinosaurios nunca se estrella contra la Tierra, con lo que estos conviven
con una humanidad que ha evolucionado hasta el homo sapiens. La acción
transcurre, según mi deducción, en el neolítico temprano, ya que aunque se
especifica que la tribu de la protagonista es fundamentalmente
cazadora-recolectora, se entrevé que dominan el fuego y disponen de
utensilios. En concreto figuran en el relato herramientas para el curtido de
pieles de animales y de cocina (al menos una rudimentaria olla de barro). Es un
detalle que podría parecer nimio pero que entra dentro del juego de las
autoras, que con pequeños indicios estimulan al lector atento.
La tribu posee una estructura
claramente segregada por género, donde las mujeres se dedican a la recolección
y los hombres a la caza. Estos roles separados son parte de una sociedad
patriarcal de dominación. La protagonista, Ula, sigue al pie de la letra el
mito campbelliano. Siendo de origen humilde (una recolectora más en una tribu
modesta), tiene ideas alternativas sobre el romanticismo que chocan de frente
con el acervo de costumbres ya asentadas.
|
Viva el mito campbelliano
que al héroe manumite
y al T-Rex mete mano |
On their way back to the
cave, Ula and the other women stopped at the stream to wash off the dirt caked
on to their sun-stained skin. This wasn't something that they usually did,
mostly because the dirt helped to disguise their scent from predators, but once
in a while, they indulged in the cool crystal waters. Ula glanced over as the
other tribeswomen let the water wash their olive skin clean, their dresses
clinging to their perky breasts. She felt a stirring in her loins as she caught
sight of Ina's...
Es en este punto donde la novela
se vuelve ciertamente transgresora, al ser una relación lésbica la clave
alrededor de la cual gira la primera parte de la novela. Aun cuando no se
menciona explícitamente, esta relación romántica entre Ula e Ina pone en
peligro el delicado equilibrio de poderes, dando lugar a una batalla silenciosa
entre bambalinas que pasa desapercibida entre los numerosos temas que trata
esta obra. La aceptación de este nuevo paradigma relacional (el amor entre
mujeres) supondría una revolución, y la tribu obviamente se resiste. Pero Sims
y Branwen lo plasman con delicadeza, describiendo como Ula e Ina se escapan a
altas horas de la noche para poder mantener sus encuentros amorosos.
El personaje de Ina merece su
propio apartado, puesto que desempeña el papel de interés romántico pero
también de mentora campbelliana. No sólo no se avergüenza ni se siente insegura
sobre la naturaleza de su relación, sino que enseña a Ula que los sentimientos
residen en el interior y no en la forma de lo deseado. Esta revelación, que
supondrá la supervivencia de Ula, es también la condenación de Ina en un giro
argumental digno de un drama griego.
La verdadera prueba se
materializa en forma de un asalto de utahraptors durante la noche. Ula escapa
del ataque inicial gracias a Ina, ya que se habían separado para tener otro de
sus encuentros románticos. A la vista del desastre y la matanza que se abate
sobre su tribu, Ula queda en un estado semicatatónico, hasta que un utahraptor
se da cuenta de su presencia y se encara con ella. Aunque el héroe de las mil
caras se enfrenta a todo tipo de desafíos para salir airoso, este parece el
final para Ula.
Two dark, beady eyes looked
down at her perfectly naked body and the creature tilted its patterned, tan and
olive colored hear to the side as if it were trying to assess just what it had
discovered. She saw it lift its head and sniff the air and she was certain that
this would be the end.
|
- Dinosaurio, ¡qué cola más larga tienes!
- Es para f*||&3te mejor |
Sin embargo, al oler el reciente
encuentro sexual entre ambas mujeres, el utahraptor es capaz de percibir una
grandeza transgresora en la figura de la cazadora-recolectora que, no
inesperadamente, le llena de deseo. Pero no sólo de un deseo carnal, sino
también de formar parte él, a su manera, de esa evolución social y destructora
de los arquetipos relacionales establecidos. Y es que estos utahraptors
ucrónicos son una raza inteligente capaz de comunicarse, planear y, mucho más
relevante al caso, poseedores de un metabolismo basado en la sangre caliente.
En este clímax de la novela, Ula
se enfrenta sola (ya que Ina ha sido devorada por los utahraptors), a un debate
imposible entre la seducción y la muerte. Por este camino, la heroína se deja
introducir en una exploración de los límites desconocidos de la sexualidad,
pero a la vez también del amor y la fisionomía humana.
A pesar del constante temor a ser
devorada tras la cópula como el macho de la mantis religiosa, Ula se muestra
insubordinable a la voluntad del dinosario y, en cambio, le impone a él la suya
propia. De esta forma toma control de la situación, se enfrenta al desafío
propuesto y tras la ardua batalla sale victoriosa, reconstruida y perfeccionada
como heroína. Ula es una nueva mujer, ya no limitada por las expectativas
impuestas por la sociedad patriarcal en la que se ha criado, sino tan sólo por
su propia imaginación.
|
Hasta los más implacables abogados
tienen su corazoncito |
De la lectura de las últimas
líneas se adivina una continuación en los sutiles indicios que revelan las
autoras:
As she listened to the
creatures getting further away, she wondered if they would be back. Perhaps, se
thought, the next time her raptor would bring a friend.
Todavía no me cabe en la cabeza
que esta grandísima novela, sin duda de lo mejor de lo publicado en 2013, haya
pasado desapercibida entre los grandes galardones de aquel año sin cosechar los
numerosos premios que merece. Con elegancia en la prosa que no se pelea con un
estilo directo y sin ambages, Sims y Branwen trazan el camino numerosas veces
seguido y difícilmente igualado. Otras obras con tema similar pero de menor
calidad serían
My Billionaire Triceratops Craves Gay Ass o
Gay T-Rex Lawfirm: Executive Boner. También es posible encontrar algunas con un toque de ciencia ficción, como
Space Raptor Butt Invasion o incluso con claros tintes de fantasía épica, como
My Ass is Haunted by the Gay Unicorn Colonel. Los héroes que se atrevan a afrontar este peligroso viaje iniciático (del que, como en el mito campbelliano, regresarán profundamente cambiados) encontrarán, sin duda, numerosas horas de placer entre sus páginas.